Con motivo del Día Internacional de las personas Cooperantes, que se celebra el día 8 de septiembre, cuatro cooperantes de Entreculturas -Bárbara Gil (expatriada en Caribe), Jesús Sevilla (Bolivia), Macarena Costa (Venezuela) y Miguel Santiuste (Líbano)- han querido compartir sus inicios, reflexiones, motivaciones y experiencias en su recorrido. Son cuatro de los más de 2.000 españoles y españolas que se encuentran expatriados/as en terreno, dedicándose profesionalmente a la Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Acción Humanitaria, según la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Macarena, Miguel, Bárbara y Jesús sintieron la vocación por lo social en distintos momentos de su vida. En el caso de Bárbara y Jesús, desde pequeños habían tenido estas inquietudes, aunque Jesús reconoce que su manera de entender la Cooperación era un poco idealizada debido al desconocimiento. Con el tiempo fue poniendo los pies en la tierra, estudió un máster de Cooperación Internacional y pudo ver la realidad desde cerca. Tanto Macarena como Miguel sintieron el impulso de dedicarse a la Cooperación profesionalmente tras una experiencia de voluntariado, él en Gana y ella en India. “Fui consciente de que las habilidades y aptitudes que había ganado durante años podía ponerlos al servicio, me podían trascender a mí mismo” cuenta Miguel, que tras esa experiencia reveladora dejó su trabajo en una multinacional para dedicarse profesionalmente a la Cooperación.
Las personas que se dedican a Cooperación en terreno tienen que tomar la decisión de vivir lejos de sus familiares y de su tierra: los cuatro coinciden en que en la balanza pesa más lo positivo. “Es estimulante, conoces a gente diversa con una visión en muchos casos diferente a la tuya, estás descubriendo constantemente cosas”, afirma Bárbara. Para Miguel lo más gratificante es darse cuenta de cuáles son las cosas imprescindibles y de las pocas cosas en la vida que hay que lo sean, más allá de la familia y los amigos y amigas.
Curiosidad insaciable, empatía, creatividad, flexibilidad, respeto… son algunas de las cualidades que consideran que debe tener una persona cooperante. Y coinciden en que es fundamental trabajar desde la humildad. “Cuando llegas a un contexto nuevo, complejo y difícil, tienes que entender que hay formas de hacer las cosas más allá de la tuya”, afirma Bárbara. “Hay que ir muy aterrizada en cuál es el centro de la motivación en la que vas”, comparte Macarena. Para Jesús, estar en contexto de vulnerabilidad te hace “analizar desde el privilegio que estás ahí y para qué estás ahí”.
Bárbara recuerda con mucho cariño su llegada a Haití y la acogida tan calurosa que recibió: “Me sentí muy integrada; no me lo había planteado mucho, pero no tendría por qué ser tan intuitivo llegar a un país tan diferente y tener tan buena acogida”. A Miguel un recuerdo que siempre le acompaña es la primera vez que fue a un asentamiento informal de personas refugiadas entre Líbano y Siria, en Bar Elias, una zona donde Entreculturas apoya a JRS. Le impactaron las condiciones de precariedad en las que vivían. Ese mismo día fue a visitar un colegio dentro del campo de personas refugiadas y fue para él como ir a un oasis en el desierto. “Niños y niñas jugando, profes… el colegio es el lugar donde creces como persona, donde haces amistades… y eso no te lo puede quitar nunca nadie”, afirma.