NEPAL: TRES AÑOS DESPUÉS, SEGUIMOS CONSTRUYENDO EDUCACIÓN
25 de abril de 2015, un terremoto de 7,8 grados sacudió Nepal, dejando casi 8.900 fallecidos y más de 22.000 personas heridas. Más de 600.000 viviendas resultaron completamente destruidas y otras 285.000 sufrieron algún tipo de daño. En lo referente a las escuelas, más de 900.000 niños y niñas se quedó sin poder ir al colegio. Apenas un mes después, el 12 de mayo, Nepal sufrió un nuevo temblor de 7,3 grados que incrementó el número de víctimas (más de 200 personas murieron y alrededor de 2.500 resultaron heridas) y empeoró aún más la situación.
Desde el primer momento, en Entreculturas, a través de nuestra contraparte en terreno: el Nepal Jesuit Social Institute (NJSI), y junto con nuestros compañeros de la Red Xavier y el apoyo de voluntarios y donantes, nos volcamos para responder a la catástrofe y atender a los colectivos más vulnerables. Pero nuestra acción va más allá que paliar los efectos del seísmo. Tres años después del temblor, ofrecemos nuestra ayuda a comunidades, familias y colectivos que no disponen de ningún tipo de apoyo. Seguimos defendiendo una educación de calidad, velando por la sostenibilidad de nuestros proyectos y generando oportunidades de futuro, prestando también especial atención a las mujeres, niños y niñas y menores con diversidad funcional.
En la fase de emergencia, entre abril y agosto de 2015, nos coordinamos con el NJSI y la Red Xavier para distribuir ayuda humanitaria a más de 7.000 familias: comida, alimentos no perecederos, cápsulas de purificación de agua, tiendas de campaña, mantas y otros utensilios en el área urbana de Katmandú y en los distritos de Dhading, Gorkha, Kavre, Nuwakot, Sindhupalchowk, Dolakha, Okhaldunga y Lalitpur.
En una segunda intervención,la fase de recuperación temprana de septiembre a diciembre, el NJSI se centró en el reparto de mobiliario y material escolar, favoreciendo a más de 20.000 estudiantes de alrededor de 100 escuelas. El objetivo era reactivar cuanto antes la educación con el fin de que los niños, niñas y jóvenes recuperasen cierta normalidad y estabilidad emocional y no perdieran el ritmo escolar. Proteger el acceso a la educación en contextos de emergencia también evita que los menores puedan verse afectados por derrumbes de tierra, el desplome de las ruinas u otro tipo de peligros como la contracción de enfermedades transmitidas por el agua o el abandono por parte de familias que no tienen absolutamente nada con lo que salir adelante. En esta fase, además, se repartieron láminas de cinc para la construcción de alrededor de 993 viviendas temporales.
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Desde enero de 2016, nos encontramos en la fase de reconstrucción y desarrollo, atendiendo a las poblaciones rurales más remotas que son especialmente vulnerables a causa de su situación de partida de alto nivel de pobreza y exclusión social. En total, desde el inicio de la intervención, son 13 los distritos nepalíes en los que ha actuado el NJSI con fondos de la Red Xavier, a la cual pertenece Entreculturas: Dhadhing, Gorkha, Lalitpur, Dolokha, Kavre, Ramechap, Sindhuli, Sindhuplachawk, Kathmandu, Rautahat, Kathmandu, Okhaldunga and Jhapa. Entre otros aspectos, hemos contribuido a construir y rehabilitar más de 130 aulas, junto con la instalación de refuerzos antisísmicos en los centros educativos, facilitando que los estudiantes acudan de forma segura a clase. Antes, como explica Balaran, profesor del colegio Bisheswari en Suri, “los estudiantes estaban muy asustados y se sentían inseguros a causa del seísmo. Incluso los padres, que no dejaban fácilmente que sus hijos e hijas acudiesen a la escuela”. Una escuela que busca fomentar la igualdad entre géneros y el respeto hacia el medio ambiente. Para ello, consideramos imprescindible formar a padres y docentes en materia educativa e igualdad y contribuir al empoderamiento de las mujeres, que sufren mayor vulnerabilidad y discriminación a causa de su género. Con este propósito, hemos construido alrededor de 14 centros comunitarios y seguros (women halls) para mujeres. Y, desde 2016, más de 500 han asistido a cursos de actividades generadoras de ingresos y de empoderamiento que van desde la fabricación de jabones a talleres de informática. “Ya no hace falta que nos reunamos al lado de una carretera polvorienta, bajo un sol abrasador, para hablar de nuestra agenda social”, comenta Laxmi, una de las mujeres que acuden al women hall de Kunta, en el distrito de Kavre, “ahora podemos usar el centro para realizar cursos de empoderamiento y realizar celebraciones sociales y religiosas”.
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Asimismo, ha sido necesaria la rehabilitación de parte de las carreteras que conectan las comunidades atendidas en nuestra acción, para facilitar el acceso a la escuela o el desarrollo de las comunidades, castigadas por el aislamiento. En aquellos distritos en los que actuamos, realizamos talleres de mejora de técnicas agrícolas y ganaderas para contribuir al desarrollo de medios de vida de familias y jóvenes. “Éramos un grupo de once personas, al principio nos enseñaron cómo cavar un pozo en la tierra y almacenar el agua. Con ese pozo podíamos regar, pero también descubrimos que podíamos usarlo como piscigranja”, explica uno de nuestros alumnos de un curso piscícola en el distrito de Lalitpur, “y ahora ya podemos transmitir en nuestro pueblo todo este saber”.
Arrastrando aún los efectos del seísmo, el 11 de agosto de 2017, Nepal sufre las peores lluvias en 15 años durante el monzón, que ocasionan inundaciones y desprendimiento de tierras. El fenómeno alcanza a 35 distritos de los 75 del país, afectando a más de 1.5 millones de personas, acaba con la vida de 143 personas y destruye más de 65.000 casas. Nosotros repartimos aceite, sal, arroz, mantas, utensilios y otros utensilios de ayuda humanitaria en el distrito de Jhapa, alcanzando a más de 1.223 familias.
Aunque Nepal, y su población más empobrecida o rural en concreto, es vulnerable a este y otro tipo de desastres, buscamos reducir las repercusiones de posibles futuras crisis pero, sobretodo, impulsar y generar futuro para personas y comunidades. Con la dignidad y autonomía de las personas como centro de nuestro trabajo, trabajamos para contribuir, en definitiva, al desarrollo y futuro de habitantes de un país que pelean con fuerza para salir adelante.