Rozalén viaja a ecuador con Entreculturas
La cantautora y activista social Rozalén, junto con Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, han viajado a Ecuador del 27 al 30 de marzo para conocer algunos de nuestros proyectos en terreno, de la mano de nuestras organizaciones socias, Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados.
En su viaje a Ecuador, Rozalén y Beatriz han conectado con otros contextos, conociendo a niños y niñas con necesidades especiales que corren el riesgo de quedarse fuera del sistema si no cuentan con una educación inclusiva.
Casa museo de Guayasamín y despedida
Hoy ha sido vuestro último día en Ecuador. Os acabamos de despedir en el aeropuerto tras una visita emocionante a la casa museo de Guayasamín. El mejor cierre para este viaje hacia la ternura. Gracias una vez más Rozalén, Beatriz por querer mirar.
Desde la mitad del mundo, Ecuador nos ha dado mucho. Ha sido un privilegio conectar vuestra música con la realidad de los proyectos que acompañamos desde Entreculturas junto a Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a las personas refugiadas y finalmente con la belleza de las pinturas de Oswaldo Guayasamín.
Guayasamín, artista ecuatoriano reconocido internacionalmente (Quito, Ecuador, 1919 – 1999) resume, con su pintura, el dolor y la opresión de Latinoamérica junto a la expresión de la crueldad, el amor y la ternura. Guayasamin yace enterrado en su casa de Quito bajo un árbol que él mismo denominó «El árbol de la vida». Un árbol repleto de cristales colgantes que suenan por el viento y que parece decirnos que la vida no muere si no queremos. Que debemos seguir creyendo en la belleza, especialmente la que se esconde en la fragilidad y en los márgenes.
Gracias por acompañarnos, María, Bea, por ser tambien vosotras, ángeles en nuestro camino.
Día 3: Conociendo el trabajo con la población refugiada y migrante
“Después de 16 días andando dormí 3 días en un terminal y estuve luego en un albergue donde dormíamos hacinados. Toqué a la puerta de JRS y me la abrieron, pero no todas las puertas se abren. El JRS ha sido ese ángel en nuestro camino.” “Me siento acompañada y protegida, no me siento en peligro. Me he sentido muy acogida y mis hijos están estudiando, vienen aquí a hacer sus tareas y las familias venimos a hacer talleres y nos ayudamos unas a otras.” “Todos los que estamos aquí somos una nueva familia; los que estaban aquí cuando llegamos nos acogieron con una sonrisa enorme y un abrazo que necesitaba.” “Hagan todo lo posible por que sus hijos estudien, la educación es lo único que les va a quedar.”
Estas son algunas de las voces de personas refugiadas y migrantes que hemos escuchado junto a Rozalén y Beatriz en el barrio La Argelia, al sur de la ciudad de Quito, donde se ubica un albergue del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), que es mucho más que un albergue. En palabras de Fernando López, Director de JRS Ecuador, “es una puerta que se abre, es un abrazo amigo, es familia.”
«Parece que se nos olvida que esto ocurre en tantos lugares del mundo”, afirmó Rozalén durante el encuentro. “La cantidad de veces que hemos sido emigrantes los españoles… Unas veces en la historia te toca migrar y otras acoger. Gracias por compartir vuestra historia con nosotras.»
Desde el año 2000 este espacio formado por distintas casitas individuales son hogar para familias migrantes y refugiadas que llegan a Ecuador hace años procedentes mayoritariamente de Colombia y, en la actualidad, de Venezuela (un 60%).
Además de alojamiento, JRS ofrece atención psicosocial, asesoría jurídica, apoyo para la escolarización de niños y niñas, atención sanitaria, productos de primera necesidad, como kits de alimentación y ropa, y apoyo para buscar trabajo en caso de que quieran establecerse en el país. En palabras de Ximena Moreno, responsable de la Casa de Acogida de JRS, “el caminar de la migración no es fácil, pero el ya estar aquí les convierte en seres valientes.
Albergue de Fundación Nuestros Jóvenes en La Mitad del Mundo, apoyado por JRS
Después de visitar el espacio de acogida de JRS en Quito nos trasladamos a La Mitad del Mundo, donde conocimos la labor de la Fundación Nuestros Jóvenes, que apoya JRS, una entidad fundada hace 40 años. Nació con el objetivo de atender a personas drogodependientes y, más tarde, comenzaron a abordar la realidad de la violencia de género y pusieron en marcha un programa de rescate a niñas víctimas de trata.
Con la llegada de la migración venezolana, vieron la necesidad de poner sus instalaciones al servicio de esta realidad y, desde el año 2018, JRS es su principal colaborador. El centro tiene capacidad para 120 personas, aunque en los meses más duros de la pandemia superaron esta cifra porque cerraron todos los albergues de la zona, excepto éste y el de JRS.
Durante el encuentro con mujeres migrantes y refugiadas se vivieron momentos de emoción al compartir la interpretación de ‘La línea’ y de ‘La puerta violeta’. «Hay que abrir muchas puertas violetas”, afirmó Fernando López, Director de JRS Ecuador, al cierre del espacio. “Hay muchas cosas duras que vivimos, pero también muchas alegrías.”
Día 2: Santo Domingo y coloquio sobre género
La Unidad Educativa Especial de Fe y Alegría en Santo Domingo acompaña a más de 150 alumnas y alumnos con discapacidad, centrando su trabajo en la transición a la vida laboral de sus estudiantes a través del emprendimiento o de su vinculación a distintos sectores productivos.
Este martes recibió la visita de Rozalén y Beatriz, que tuvieron la oportunidad de conocer la labor de este centro referente en materia de educación especial e inclusión y recorrieron las 4 aulas-taller (el aula audiovisual, el aula hogar, el taller de pintura y serigrafía y el taller de costura) en los que jóvenes con discapacidad auditiva e intelectual de Santo Domingo reciben un acompañamiento integral.
«Hubo un cambio súper grande en mí cuando aprendí lengua de señas. Mientras iba evolucionando, sentí que era mi lengua y mi identidad”, explicó durante el encuentro Juan Carlos, exalumno y hoy docente del centro.
Beatriz y Rozalén compartieron un rato de música y arte con alumnado y familiares, con una emotiva dramatización titulada «La vida de una persona sorda» y una representación artística del tema “Girasoles” protagonizada por los propios alumnos y alumnas.
Coloquio sobre violencia, género y educación
El pasado año en Ecuador 172 mujeres fueron asesinadas por violencia de género (incluido transfeminicidios). De estas muertes, 11 eran menores de 18 años y 5 eran mayores de 65 años. En el 46% de los casos, el femicida tenía un vínculo sentimental o era parte del círculo de confianza de la víctima. Además, estos femicidios dejaron a 161 menores de edad huérfanos porque el 53% de las víctimas (93) eran madres. El asesinato de las mujeres también ha estado ligado a otros delitos previos como las desapariciones, la trata o los abusos sexuales.
«Detrás de cada una de estas cifras oficiales hay mujeres y niñas con nombres y apellidos. Debemos poner rostro a esta violencia y analizar sus causas». Con estos datos y esta reflexión arrancaba el coloquio promovido por Fe y Alegría Santo Domingo, la educadora Genit Barberan (acompañante zonal de Fe y Alegría). Un coloquio al que estaban invitadas Rozalén y Beatriz Romero, junto a familias, docentes y estudiantes del centro educativo.
Verónica Proaño, docente del colegio Bernabé de Larraul (San Miguel de los Bancos) afirmaba: «La escuela tiene la obligación de visibilizar, nombrar y referenciar la igualdad a través, por ejemplo, del uso del lenguaje inclusivo, la generación de espacios seguros, la socialización y creación de mecanismos de expresión y de denuncia. El centro educativo debe estar preparado para búsquedas de identidad y también el no rechazo a la diversidad y, sobre todo, para huir de la naturalización de la violencia». Juntos y juntas -docentes, directoras, alumnado, madres y padres- debatieron sobre las diferentes alternativas que puede proponer la escuela. Y analizaron las letras de canciones de Rozalén como “La puerta violeta” o “Girasoles”.
Rozalén y Beatriz también pudieron narrar y comentar sus vivencias e impresiones respecto al poder de la música para generar transformación y apoyo a dinámicas de inclusión e igualdad:
«Contribuir a que el mensaje de María llegue a más gente es un regalo. Que personas sordas y sus familias vengan a un concierto… no lo había podido imaginar. Le ha dado un protagonismo que yo no había visto antes y que ayuda a normalizar la lengua de señas y hace que más gente se anime a aprender», dijo Beatriz.
“Gracias por este debate tan necesario. Hay que seguir avanzando… Por ejemplo, en nuestro ámbito, apenas hemos tenido cantautoras, pero cada vez somos más. Muchas mujeres me dicen `me siento representada por ti´. Necesitamos que haya más mujeres referentes, mujeres en liderazgos, mujeres y hombres como vosotras abriendo espacios para la igualdad y desde la educación. Gracias por invitarnos, por compartir vuestras luchas y vuestro trabajo”, afirmó Rozalén.
- Fe y Alegría Ecuador retransmitió este encuentro en directo a través de su canal de Facebook: https://fb.watch/c43ESR04nw/
Día 1: Unidad Educativa Emaús y Escuela móvil “Cuéntamelo todo Quito”
La mañana arrancó en Quito con la visita a la Unidad Educativa Emaús de Fe y Alegría. Todo el alumnado del colegio preparó un emocionante evento de bienvenida con música y danzas con las que mostraron la riqueza cultural de Ecuador, desde la costa, pasando por la sierra hasta la Amazonía. «Cuando el arte, la música y la cultura se unen al derecho por la educación y los Derechos Humanos, hace que renazcan la justicia, el amor y la paz. Por eso nos vienen a cantar hoy: por un derecho a una educación de calidad inclusiva para todas y todos», aseguró Carlos Vargas, Director Nacional de Fe y Alegría Ecuador.
“El compromiso por el amor, la justicia y los Derechos Humanos los aprendemos de vosotros y vosotras”, afirmó Raquel Martín, nuestra Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales. Rozalén y Beatriz llevaron a cabo una emocionante interpretación junto a Stefany y Martina, alumnas de 1º de bachillerato y de 7°, antes de pasar a conocer las aulas de inclusión y de tránsito educativo del centro. Con su modelo, Fe y Alegría trabaja para conseguir una inclusión que garantice el derecho a la educación, el aprendizaje y una vida digna para todos los niños, niñas y jóvenes con discapacidad.
«El modelo de educación inclusiva nace con el objetivo de un horizonte en el que haya un acceso igualitario a la educación. La atención a la diversidad es un desafío asumido con entusiasmo y alegría”, afirmó Washington Chafla, Director Regional de Pichincha.
Por la tarde, participaron en un encuentro comunitario organizado por la escuela móvil “Cuéntamelo todo Quito” (CTQ), un proyecto socioeducativo de Fe y Alegría Ecuador que trabaja, desde hace 10 años, ofreciendo educación y acompañamiento a niños, niñas y adolescentes en situación de calle.
Dos veces a la semana el equipo y los voluntarios y voluntarias de Fe y Alegría montan una escuela móvil en una de las principales plazas del centro histórico de Quito, a través de la que, cada día, 30 niños y niñas pueden acceder a actividades educativas y lúdicas. El apoyo psicosocial que Fe y Alegría y su trabajo con las familias también es fundamental para la infancia.
Después de conocer de primera mano el trabajo de la escuela, Rozalén y Beatriz dieron un pequeño concierto a peques y familias reunidas en la plaza, y cantaron también junto a Anahí, una de las jóvenes voluntarias de CTQ. “Estoy emocionada por la acogida que hemos tenido”, expresó Rozalén al cierre del concierto, “y el amor tan grande que estamos sintiendo”.
Rozalén, Beatriz y Entreculturas
No es la primera vez que Rozalén y Beatriz colaboran con Entreculturas, pudieron conocer de primera mano el trabajo que realizamos Entreculturas con el programa “La LUZ de las NIÑAS» en Guatemala (2019) y en Chad (2020). Puedes seguir el viaje a través de las redes sociales de Rozalén, de Beatriz y de Entreculturas.