Todas las elecciones son importantes: en ellas reside el núcleo de nuestra democracia y es el momento del ejercicio del poder por parte de la ciudadanía. En 2019 las elecciones recorren todos los niveles de organización política del Estado: locales, autonómicas, estatales y europeas.
Hay motivos de preocupación, y muchos, de cara a estas elecciones, pero también debemos reconocer que nuestras democracias europeas poseen una enorme fortaleza, y que la división de poderes se convierte en un contrapeso imprescindible para asegurar el respeto a los marcos constitucionales.
El año 2019 está lleno de citas electorales. Además de las cuestiones concretas de cada una de las elecciones, deberíamos estar atentos a tendencias más profundas que van marcando nuestra vida política: el desencanto con el proyecto europeo, que sirve de justificación para la falta de solidaridad; la desigualdad económica como una forma de injusticia muy arraigada en nuestras sociedades; el desencanto con la democracia formal, comprensible por la rigidez de la representación de los partidos políticos, pero que al ponerse en cuestión evidencia la fragilidad de otras alternativas; y el reto novedoso de las redes sociales y los flujos masivos de información, que alimentan el prejuicio y la polarización. Si queremos ejercer el derecho a un voto informado, tendremos que esforzarnos un poco más.
Qué está en juego:
España deberá recuperar y situar en el centro de su acción exterior una cooperación ambiciosa, transformadora y conectada con una ciudadanía que ha demostrado ser comprometida y solidaria. De ese modo, se reforzará la dimensión internacional de la Agenda 2030; y se fomentará nuestro liderazgo en el seno de la Alianza Global para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible desde el enfoque de género y de derechos humanos.
La Cooperación debe ser la principal herramienta para definir nuestro papel en el mundo como país solidario y comprometido con los principales desafíos globales. Es fundamental garantizar que España asume un liderazgo, propositivo y ambicioso, en asuntos como el clima, equidad de género, migraciones, fiscalidad, derechos humanos y paz. Una apuesta que ha de realizarse desde el multilateralismo, la solidaridad y la garantía de que todas las políticas contribuyen coherentemente con el desarrollo sostenible.
Es necesario recuperar una política pública de cooperación fortalecida, estable, innovadora, de calidad, en la que participen los actores de la cooperación, que consiga superar los años de recortes y que deje atrás la situación de absoluta excepcionalidad dentro de los países de la Unión Europea.
Además, el Gobierno que salga de las urnas deberá contribuir a que la Unión Europea ponga los derechos humanos, la sostenibilidad y la paz como ejes de su acción exterior. También, deberá participar en los espacios multilaterales de las instituciones, plataformas y fondos estratégicos que promueven el desarrollo y la justicia global.
Por tanto, nos jugamos:
- Una política de Estado de cooperación internacional de calidad y orientada a erradicar la pobreza y garantizar la educación para todas las personas como clave para un desarrollo sostenible.
- La recuperación de una política de cooperación descentralizada que mejore la capacidad de las CCAA a nivel local para fortalecer el sistema de cooperación.
- La dotación presupuestaria para la Ayuda Oficial al Desarrollo de un 0.5% de la Renta Nacional, dotando parte para Emergencias y Educación.
En Migraciones Forzosas:
La migración de las últimas décadas ha conformado una España diversa. Necesitamos tomarnos muy en serio la gestión de dicha diversidad como una gran oportunidad. La integración es responsabilidad compartida de las personas migrantes y de la sociedad de acogida. Las cifras de llegadas por la frontera sur no son alarmantes; lo que preocupa es la mayor dureza de la ruta mediterránea occidental, la mayor vulnerabilidad y riesgo en los que coloca a quienes transitan por ella. Ello se debe, en parte, a una política dominada por el miedo y el egoísmo de nuestro opulento continente –capaz de abonar cantidades ingentes de dinero a otros para que hagan lo que nadie desearía hacer–.
Entre las personas que llegan por el Mediterráneo y por otras vías las hay con necesidades de protección. Las migraciones forzosas se están intensificando en el mundo, y aumentan las cifras de personas refugiadas. España ha hecho un esfuerzo en los últimos años para ampliar y mejorar el sistema de acogida de solicitantes de asilo,
con resultados parciales, exiguos en algunos aspectos. Cuenta con un modelo que
podría tener un más éxito de contar con apoyos regionales y locales, de combinarse
con otros modelos como el patrocinio comunitario, entre otros.
Por tanto, nos jugamos:
- El fortalecimiento de una sociedad cohesionada y hospitalaria que conviva más allá de nacionalidades. La migración es oportunidad, no amenaza.
- La garantía de que el Estado cumpla con sus obligaciones internacionales y acoja a todas las personas que huyen para salvar su vida.
- El compromiso del Estado con los derechos de las personas migrantes sea cual sea su estatus legal.
- La protección especial e integración de la infancia y adolescencia migrante. La protección y el respeto a los derechos de las personas en nuestra frontera y en los Centros de Internamiento de Extranjeros.
- El mantenimiento de las operaciones de rescate en el Mediterráneo, cesando las devoluciones sumarias y luchando contra las redes de trata y tráfico ilícito.
En Sostenibilidad Ambiental:
El planeta afronta una severa crisis medioambiental, debida en gran medida a la actividad humana. Es una crisis que afecta a la naturaleza en su conjunto y que desborda los límites de nuestras fronteras nacionales. Como humanidad, tenemos la necesidad de gestionar y defender los bienes comunes naturales. La política, que se encarga del bien común, es el ámbito en el que es posible abordar estas cuestiones. Aunque los problemas son internacionales, a nivel nacional podemos hacer mucho para proteger la vida en nuestro país. Además, es el nivel en el que asumir las responsabilidades globales que nos corresponden.
Por tanto, nos jugamos:
- El cuidado del medioambiente, cada vez más castigado por el cambio climático y la contaminación.
- La dotación de recursos para una educación ambiental y una sensibilización que favorezca un estilo de vida respetuoso con el cuidado de la naturaleza.
- La coherencia en todas las políticas públicas para que estén encaminadas al desarrollo sostenible.
En Igualdad de Género:
Son necesarias políticas públicas dirigidas a eliminar todo tipo de barreras y desigualdades que contribuyan a la construcción de una sociedad más igualitaria, donde el hecho de ser niña o mujer no sea un elemento discriminatorio. Las masivas movilizaciones globales en torno al 8 de marzo de los últimos años interpelan a la ciudadanía y a los gobiernos para impulsar políticas que favorezcan la igualdad real.
Por tanto, cobra urgencia:
- La adopción de políticas públicas que eliminen todas las barreras y desigualdades, tanto visibles como simbólicas.
- La construcción de una sociedad igualitaria, donde todas las personas podamos vivir con la misma libertad y dignidad.
- La revisión del sistema educativo para que promueva la igualdad entre niñas y niños y potencie el desarrollo pleno de todas sus capacidades libre de prejuicios y sexismo.
En Fiscalidad:
En términos de renta, España se sitúa como tercer país más desigual en la UE después de Rumanía y Bulgaria. Combatir la desigualdad exige medidas de distinto tipo y calado, entre ellas figuran las relacionadas con la mejora de los ingresos públicos por la vía de una fiscalidad y unos impuestos sostenibles y suficientes. El sistema fiscal de los Estados no siempre parece justo; a este respecto, cabe señalar que tal injusticia a menudo es en perjuicio de los sectores económicos más débiles y en ventaja de los más equipados y capaces de influir, incluso en los sistemas normativos que regulan los mismos tributos. De hecho, la imposición tributaria, cuando es justa, desempeña una fundamental función equitativa y redistributiva de la riqueza, no sólo en favor de quienes necesitan subsidios apropiados, sino también en el apoyo a la inversión y el crecimiento de la economía real.
Por tanto, está en juego:
La consolidación de un modelo fiscal más justo, robusto y que redistribuya mejor las rentas.
La revisión del actual sistema de beneficios fiscales para sanear las cuentas públicas, lo que permitirá llevar a cabo todas aquellas medidas necesarias para combatir la pobreza y la desigualdad, concretamente, la revisión del impuesto de sociedades y la lucha contra el fraude y la elusión fiscal.
La aplicación de todas aquellas medidas necesarias para combatir la pobreza y la desigualdad, concretamente, la revisión del impuesto de sociedades y la lucha contra el fraude y la elusión fiscal.
En Infancia:
13.400 es la cifra de jóvenes que llegaron a nuestro país a finales de 2018 sin la tutela de un adulto y en situación administrativa irregular. La distribución entre Comunidades Autónomas de estos jóvenes es muy desigual y la asistencia prestada varía mucho de un lugar a otro.
Se necesita una mayor racionalización de la protección otorgada. Esta responsabilidad de protección no puede depender únicamente de las Comunidades Autónomas, debido precisamente a esa aleatoriedad en las llegadas.
Lo que nos estamos jugando es:
- La respuesta conjunta desde el Estado a la llegada de adolescentes migrantes y menores no acompañados (MENA) con capacidad y presupuesto suficientes para hacer frente a las necesidades de estos niños y adolescentes.
- La inversión en políticas públicas que protejan a la infancia y adolescencia de manera prioritaria.
En Ciudadanía Global:
Los retos globales que enfrentamos requieren de una sociedad preparada y a la altura de las exigencias que supone la interrelación de los mismos y la responsabilidad tanto individual como colectiva en una sociedad civil que ya es global pero que necesita articularse y fortalecerse para movilizarse.
Por ello, cobra urgencia:
- La formación de una ciudadanía comprometida y solidaria con causas globales como la ecología, las migraciones o la erradicación de la pobreza y la desigualdad, en coherencia con los compromisos internacionales de la Agenda 2030.
- Los espacios de participación democrática y de expresión de solidaridad como el asociacionismo, el voluntariado o la movilización social.
- Es tu turno. ¿qué puedes hacer?
Elige una representación política que esté al servicio de unas instituciones públicas responsables con los derechos humanos y la sostenibilidad.
DOCUMENTOS DE PARTIDA:
Porque #HayMuchoenJuego, hemos participamos de la elaboración y visión de los documentos que te invitamos a consultar a continuación: por un lado, como parte del sector social de las obras de la Compañía de Jesús y por otro, como ONGD de cooperación que forma parte de la Coordinadora de ONGs
DOCUMENTO DE LA COORDINADORA DE ONG- ESPAÑA
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DOCUMENTO DEL SECTOR SOCIAL DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
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DOCUMENTO ACERCA DE LA COOPERACIÓN DESCENTRALIZADA |
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HAY MUCHO EN JUEGO