El Movimiento 4.7 organiza una jornada de encuentro y formación para profundizar en los retos de una educación para la ciudadanía global y el desarrollo sostenible
Con motivo del Día Internacional de la Educación (24 de enero) tuvo lugar en Madrid, en el Centro Cultural la Corrala, el encuentro “Avanzando en la meta 4.7: El reto de la Ciudadanía Global como una política pública común y compartida”. El objetivo del encuentro era establecer un diálogo intersectorial sobre las distintas políticas, temáticas y competencias que aborda la Educación para el Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Global que se recogen como una meta específica a alcanzar (la 4.7) dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El evento, organizado por el Movimiento 4.7, contó con en su sesión inaugural con Cristina González subdirectora del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y con Miriam Ciscar representando a la Agencia Española de Cooperación Internacional. Asimismo, estaban convocadas entre los asistentes administraciones públicas de distinto ámbito (local y autonómico), expertos/as universitarios, organizaciones sociales, ambientales y de juventud, así como miembros de la comunidad educativa en general.
El diálogo de apertura tuvo como protagonistas a Sara Garrido, jefa de la Unidad de Educación para la Ciudadanía Global en la Diputación de Barcelona, y a Vicente Manzano, profesor de Psicología en la Universidad de Sevilla.
Vicente Manzano resaltó la importancia de movimientos y alianzas como el Movimiento 4.7, destacando su capacidad para generar palancas de cambio y establecer alianzas significativas. No obstante, apuntó la dificultad que tienen las administraciones para canalizar estas propuestas y también el reto que existe en términos de medición de resultados cuando hablamos de procesos de transformación social.
Por su parte, Sara Garrido enfatizó la crucial tarea de acercar realidades, otorgar voz y establecer vínculos significativos entre lo local y lo global. Además, destacó el papel de facilitadores que deben desempeñar las instituciones públicas para promover la participación ciudadana, enfatizando la importancia de acompañar y facilitar estos procesos, especialmente desde los contextos locales. Según ella, la agenda 2030 facilita la discusión y acción sobre estos temas, a pesar de las limitaciones de recursos humanos y económicos que las administraciones tienen para trabajar este enfoque.
Entre las principales conclusiones que se recogieron en las mesas de trabajo, se mencionó la necesidad de construir una política común para las cuestiones de educación para la ciudadanía que, a día de hoy, se reparten fragmentariamente en distintos ámbitos de la administración y en distintos sectores de trabajo. Igualmente, se hicieron propuestas en torno a la construcción de alianzas y el desarrollo de programas de formación específicos en estas materias (también para docentes y funcionarios/as públicos). Además, se señaló la importancia que supone para nuestras sociedades, esencialmente para las generaciones más jóvenes, la necesidad de tener una formación en valores como la paz, la inclusión o la justicia ambiental de cara a mejorar el espíritu crítico, comprometido y solidario de nuestras sociedades.
La jornada terminó con el segundo encuentro plenario del Movimiento 4.7. Una plataforma impulsada por cuatro organizaciones del ámbito de la cooperación internacional (Alboan, Entreculturas, Intered y Ongawa) que a día de hoy funciona con autonomía propia y que se ha ampliado a más de 30 instituciones de distinto carácter entre las que se encuentran ONG, centros educativos, movimientos ciudadanos y miembros de la comunidad educativa.