CONTEXTO:
La guerra entre Rusia y Ucrania, que comenzó hace dos años, ha generado un amplio sufrimiento humano, desplazamientos masivos y devastación generalizada. La población ucraniana se encuentra en una situación precaria, con al menos 17,6 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en 2023, incluyendo desplazados internos, retornados y aquellos que permanecen en sus hogares. Los constantes ataques con misiles y bombardeos han causado pérdidas de vidas y la destrucción de infraestructuras, lo que agrava aún más la situación económica y los medios de subsistencia.
A pesar de los desafíos, el equipo del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Ucrania continúa utilizando todos sus recursos para ayudar a los desplazados que han huido de sus hogares debido a la invasión rusa. Sin embargo, se enfrentan a numerosos obstáculos, como la ansiedad provocada por los ataques nocturnos, el miedo al futuro y la escasez de personal cualificado. La falta de recursos humanos y la fatiga del personal son problemas adicionales que afectan la capacidad de JRS Ucrania para brindar asistencia de manera efectiva. La ausencia de una cultura de voluntariado en el país y la falta de infraestructura adecuada, como vehículos y espacios de oficina, también complican el trabajo del equipo. A pesar de estos desafíos, JRS Ucrania logró proporcionar asistencia a más de 23.000 desplazados internos en 2023, incluyendo refugio y programas de desarrollo de capacidades. Este apoyo es crucial para mujeres, niños, personas con necesidades especiales y otros grupos vulnerables que han sido afectados por el conflicto y la crisis humanitaria en curso.
ACTIVIDADES REALIZADAS:
- alimentación y bienes de primera necesidad
- alojamiento temporal
- transporte seguro
- protección y apoyo psicosocial
- asistencia legal y apoyo educativo
- servicios básicos de salud
POBLACIÓN BENEFICIARIA:
EDUCACION, INTEGRACIÓN Y VIVIENDA
Mientras la emergencia continúa, las necesidades de las personas refugiadas y desplazadas han ido cambiando y así también nuestra respuesta. Si bien inicialmente priorizamos la ayuda de emergencia, en la actualidad estamos implementando acciones a largo plazo para asegurar que la infancia recupere su derecho a la educación y para garantizar la integración de las familias en los lugares de acogida, incluyendo el acceso a la vivienda y al trabajo.
¡Gracias a todos y todas los que habéis hecho posible esta Misión!