Esta Navidad llega a nuestras escuelas, a nuestro voluntariado, a nuestras delegaciones… después de haber tomado conciencia de muchas realidades que nos duelen: guerra, violencia, personas que lo pierden todo y tienen que abandonar sus hogares con miedo, tristeza e incertidumbre, personas que ven vulnerados sus derechos. Pero la Navidad es -ante todo- esperanza. Queremos recuperar y repartir esperanza en forma de abrazos porque frente al miedo, la tristeza, la incertidumbre y el dolor, un abrazo es poderoso.