Durante los días 27 a 29 de mayo de 2019 tendrá lugar en Palma de Mallorca la III Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras, en la que estaremos presentes desde Entreculturas, apostando por la educación como elemento esencial de protección y con el objetivo de contribuir a dar visibilidad a las Directrices y compartir algunos de los ejemplos de buenas prácticas que nuestros aliados internacionales llevan a cabo sobre el terreno. Desde Entreculturas llevamos muchos años apostando por la educación como clave para proteger los derechos de los miles de niños y niñas que son víctimas de los ataques, y consideramos que este foro es esencial para visibilizar esta realidad y para sensibilizar acerca de la importancia de este problema.
España acoge esta Conferencia junto con Argentina, Noruega y la Coalición Global para Proteger la Educación de los Ataques. La Conferencia contará con la presencia del Ministro de Asuntos Exteriores de España, la Secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, así como altos cargos de Naciones Unidas y representantes de las organizaciones de la sociedad civil que, sobre el terreno, protegen la educación. El objetivo de la Conferencia es poner de relieve la importancia que tiene proteger la educación en situaciones de conflicto y de inestabilidad. Es este también el motivo por el que en el año 2010 se aprobaron la Declaración sobre Escuelas Seguras y las Directrices para Prevenir el Uso Militar de Escuelas y Universidades durante Conflictos Armados. España ha firmado la Declaración, mostrando su voluntad firme de contribuir a la protección de la educación. Al firmar la Declaración, los Estados también se comprometen a respaldar y a utilizar las Directrices para su implementación. La Conferencia pretende dar visibilidad a ambos textos, debatir acerca de los desafíos a los que hacer frente y compartir ejemplos de buenas prácticas de la implementación de los contenidos de las Directrices sobre el terreno.
Junto con nuestras organizaciones aliadas internacionales, Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados, apostamos por la educación como elemento esencial de protección, resiliencia y reconciliación. Consideramos que esta Conferencia es crucial en este momento de desestabilidad global para la educación. La Declaración, junto con sus Directrices, son de extremada relevancia para recordar la importancia que tiene la tan a menudo olvidada educación en emergencias.
«La educación salva vidas«, afirma Irene Ortega, coordinadora de Ciudadanía de Entreculturas, presente en la Conferencia. «Los niños, niñas y adolescentes necesitan educación igual que necesitan asistencia sanitaria, comida o vivienda», añade. «La educación los protege, minimiza los daños y aumenta su capacidad de resistir al trauma, al tiempo que construye su futuro. Es precisamente en los conflictos armados y en sus consecuencias, como el desplazamiento forzoso y el refugio, cuando más tenemos que garantizar el derecho a la educación. Sin embargo, la mitad de los niños y niñas sin escolarizar están en países en conflicto. Las niñas y adolescentes son quienes más sufren el impacto brutal de la violencia. Una adolescente en un país en conflicto tiene un 90% más de posibilidades de no continuar su educación que cualquier otra. Tenemos que proteger la educación en conflictos y contextos de crisis prolongadas porque es una cuestión humanitaria y porque no deja de ser un derecho humano en ninguna circunstancia”.
La Coalición para Proteger a la Educación de los Ataques señala en un reciente informe que al menos en 74 países se produjeron incidentes violentos entre 2013 y 2017, haciendo que murieran y resultaran heridos miles de estudiantes, educadores y educadoras, además de destruirse cientos de centros educativos. Por otro lado, en los últimos 10 años el número de personas refugiadas y desplazadas que se han visto forzadas a abandonar sus hogares es de 68´5 millones, de los que 36 millones son menores de 18 años, estando únicamente 61% de ellos escolarizados en educación primaria y menos del 25% en educación secundaria. El alumnado merece respeto y una protección especial, pero esta alarmante situación global hace que día tras día se vea vulnerado su derecho a la educación que además está reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en la Convención sobre los Derechos de la infancia y en el derecho internacional humanitario.
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