“Siempre he soñado en poder terminar mi formación en la universidad. JRS me ha hecho soñar en llegar a ser una ingeniera”.
© Irene Galera / JRS RDC
Hace unos meses, Naomi empezó con las clases de electricidad en los centros educativos del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) de Goma (Nord Kivu), en República Democrática del Congo (RDC). Una de las formaciones que desde Entreculturas y JRS apoyamos, gracias a la financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), con el objetivo de formar y acompañar a las personas refugiadas en su proceso de inserción laboral.
A día de hoy, más de 5 millones de personas como Naomi se han visto obligadas a desplazarse internamente debido a la violencia persistente que azota el país desde hace décadas. La provincia de Nord Kivu ha sido una de las zonas más afectadas por la presencia de grupos armados, que utilizan la violencia indiscriminada contra la población para la desestructuración comunitaria y el control de los recursos naturales de la zona. Estos grupos son responsables de los abusos cometidos contra civiles, del uso de la violencia sexual contra mujeres y niñas como arma de guerra, así como, del reclutamiento forzoso de niños y niñas.
Otra de las causas estructurales de la crisis en la RDC y del desplazamiento de la población es el conflicto por el acceso a la tierra y los recursos que deja a los agricultores locales sin medios de vida. Este conflicto sobre la tierra tiene severas consecuencias sobre la población, por un lado, es la causa de la violencia intercomunitaria que actualmente provoca grandes flujos de desplazamiento, y por otro, disminuye el acceso a la tierra y a los ingresos.
© Irene Galera / JRS RDC
La población desplazada y refugiada vive en un contexto de insuficiencia de tierra para la agricultura y condiciones de vulnerabilidad extrema por la falta de ingresos vinculados al acceso a actividades productivas. La mayoría de la población desplazada, mayores de 18 años, son mujeres, frecuentemente solas y con niños a su cargo.
Es por eso que en Entreculturas, de la mano de JRS, trabajamos desde hace años en la zona este de RDC con proyectos centrados en el acompañamiento y en atender las necesidades de la población desplazada más vulnerable, especialmente jóvenes y mujeres en riesgo de exclusión social.
Inserción laboral en Goma
Uno de los dos grandes proyectos de Cooperación Internacional para el Desarrollo que ha apoyado recientemente la AACID ha sido el de formar y acompañar a las personas refugiadas en su proceso de inserción laboral en Goma.
Desde sus inicios en enero del 2018, y hasta diciembre de 2021 en el que finalizará, un total de 320 personas como Naomi han podido desarrollar sus habilidades tanto en electricidad como en arte culinario y apicultura, formándose para entrar en el mundo laboral y/o emprender su propio negocio. “Gracias a la formación en artes culinarias, ahora puedo vender rosquillas para ayudar económicamente a mi familia y, en un futuro, me gustaría abrir mi propia panadería y vender pasteles”, afirma Bahashi, alumna de arte culinario.
© Irene Galera / JRS RDC
A través de las formaciones, algunos beneficiarios ya disfrutan del fruto de su formación y logran independizarse económicamente de forma paulatina. En la formación de apicultura, también el resultado obtenido está siendo muy satisfactorio. Algunos apicultores y apicultoras están poniendo en práctica los valores adquiridos mediante la instalación de colmenas de fabricación local. Las lecciones teóricas son seguidas de una práctica sobre el uso de equipo de protección, la fabricación de colmenas tradicionales y el mantenimiento de las colmenas. Además, estas lecciones se complementaron con la teoría sobre enfermedades y enemigos de las abejas; los criterios que debe cumplir un buen apicultor; las fuentes de satisfacción y vocación del apicultor en su profesión, etc.
En una visita domiciliaria a los hogares de Minova que han completado la capacitación en artes culinarias y apicultura para comprobar el progreso en la aplicación de los conocimientos adquiridos, Sr. Jean Batiste de la oficina de correos del campamento expresó estas palabras de agradecimiento:
“Estoy agradecido al JRS por esta formación en apicultura porque es una profesión del futuro. No solo es un trabajo satisfactorio sino también productivo. Ya domino todas las técnicas, desde recolectar abejas hasta producir miel, algo que pensé que era mágico cuando vi a mis ancestros haciéndolo. Ya he montado 8 colmenas en mi pueblo y sé que con una tendré al menos 3 litros de miel. Ya he recogido 3 litros de una de mis colmenas. Fue una sensación increíble ver el primer fruto de mi entrenamiento.”
[video:https://youtu.be/zRtPNZ30Ofo]Además, esta formación también ha ayudado a muchas familias a luchar contra la desnutrición, como a Sylvie, que decidió seguir con las clases de arte culinario de JRS por su familia, para que su hermano pequeño y su hermana pequeña no caigan en la desnutrición.
Cada una de las formaciones consta de dos ciclos de seis meses con contenido teórico y práctico, y dos ciclos de seis meses centrados en la gestión de pequeños negocios y actividades productivas orientadas a la generación de ingresos propios donde el alumnado puede agruparse con sus compañeros y compañeras para emprender sus actividades productivas de forma conjunta y lanzar sus pequeños negocios comunitarios.
Para facilitar el seguimiento de las formaciones, hay un componente de alfabetización en lengua swahili, el idioma principal entre la población, y un servicio de guardería que permite a las alumnas que son madres reservarse unas horas para asistir a los cursos, dejando a sus hijas/os en espacios seguros, donde están protegidos y se les proporciona una comida al día.
© Irene Galera / JRS RDC
Fifi, docente del curso de alfabetización en Goma, imparte clase a un total de 50 alumnas, todas ellas mujeres y de edades muy diferentes: “hay quienes tienen 45 años, hay también de 25 años…” Florida es una de las alumnas más veteranas del grupo. Para ella, aprender a leer y escribir a su edad ha sido todo un reto: “la gente se burlaba de mí diciendo que cómo puede estudiar una mujer mayor, pero no me importaba. Decidí no rendirme y ahora incluso puedo escribir mi propio nombre”.
[video:https://youtu.be/iNQqzQRl-50]El servicio de guardería es un gran apoyo para las madres que participan en el proyecto. Según Nana, técnica de protección a la infancia de JRS RDC, el problema con el que se encontraron fue que las mujeres no tenían a nadie que cuidara de sus hijos, así que se pensó en crear una guardería para atenderlos. Y mientras los niños están en la guardería, la madre está tranquila recibiendo su formación.
Además, la guardería no solo actúa como espacio de protección de la infancia ofreciéndoles una buena alimentación y cuidados básicos, sino que también es un lugar donde los niños y las niñas aprenden y se preparan para integrarse en la escuela.
[video:https://youtu.be/YQiVhRDixbI]El aumento de la autoestima, el empoderamiento de las personas participantes, la mejora de la salud nutricional de los niños y niñas de la guardería y el aumento de empleabilidad del alumnado de JRS demuestran que el impacto del proyecto en las vidas de las personas refugiadas en Goma ha sido muy positivo. Gracias a la apuesta de la Junta de Andalucía por las crisis prolongadas y de larga duración, así como su enfoque en la población desplazada más vulnerable, cientos de jóvenes y mujeres como Naomi han dado luz a sus sueños.
[video:https://youtu.be/Hk-pHflc_2M]Resiliencia y apoyo psicosocial en Masisi
Al mismo tiempo, en enero de 2018, se inició un segundo proyecto de Acción Humanitaria en la provincia de Nord Kivu, Masisi. Un total de 1599 personas desplazadas y refugiadas, principalmente jovenes menores de edad y mujeres víctimas de violencia sexual, han sido atendidas con apoyo psicosocial integral y se les ha brindado servicios básicos de seguridad alimentaria, cobijo e higiene.
El objetivo de este segundo proyecto ha sido reforzar la resiliencia y aliviar el sufrimiento de la población desplazada vulnerable a través de un trabajo conjunto de JRS y Entreculturas y gracias al apoyo y financiación de la Agencia Andaluza para la Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID). La principal labor ha sido responder a los graves problemas socio-emocionales y necesidades identificadas: la inseguridad alimentaria, la pobreza extrema, la violencia sexual, la ausencia de proteginitores (alto índice de madres adolescentes y solteras), la situación de personas con discapacidad o enfermedades crónicas y los traumas provocados por la violencia, en particular, la violencia y el abuso sexual a adolescentes y mujeres.
© Sergi Cámara/Entreculturas
El apoyo psicosocial se revela como una gran necesidad entre la comunidad de personas desplazadas por la falta de autoestima, empoderamiento y esperanza de cara a su futuro. A través de visitas domiciliarias, atención individualizada, grupos de escucha de mujeres víctimas de la violencia sexual y otros tipos de violencia, así como, actividades con jóvenes en riesgo de exclusión, la comunidad de Masisi ha logrado mitigar las graves barreras psicoemocionales que se han producido a causa del adverso contexto y la continua crisis humanitaria que sufre la República Democrática del Congo.
Además, el proyecto ha facilitado el acceso a los servicios básicos de nutrición, cobijo e higiene de los grupos más vulnerables a través de distribución de víveres o kits de higiene, y un componente de acompañamiento, escucha y formativo muy importante centrado en la resiliencia y en la intervención psicosocial que se ha trabajado desde el centro de las poblaciones afectadas de la mano de JRS.
© Sergi Cámara/Entreculturas
Los retos humanitarios en la República Democrática del Congo son innumerables. Sin embargo, acciones como las desarrolladas en el marco de los dos proyectos presentados apoyados por la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID) traen un rayo de esperanza a las poblaciones desplazadas y refugiadas, con las que en Entreculturas, junto con nuestra organización socia local en terreno, JRS, estamos profundamente comprometidas y comprometidos.
JRS y Entreculturas trabajamos desde hace años para acompañar, aliviar el sufrimiento y superar las graves dificultades de miles de personas atrapadas en una de las más severas y prolongadas crisis humanitarias del planeta. Para ello, necesitamos garantizar la continuidad de las intervenciones iniciadas, así como, desarrollar nuevos proyectos que permitan ofrecer a las mujeres y los hombres de todas las edades en situación de máxima vulnerabilidad y extrema pobreza, la posibilidad de una vida digna y un futuro en el que poder confiar.