En el marco del Día Europeo de la Justicia presentamos, junto a Pueblos Unidos, la campaña SOY ACOGIDA. Bajo el lema “Soy esperanza, soy oportunidades, soy futuro”, buscamos promover una cultura de hospitalidad, acogida y solidaridad para las personas migrantes.
Hace exactamente un mes, en la Jornada Mundial del Migrante y los Refugiados, el Papa Francisco nos invitaba a “construir un futuro donde las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y víctimas de la trata puedan vivir en paz y con dignidad”, y agregó que es “también gracias a estos hermanos y hermanas que las comunidades pueden crecer a nivel social, económico, cultural y espiritual; y compartir las diferentes tradiciones enriquece al Pueblo de Dios”.
Con casi 20 de años de presencia en el barrio madrileño de La Ventilla, nuestras compañeras y compañeros de Pueblos Unidos tiene experiencia en el acompañamiento de las problemáticas que sufren las personas migrantes en su día a día. Barreras sociales, económicas y judiciales son algunos de los obstáculos que les impiden construir un futuro seguro y digno. Entre ellas, destaca con mayor fuerza la falta de información, el desconocimiento sobre sus derechos y cómo exigirlos, la imposibilidad de regularizar su situación migratoria, la ausencia de asesoría legal gratuita y la desconfianza en el sistema de justicia.
Estas situaciones, lejos de ser justas, entorpecen y privan la libertad de las personas migrantes y la posibilidad de acceder a un porvenir mejor para ellas y sus familias. Personas que contribuyen de manera significativa a la sociedad, desempeñando ya el 4,6% de los empleos en Europa. Sin embargo, a pesar de este dato, la realidad es otra. Por eso, desde ambas entidades abogamos porque cada persona, cada joven, cada familia que llega con esperanza de tener mejores oportunidades se sienta parte de esta sociedad, conozca sus derechos y pueda salir adelante, con el fin de construir su propio futuro.
Somos Acogida. Somos Esperanza.
El joven Mohamed Sadiki es un claro ejemplo del intenso proceso que viven las personas migrantes cuando llegan al país de acogida. Nacido en Marruecos hace 22 años, llegó a España en 2018, donde quedó en situación de calle al cumplir la mayoría de edad. Después de pasar por varias ONGs y ciudades, llegó a Madrid de la mano de Pueblos Unidos. Desde entonces, Mohamed ha sido voluntario en un restaurante para familias desfavorecidas, ha comenzado sus estudios de la ESO y trabaja de panadero todas las mañanas. “Estoy muy contento con todo el apoyo que me ha ofrecido tanta gente buena. Por eso también ahora busco devolver, ayudar”, Mohamed Sadiki.
Como Mohamed, en todo el mundo hay más de 100 millones de personas que se han visto obligadas a migrar en busca de mejores oportunidades, para dejar atrás situaciones de pobreza, exclusión o violencia en sus países de origen o de paso. Tanto en el camino como en el destino, deben enfrentarse a situaciones de rechazo, abusos y mafias, siendo las familias y los jóvenes los grupos más vulnerables.
“Hay mucho desconocimiento; las realidades, cuando no son conocidas, como los fenómenos sociales, generan rechazo. Las migraciones son algo desconocido por muchas personas y por eso a menudo generan una reacción adversa”, afirma Iván Lendrino, Coordinador de Intervención Social del Centro Pueblos Unidos. “Esta campaña busca una sociedad más diversa, llena de enriquecimiento cultural, que descubra talentos y que se implique en la dinámica de la cohesión social”, agrega.
Somos Acogida. Somos Oportunidades.
Para garantizar una acogida digna y justa, nuestras compañeras y compañeros de Pueblos Unidos ofrecen acompañamiento, atención y acogida a quienes llegan a Madrid en busca de una vida con más oportunidades. Con la vista puesta en conseguir ese objetivo, el centro trabaja en seis líneas de acción:
- Acogida: acompañar y servir a todas las personas que necesitan una primera atención, bienvenida, escucha y orientación.
- Atención Jurídica: el acompañamiento y la acogida no pueden tener un verdadero impacto en la vida de las personas migrantes sin una orientación jurídica y asesoramiento legal que les permita conocer y defender sus derechos.
- Hospitalidad: desde los programas de acogida residencial, con jóvenes y familias, construyen una cultura de hospitalidad, no sólo a través de la vivienda, sino ofreciendo acompañamiento integral, formación, atención jurídica y sociolaboral, así como actividades de encuentro y ocio.
- Formación y Empleo: cuentan con programas de formación prelaboral y orientación para fomentar la empleabilidad. Ofrecen oportunidades para mejorar competencias personales en la búsqueda y mantenimiento del empleo, y lo hacen en diálogo con empresas y empleadores.
- Voluntariado: construir un futuro junto a las personas migrantes y refugiadas solo es posible si lo hacemos entre todos y todas. El voluntariado es una de las líneas esenciales, todos los programas se desarrollan gracias a una extensa red de personas voluntarias, creando espacios de encuentro y cercanía en la acogida, valor de la persona en el centro, participación de la sociedad civil, diálogo y transformación social.
- Espacio Interreligioso: Impulsan un espacio de interioridad donde cada persona que se acerque tenga la posibilidad de plantearse interrogantes, encontrar respuestas, profundizar en la diversidad religiosa y re-conectar.