Septiembre es un mes de vuelta al cole también para los representantes políticos mundiales que tienen estas semanas el deber de rendir cuentas sobre su acción en torno a los retos que apunta la Agenda 2030. La Asamblea General de Naciones Unidas tendrá lugar la semana del 20 al 27 de septiembre y el calendario de citas relevantes está a rebosar: la Cumbre de Acción Climática y la Reunión de Alto Nivel sobre Cobertura Universal de Salud el 23 de septiembre; el Foro de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los días 24 y 25 de septiembre; y el Diálogo de Alto Nivel sobre Financiación para el Desarrollo (FfD) el 26 de septiembre.
Paralelamente a las cuatros cumbres de la semana de alto nivel en la sede de la ONU, se van a suceder diversas reuniones de sociedad civil global: la Cumbre de la Juventud sobre el Clima tendrá lugar el 21 de septiembre y el Foro de ODS de la Sociedad Civil el 24 de septiembre. También se llevarán a cabo fuera de la sede de la ONU en Nueva York varias iniciativas de la sociedad civil, incluida la huelga climática de jóvenes el 17 de septiembre, la huelga climática global el 27 de septiembre y la Asamblea Popular el 24 y 25 de septiembre.
Agenda 2030: una oportunidad transformadora de acción política para las personas y el planeta
El Foro de Alto Nivel sobre los ODS comprenderá una sesión de apertura, dos sesiones plenarias, seis diálogos de alto nivel entre dirigentes y una sesión de clausura. La sesión de apertura el martes 24 de septiembre, se centrará en el tema “Definición del contexto y balance de la situación relativa al cumplimiento de los ODS: avances, dificultades y medidas futuras” y en ella, el Presidente de la Asamblea General, el Secretario General y la Presidenta del Consejo Económico y Social formularán declaraciones, las copresidencias del grupo de científicos independientes presentarán el informe mundial sobre el desarrollo sostenible y una representación de la sociedad civil formulará una declaración.
De acuerdo con la agenda de Naciones Unidas, la intervención del Presidente en funciones, Pedro Sánchez, tendrá lugar el día 27 de septiembre y desde Entreculturas, hacemos un firme llamado a que la suya sea una apuesta valiente por la consecución de la Agenda 2030 que se vea reflejada en presupuestos y partidas destinadas verdaderamente enfocadas a no dejar a nadie atrás. Esto incluye su papel internacional como país donante de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) desde la lógica de la responsabilidad compartida que imprime la Agenda de los ODS.
El Informe de Progreso que ha presentado el Gobierno es insuficiente y carece de asignaciones presupuestarias concretas destinadas a cumplir las metas de los ODS, además de obviar la inclusión de su responsabilidad de cumplir el ODS 4 más allá de sus propios límites territoriales. Su compromiso con el ODS 4 – Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad- también pasa por destinar el 8% de la AOD a educación básica así como destinar el 10% de AOD a Acción Humanitaria y un 4% a educación en emergencias.
25 de septiembre, Foro de Alto Nivel sobre ODS
Con motivo de la celebración del Foro de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la semana de la Asamblea de Naciones Unidas nos adherimos y participamos (como parte del Futuro en Común – CONGDE) de la movilización global #StandTogetherNow para reivindicar como parte de una ciudadanía global mundial que conformamos y mediante un manifiesto común en torno a tres ejes: Desigualdades, Clima y Democracia y Derechos Humanos.
*La acción online en redes está coordinada a nivel global por Action for the SDGs (A4SD). Lee el manifiesto #StandTogetherNow.
El planeta no entiende de fronteras
La implementación de la Agenda 2030 obliga a superar la concepción de que los Estados funcionan como límites y contenedores de las respuestas a los retos globales del desarrollo sostenible.
En el mundo actual, intensamente globalizado, las interdependencias que se dan en el terreno ambiental son, si cabe, las mayores. Cuando los productos que consumimos son importados, el impacto ambiental se produce tanto en el país de consumo como en el de producción, así como a lo largo de las rutas de transporte. Las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en un país se incorporan a la atmósfera, que es común para todo el planeta. Estos dos sencillos ejemplos muestran cómo los impactos locales y globales son dos caras de la misma moneda y que nuestro modelo de desarrollo puede beneficiar pero también perjudicar a los países más empobrecidos, por lo que adquiere una nueva dimensión de cooperación internacional. La Amazonía ardiendo durante estos meses es una alerta más de la necesidad de protección de la vida y la biodiversidad para la sostenibilidad de la vida y del planeta.
Cualquiera de los asuntos ambientales incluidos en la Agenda 2030 –desde el cambio climático a la pérdida de biodiversidad– tienen una dimensión planetaria y son imposibles de afrontar desde una lógica exclusivamente estatal. Esta interdependencia no es, sin embargo, particular de las problemáticas ambientales. A día de hoy, cuestiones relativas a los mercados financieros, el acceso a bienes y servicios esenciales o la extensión de derechos y libertades han alcanzado una dimensión planetaria. Al mismo tiempo, muchas políticas diseñadas y acordadas en foros internacionales –como las comerciales o de inversión– han ido reduciendo el espacio político que los Estados y entidades subnacionales tienen para elaborar e implementar políticas orientadas a la sostenibilidad y a la promoción del bien común.
Si los estados aspiran a poder dar una respuesta a los principales retos del desarrollo deben dotarse de mecanismos de gobernanza global. Deben hacerlo, además, aplicando el enfoque de coherencia de políticas, que obliga a considerar el impacto sobre el desarrollo de todas las políticas públicas de una determinada administración, evitando los impactos negativos y promoviendo las posibles sinergias entre políticas. Sólo así podrán garantizar que todas las políticas, desde las municipales a las globales, y en todos los sectores políticos estén orientadas –o al menos sean compatibles– con la consecución de un planeta más justo y sostenible.
Los ODS son medibles, por tanto, evaluables y pensados para ser alcanzables por lo que representan una oportunidad crucial para que España recupere su papel en el mundo, pero sobre la que nos encaminamos ya a contrarreloj. El momento de la rendición de cuentas ha llegado y la sociedad civil española estaremos vigilando porque sabemos que ésta es una oportunidad con un enorme potencial impacto positivo que sirva para poner los derechos de las personas y el cuidado del planeta en el centro de la acción política.
23 de septiembre, Cumbre del Clima en la ONU
El 23 de septiembre es otra fecha para apuntar en el calendario, porque ese día tiene lugar la Cumbre sobre la Acción Climática en la ONU. En este encuentro, nuestra clase política debe ponerse en pie y plantear sus planes de acción climática alineados con las recomendaciones científicas y el acuerdo con el Acuerdo de París.
27 de septiembre, Huelga Mundial por el Clima
La semana culmina con la Huelga Mundial por el Clima. Es la primera huelga en la que gran parte de la sociedad se une a la juventud de Fridays For Future. Además de este movimiento, todas las ONG ecologistas, los principales sindicatos, Extintion Rebellion, diversas organizaciones de cooperación nos sumamos a esta cita en lo que será seguramente un nuevo récord de millones de personas en la calle pidiendo lo mismo: actuar ya. ¿Te lo vas a perder?
*La Huelga Mundial por el Clima está convocada por FridaysForFuture, Alianza por el clima, 2020 Rebelión por el clima y Alianza por la Emergencia Climática.