Desde inicios de septiembre de este año, lluvias persistentes han caído en países de Centroamérica, lo que ha generado inundaciones y deslizamientos de lodo significativos y potencialmente mortales en toda la zona.
Fiona es un huracán de categoría 3 en la escala de Saffir Simpson, con vientos cerca de 185 km/h. Según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), entre el 16 y 18 de septiembre el huracán cruzó El Caribe oriental en forma de tormenta tropical y causó daños menores, excepto en la isla Guadalupe donde falleció una persona y dañó la infraestructura. Además, en Puerto Rico y en la costa de República Dominicana, hubo cortes de energía y bloqueos de carreteras debido a escombros.
Según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), en Puerto Rico cayeron fuertes lluvias de 25 pulgadas que causaron lodo y deslizamientos de tierra, inundaciones y corte de electricidad en toda la isla, dejando a más de 3 millones de personas sin energía eléctrica.
En República Dominicana, las autoridades nacionales confirmaron que 13 mil personas fueron trasladadas a lugares seguros y 1.500 personas están en 49 albergues de emergencia. Más de un millón de personas tienen problemas de suministro de agua y 400 mil habitantes se han visto afectados por los cortes de energía.
Fiona también ha afectado principalmente a la parte occidental de Honduras, específicamente en el valle del Sula, a raíz de importantes crecidas de los ríos que lo cursan. En este valle cruzan dos grandes ríos, el Chamelecón y el Ulúa, y la saturación de agua en la superficie lo hace muy vulnerable y pone en alerta a la población, ya que los bordes son débiles debido a que no se repararon tras el paso de los huracanes Eta e Iota en 2020.
Desde Fe y Alegría Honduras informan que 80 mil habitantes de El Progreso están en riesgo de inundarse por la crecida del río Ulúa, pero quienes habitan zonas aledañas ya han sido evacuadas. La secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (COPECO) declaró alerta roja en los municipios cercanos al río, pidió la evacuación de varias localidades de la región y el 21 de septiembre reportó 220 personas evacuadas en lanchas. En el ámbito educacional, las actividades académicas se han suspendido por 48 horas como mínimo.
La situación actual de los centros educativos Fe y Alegría Honduras es diferente en cada sector. La ciudad de El Progreso cuenta con tres centros de albergues coordinados por el Comité de Emergencia Municipal (CODEM). Aquí se alberga a 252 personas de 55 familias. Se espera que a otro centro lleguen más de 180 familias de diversas zonas afectadas. El Centro Loyola y Centro Bandeira están siendo utilizados como centros de acopio y albergues para más de 60 personas, donde se les brinda servicios básicos. El Centro Nazaret de Urraco está en una zona de riesgo inundable, por lo que movilizaron el material y equipos a partes seguras del edificio, y se espera que lleguen 7 familias evacuadas del sector hoy 23 de septiembre.
Asimismo, las escuelas asociadas a Fe y Alegría también son utilizadas como albergues o centros de acopio. Tres centros habilitados por el CODEM albergan a 55 familias de 11 comunidades de Honduras. Lamentablemente, no todas las escuelas cuentan con todos los servicios básicos para albergar personas, ni todas las zonas son seguras para la comunidad.