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Teko Katu: el camino al buen vivir de la comunidad campesina en Paraguay

El 49% de la población paraguaya se sostiene con la producción de alimentos centrada en la agricultura familiar campesina, una forma de vida que está sufriendo varias crisis a la vez: al modelo de producción extensionista, que ha ido ganando terreno a lo largo de las últimas décadas, se suma ahora la situación de la COVID. Con todo ello, muchas familias se han visto gravemente afectadas, tanto es así que se estima que el 42% de la población rural está en situación de pobreza.

A pesar de que Paraguay es un país esencialmente agrícola, no existen leyes sólidas que defiendan y protejan a la comunidad campesina en situaciones de vulnerabilidad, de ahí que el trabajo de entidades como el Centro de Estudios Paraguayos Antonio Guasch (CEPAG), al que apoyamos desde Entreculturas, sea fundamental. Junto a ellos brindamos herramientas a las familias para mejorar la producción hortícola, agrícola y agropecuaria respetando lo que la cultura guaraní llaman teko, el modo de vida comunitaria.

Teko Katu es un concepto que resume lo que llamaríamos modernamente como desarrollo integral. Durante más de 53 años el CEPAG ha acompañado a los colectivos más excluidos y desprotegidos del país, promoviendo su participación activa en la sociedad. Trabajan junto a otras asociaciones campesinas a través de proyectos de desarrollo rural centrados en la seguridad alimentaria, la producción agroecológica y la economía social y solidaria.

Uno de los proyectos más destacados son las ferias locales en las plazas municipales y en Asunción, la capital del país. Estas iniciativas permiten a los campesinos vender sus productos y evitar que se desperdicie gran parte de su cosecha. También se han creado almacenes de consumo ubicados en lugares estratégicos, como la ruta principal de la ciudad de Yasy Cañy, para comercializar con el público en general o bien realizar intercambios con los demás productores. Esta propuesta, impulsada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) junto a Entreculturas, ha supuesto un gran logro para muchas familias campesinas del distrito.

La Red de comercialización Teko Katu

Gracias al proyecto “Teko Katu: sistema alternativo de comercialización agroecológica en base a la economía social y solidaria en Paraguay” nació la Red Teko Katu. Desde su nacimiento el objetivo ha sido comercializar los productos de las familias campesinas a través de un sistema de precios justo y el respeto por los principios de la economía social y solidaria. 

Uno de los resultados tangibles de esta red ha sido la tienda de alimentos y productos artesanales Teko Katu en la ciudad de Asunción, inaugurada en julio de 2020. Su apertura es el resultado del esfuerzo y el compromiso de innumerables rostros que dedican su propia vida a producir en sus huertas alimentos sanos que luego proveerán a la Red. El camino que siguen estas familias campesinas no es fácil, por eso la Red las acompaña en todo su proceso para que logren alcanzar su Teko Katu, el buen vivir.

Una red con rostro de mujer y respetuosa con el medio ambiente

La Red pone especial atención a las mujeres, quienes sostienen en gran medida los procesos productivos en las huertas, en la cría de animales y en la elaboración de mermeladas, dulces, queso, etc. Las mujeres son las encargadas de activar las estructuras organizativas de sus asociaciones y las que propician los canales de comercialización. No son participantes en la construcción de la Red, sino que son las protagonistas principales de la misma, demostrando así que es posible la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. 

Otro de los retos que enfrentan las familias paraguayas campesinas es el cambio climático, una amenaza en aumento. Según Natalia Báez del equipo de comunicación de CEPAG, “cada día son más preocupantes las consecuencias del deterioro ambiental que afectan a la agricultura familiar campesina, como las sequías, las altas temperaturas, las inundaciones, etc.

Desde la Red apuestan por la producción orgánica sostenible y la utilización de técnicas y prácticas que no afecten al medio ambiente. Las comunidades campesinas caminan hacia el Teko Katu con el cuidado del suelo, el uso de fertilizantes caseros, la asociación de cultivos, y la no utilización de químicos que aceleren el proceso de producción. Un desafío que necesita de todos dedicación y compromiso para cuidar la casa común que habitamos.

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