Foto: © Barbara Gil / Entreculturas – JRS
En la mañana del 27 de enero, los rebeldes del 23 de Marzo (M23), apoyados por Ruanda, irrumpieron en Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), y se hicieron con el control de la ciudad, de un millón de habitantes.
Se trata de una escalada dramática en una crisis de larga duración que asola esta zona desde hace demasiado tiempo. Los combates han desarraigado a más de dos millones de personas de sus hogares, exponiendo a miles de personas de los alrededores de Goma a la violencia de diversas milicias. Ruanda y el M23 controlan ahora prácticamente toda la provincia de Kivu Norte y, por la fuerza de las armas, han forjado una nueva realidad en la región. Y lo peor podría estar por llegar. Los rebeldes se están adentrando en la vecina provincia de Kivu del Sur.
Debido a esta escalada de violencia desde principios de este año 2025 se han ralentizado las actividades que el Servicio Jesuita a Refugiados lleva a cabo en Kivu Norte acompañando, sirviendo y defendiendo a muchas personas que viven las consecuencias de años de conflicto armado y que apoyamos desde Entreculturas y Alboan.
Tal como nos cuenta Victor Setibo Batuzolele, Director Nacional de JRS en RDC, la situación en Goma es muy confusa, tras varios días de violencia, las personas que habían estado encerradas en sus casas durante más de 3 días empezaron a salir tímidamente. Algunos buscan dónde conseguir agua y comida; otros buscan noticias de sus seres queridos, familiares y amigos; otros buscan noticias sobre lo que estaba ocurriendo. Varios negocios de la ciudad fueron saqueados y el tráfico sigue siendo muy lento.
Desde el JRS se seguirá trabajando para volver a la normalidad tan pronto el contexto lo permita y desde la prioridad de la seguridad de las personas empleadas, las organizaciones socias y las personas a las que sirven.