Monitoras de la Red Solidaria de Jóvenes en Alicante
Hola, yo soy María. También fui alumna del Colegio Inmaculada Jesuitas y fue durante esos años donde tuve la oportunidad de conocer Entreculturas. Comencé como voluntaria en la delegación hace ya 5 años y este año, junto a dos compañeras, soy monitora de la Red. Entre las tres –y con ayuda de la delegada–, nos hacemos cargo de un grupo numeroso de chicos y chicas. Nuestro objetivo es hacerles partícipes de la sociedad, como ciudadanos activos y responsables por la lucha de un mundo más justo. En el poco tiempo que llevo está siendo una labor muy gratificante.
Creo en este trabajo. De hecho, cuando decidí estudiar la carrera de Magisterio fue porque estoy convencida, al igual que Entreculturas, de que la educación es imprescindible para producir esa transformación social que el mundo necesita, y qué mejor modo de contribuir a ello que apoyar este proceso de educación integral de los chicos y chicas de la Red.
Me llamo Rocío, conocí Entreculturas porque fui al colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante, pero mi relación directa empezó cuando yo tenía 15 años y entré a formar parte de la Red Solidaria de Jóvenes. Para mí, esta experiencia supuso un completo giro en mi vida, me descubrió el camino de mi futuro que me gustaría que fuera en ámbito del Derecho Internacional. Cuando salí del colegio me hice voluntaria oficialmente y, ahora mismo, llevo la Red de Jóvenes en el colegio en el que yo participé junto con María y otra compañera. Lo que más me ha llamado siempre la atención de Entreculturas es que conoce la clave exacta para la evolución de la sociedad y la promoción de una justicia igualitaria: la educación. Es algo con lo que yo estoy muy de acuerdo.