Vivimos el momento de la historia en el que más niños y niñas se ven afectados por guerras. A las crisis prolongadas de lugares como Darfur, Afganistán, Sudán del Sur o Siria, se suman nuevas emergencias, como las de Ucrania y Gaza. Esto ha provocado que una quinta parte de la infancia mundial —460 millones de niños y niñas— vivan hoy en zonas de conflicto, poniendo en riesgo tanto su vida como sus oportunidades de futuro.
En situaciones de conflicto, crisis o desplazamiento, la educación desempeña un papel esencial como refugio para niños, niñas y jóvenes. Además de ser espacios de aprendizaje, las escuelas ofrecen protección, estabilidad y apoyo emocional, ayudando a mitigar el impacto del trauma y brindando una base para reconstruir vidas.
En este artículo, exploraremos la educación para refugiados, cómo esta se convierte en refugio para la infancia en contextos de emergencia.
Educación para refugiados, el Impacto de los Conflictos y las Crisis en la Educación
Los conflictos armados tienen un impacto devastador en la educación de millones de niños y niñas. En medio de la violencia y el desplazamiento, las escuelas a menudo son destruidas o se convierten en objetivos de ataques, lo que limita el acceso a la educación y deja a las y los estudiantes sin la estabilidad que necesitan para desarrollarse.
Sin un hogar ni una escuela que los proteja, los niños y niñas enfrentan riesgos aún mayores. Son más propensos a sufrir violencia física, abuso sexual, explotación y ser reclutados para formar parte de grupos armados.
La infancia que crece sin acceso a una educación adecuada tiene, además, menos oportunidades de acceder a trabajos con condiciones dignas, perpetuando los ciclos de pobreza y exclusión social. Además, sin una base educativa sólida, la reconstrucción de sociedades post-conflicto se convierte en un desafío aún mayor, ya que la educación es clave para la paz, la estabilidad y el desarrollo.
Educación como Refugio: Un Espacio de Seguridad y Esperanza
La escuela como refugio y su rol en la estabilidad emocional
En medio de esta incertidumbre y sufrimiento, la escuela se convierte en un refugio fundamental para los niños y niñas afectados por los conflictos y crisis. Más allá de ser un espacio para el aprendizaje académico, la escuela ofrece seguridad y rutina, elementos esenciales para la estabilidad emocional. En contextos de crisis, los programas educativos pueden jugar un papel vital al ofrecer programas psicosociales que ayudan a la infancia manejar el trauma y adaptarse a su nueva realidad.
Beneficios educativos y de inclusión social en la educación para refugiados
La educación puede suponer un cambio radical en la vida de los niños y niñas que viven en contextos de crisis, donde el dolor, la angustia y la desesperanza se vuelven cotidianos. Más allá de enseñar habilidades académicas, la educación les proporciona las herramientas necesarias para desarrollar su resiliencia ante las adversidades.
En un entorno de aprendizaje seguro, las escuelas se transforman en refugios donde no solo adquieren conocimientos, sino también habilidades sociales y emocionales cruciales para su bienestar y su futuro. Estas habilidades son fundamentales para su integración social y para que, algún día, puedan contribuir a la paz y la reconstrucción de sus comunidades.
Desafíos y Barreras para Mantener la Educación como Refugio
Educación para refugiados, infraestructura escolar destruida
Uno de los principales obstáculos para la educación en zonas de conflicto es la destrucción de infraestructuras escolares. Según el informe de la UNESCO, aproximadamente el 40% de las escuelas en zonas de conflicto han sido atacadas o destruidas. Esto no solo elimina el espacio físico para la educación, sino que también desestabiliza a las comunidades, haciendo aún más difícil la tarea de proporcionar educación continua a los niños y niñas desplazados.
Falta de docentes capacitados y protegidos
Los maestros y maestras, que son esenciales para la educación, también se enfrentan a amenazas y ataques directos en zonas de conflicto. En muchos casos, las y los educadores se convierten en objetivos, lo que incrementa los riesgos para su integridad y limita la capacidad de la infancia para aprender. Es urgente establecer protocolos de protección y proporcionar apoyo psicoemocional al personal docente, quien a menudo se enfrenta a situaciones de estrés extremo.
Barreras de acceso a la educación para las personas refugiadas
Los niños y niñas refugiados enfrentan múltiples obstáculos para acceder a la educación, desde barreras lingüísticas y diferencias culturales hasta la falta de reconocimiento de sus estudios previos. En muchos casos, los sistemas educativos de los países de acogida no cuentan con la capacidad suficiente para integrar a esta población, lo que agrava su exclusión.
A pesar de los esfuerzos de organizaciones internacionales y gobiernos, la falta de financiamiento y recursos adecuados sigue limitando el acceso a una educación segura y de calidad para estos niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
Ejemplos de Educación como Refugio en el Mundo
Ucrania: Respuesta rápida para la infancia refugiada
En respuesta a la crisis generada por el conflicto en Ucrania, diversas organizaciones han implementado sistemas educativos de enseñanza híbrida, que combinan clases presenciales y virtuales, lo que ha permitido integrar a los niños y niñas refugiados ucranianos en los sistemas educativos de varios países europeos. Esta respuesta rápida ha sido fundamental para ofrecerles continuidad en su educación y garantizar su bienestar emocional.
Colombia: Educación para la paz en comunidades desplazadas
En Colombia, se han creado programas educativos orientados a la paz en comunidades desplazadas. Estos programas tienen como objetivo evitar el reclutamiento forzado de niños y niñas, al ofrecerles una alternativa de desarrollo personal y social que les permite contribuir a la construcción de una sociedad más justa.
Líbano: Desafíos de la educación en el país con más personas refugiadas per cápita
Líbano, el país con el mayor número de refugiados por habitante, enfrenta serios desafíos en su sistema educativo. Apenas un tercio de la infancia siria refugiada tiene acceso a la educación, lo que pone en peligro su futuro. No obstante, iniciativas como las que implementamos desde Entreculturas y JRS buscan asegurar que estos niños y niñas puedan acceder a una educación de calidad, a pesar de las enormes dificultades.
Políticas Públicas y Acciones para Garantizar la Educación como Refugio
La educación es un derecho humano fundamental, reconocido tanto por instrumentos internacionales como por las leyes nacionales de los Estados. Los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar su cumplimiento dentro de sus territorios, mientras que la comunidad internacional debe respaldar y financiar este derecho, especialmente en países con limitaciones de recursos que enfrentan situaciones de emergencia.
Las crisis no eximen a los Estados de sus responsabilidades en materia de educación para refugiados. De hecho, las situaciones de emergencia requieren medidas urgentes para asegurar que, incluso en contextos de desplazamiento forzado o en zonas de conflicto, los niños, niñas y jóvenes continúen accediendo a una educación de calidad.
Financiación para la educación en emergencias
Una financiación adecuada es clave para garantizar la educación en contextos de emergencia. Según la ONU, se estima que hay un déficit de 39.000 millones de dólares anuales para financiar la educación en situaciones de emergencia. Es crucial fortalecer la cooperación internacional y asegurar una financiación sostenida para garantizar que los niños y niñas afectados por conflictos y crisis puedan acceder a la educación que necesitan para su futuro.
Las dimensiones del derecho a la educación en contextos de emergencia
El derecho a la educación en situaciones de emergencia debe atender cuatro dimensiones fundamentales para ser efectivo y transformador:
- Acceso: garantizar que todos los niños y niñas, independientemente de su situación, puedan acceder a la educación, incluso en las circunstancias más adversas.
- Adaptabilidad: ajustar los programas educativos a las necesidades y realidades de los contextos de crisis, asegurando que los contenidos sean relevantes y adecuados.
- Aceptabilidad: asegurar que la educación sea culturalmente respetuosa, inclusiva y libre de discriminación, favoreciendo un entorno seguro y acogedor para todos y todas.
- Disponibilidad: asegurar la existencia de recursos adecuados, como infraestructuras, materiales y personal capacitado, para ofrecer una educación de calidad.
- Este enfoque integral busca no solo garantizar el acceso a la educación en tiempos de crisis, sino también que sea una herramienta de resiliencia y reconstrucción.
Conclusión para abordar la educación para refugiados
La educación, en contextos de conflictos y de crisis, es más que una necesidad básica: es una herramienta poderosa para la protección y la reconstrucción social. Aunque los desafíos son enormes, las iniciativas globales y locales demuestran que la educación puede ser un refugio seguro para los niños y niñas que más lo necesitan. El compromiso de Entreculturas y sus organizaciones aliadas sigue siendo garantizar que cada niño y cada niña, sin importar su situación, tenga acceso a una educación de calidad, incluso en los contextos más complejos.