Este año se cumple el décimo aniversario de la campaña La Silla Roja. Una campaña muy especial que marca la vuelta al curso escolar y con la que en Entreculturas ponemos el foco en la situación del derecho a la educación en el mundo. En esta ocasión, con el lema “El lugar donde todo es posible”, la campaña reivindica el derecho a una educación de calidad para todas las personas, que se adapte a todas las necesidades, siendo inclusiva e integradora.
Para profundizar en la situación de la inclusión educativa de las personas con discapacidad en todo el mundo, la campaña cuenta con el informe “Educar es incluir, un camino que garantiza derechos”. Un exhaustivo informe que se ha presentado este miércoles 21 en el webinar ‘Educar es incluir, un camino que garantiza derechos’.
En él, de la mano de Macarena Romero, Técnica de Incidencia Política de Entreculturas, e Irene Ortega, Coordinadora del Área de Ciudadanía de Entreculturas, un plantel de expertos y expertas han profundizado en los retos educativos de la infancia y la juventud con discapacidad desde una mirada global y local. Para abordar y detenerse en todos los detalles, además de contar con una presentación del informe donde Macarena Romero ha recalcado la importancia de la equidad como ”fórmula de hacer asequible la educación para todos los habitantes de un país”, el webinar se ha distribuido en dos mesas redondas.
Primera mesa: Presentación de ‘Educar es Incluir’
La primera mesa ha estado compuesta por cuatro personas que están inmersas en el mundo de la inclusión educativa en diferentes puntos del planeta.
Desde Costa Rica hemos podido hablar con el autor del Informe, Vernor Muñoz, ex Relator de Naciones Unidas por el Derecho a la Educación, que ha aportado los principales datos sobre discapacidad en el mundo llamando la atención sobre los prejuicios y estereotipos que enfrentan las personas con discapacidad. “Ello ha configurado leyes, reglamentos y directrices basados en falsas premisas, que obligan al funcionariado a poner en práctica sistemas segregados de atención en salud y educación”.
Desde Bolivia, Carmiña de la Cruz, miembro de la Iniciativa de discapacidad de la Federación Internacional de Fe y Alegría (FiFyA) ha afirmado que tenemos una “deuda histórica con la población con discapacidad por la situación de exclusión en la que han vivido por muchos años». En este contexto, ha asegurado que la inclusión de las personas con discapacidad “es un reto para Fe y Alegría, porque buscamos generar esos cambios y transformaciones profundas en los centros educativos”.
Daniela Bruni, especialista en educación de emergencias del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), nos ha acercado a la realidad que vive la infancia discapacitada en los campos de personas refugiadas. “La metodología del SJR es trabajar con desde un enfoque multisectorial para ayudar a las personas con discapacidad a alcanzar su máximo potencial. Ponemos en marcha campañas de sensibilización dirigidas a la comunidad en su conjunto”.
Por último, desde España, Gregorio Saravia, Delegado de Derecho Humanos y para la Convención del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, ha recalcado que la estigmatización que sufren los niños, niñas y adolescentes con discapacidad “provoca dificultades en su escolarización y muchos son objeto de acoso escolar”. En su discurso ha apelado a la solidaridad: “la educación inclusiva es un recorrido, un horizonte que necesitamos recorrer como sociedad”.
Segunda mesa: Un camino cotidiano
Moderada por Irene Ortega, la segunda mesa ha tenido lugar la segunda mesa del webinar titulada ‘Un camino cotidiano’.
Rubén Sequeros, técnico de la Fundación AVIVA, ha aportado su experiencia personal, la mirada de una persona con discapacidad. “Mi forma de caminar hoy en día es en silla de ruedas”. En La Fundación Aviva lleva a cabo proyectos de deporte adaptado dirigidos tanto a niños y niñas con o sin discapacidad. “Invitamos a que practiquen deporte, les ponemos en una silla de ruedas, con un antifaz y así todos estamos iguales”.
También hemos conocido el recorrido profesional y personal de Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos que trabaja junto a la cantautora Rozalén. Sobre su papel en los escenarios afirma que es una forma de sensibilizar. «De repente el público descubre una lengua y una realidad que desconocían”. En su intervención ha apelado a la empatía: “ser conscientes de las realidades que coexistimos nos hace más empáticos. Nos es tan difícil hacer que el mundo sea un lugar para todos y todas”.
Adrián Fernández, joven con discapacidad, nos ha abierto las puertas al programa ‘Así quiero mi vida’, en el que participa a través del Colegio San Estanislao de Kostka. “En el programa aprendemos habilidades domésticas, a manejar el dinero, ordenar las facturas, hacer la lista de la compra, etc. También a ir solo a los sitios, a ser más independiente y autónomo«.
A través del testimonio de Álvaro Valpuesta, voluntario Internacional (VOLPA) en Tanzania, hemos podido conocer una historia de esperanza. «En una actividad de pintura inclusiva se sentaron niñas y niños con y sin discapacidad, algo poco habitual aquí. Me quedo con este dibujo que dice ‘Let’s play together’. Vamos a jugar todas y todos juntos”.
Para finalizar, Irene Ortega ha agradecido a todos los expertos y expertas por su tiempo, generosidad, esfuerzo y compromiso con una educación más justa e inclusiva, que, indudablemente nos llevará a sociedades más justas e inclusivas.