El Día del Artista, aunque no es tan celebrado como otras festividades, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el poder del arte para transformar vidas. Para muchos, el arte es simplemente una forma de expresión, mientras que para otros, es un refugio, un espacio de paz y desconexión. En Entreculturas, creemos firmemente que el arte puede ser una herramienta para inspirar, sanar y empoderar a las personas. Hoy te contamos la historia de Serge Lumbule.
Un nuevo comienzo en Uganda
Serge Lumbule es un refugiado congoleño que ha vivido en Kampala, Uganda, desde 2009. Su vida como refugiado comenzó cuando apenas era un niño, escapando de la violencia y la persecución. Su familia se vio obligada a huir debido a los ataques de hombres armados que buscaban a su padre, un minero de oro.
Tras llegar a Uganda, Serge y su familia se enfrentaron a numerosos desafíos. Sin amigos ni familiares para apoyarlos en su nuevo hogar, debieron afrontar la vida en un entorno completamente desconocido.
“La vida era una pesadilla para nosotros, sin comida, pero intentamos sobrevivir como los pájaros en el aire”, afirma.
Inicialmente, no pudo asistir a la escuela por la falta de recursos económicos y la barrera del idioma, ya que en Uganda se utiliza el inglés como lengua de instrucción. Sin embargo, tuvo la oportunidad de participar en un programa educativo del Servicio Jesuita a Refugiados que le abrió muchas puertas
Gracias a su dedicación y perseverancia, ganó una beca que le permitió iniciar su educación primaria. Desde entonces, Serge no solo ha destacado en al ámbito académico, sino que también se ha convertido en un hábil artista.
“Tener la oportunidad de estudiar sin interrupciones me hizo darme cuenta que esta era la única posibilidad que tenía para convertirme en una mejor persona y no en un recolector de chatarra en las calle”, menciona Serge.
El poder del arte
Serge ha encontrado en el arte una verdadera vocación y una fuente de ingresos. Sus habilidades con el lápiz y el papel le permiten crear retratos y obras de arte visual y abstracto que vende para contribuir al sustento de su familia. Serge aspira a cursar una carrera en ingeniería civil en la universidad y considera que su capacidad en el arte y la ingeniería lo hace excepcionalmente versátil. Actualmente, vive con su madre y cuatro hermanos.
Desde Entreculturas creemos en el poder del arte para transformar vidas. Por ello, apoyamos el trabajo de JRS en Uganda y otros países para fomentar el acceso a la educación y promover el desarrollo integral de las comunidades.
Así, acompañamos a niños, niñas y jóvenes como Serge para que encuentren en la escuela un espacio seguro en el que puedan descubrir y nutrir su creatividad, superar las adversidades y construir un camino hacia un futuro más brillante. Creemos que la educación y el arte son herramientas fundamentales para empoderar a las generaciones venideras y forjar un mundo más justo y lleno de oportunidades.