© Paula Casado / JRS Sudán del Sur
Vestidos con uniformes azules y blancos, es fácil reconocer a los 80 jóvenes que participan en el Programa de Recreación del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Mabán. Este proyecto, en el que han participado 250 jóvenes desde que se inició en 2013, forma parte de la intervención de nuestra organización socia en Sudán del Sur, con la que promovemos el acompañamiento psicosocial a la población infantil y adolescente refugiada a través de las artes marciales, las acrobacias o la meditación.
Fomentar la disciplina, el trabajo en equipo y el desafío físico son los objetivos principales de estos entrenamientos, en los que actualmente participan 30 chicas y 50 chicos.
Recientemente hemos podido hablar con el alumnado de artes marciales y con su instructor Issac Auyub. “Quiero que tengan respeto, esto es lo primero, y espero que tengan respeto por su gente. Luego que adquieran competencias y se genere confianza entre ellos y ellas. Quiero que sean buenos/as líderes en el futuro”, asegura Isaac.
Warmin Rija es uno de los jóvenes que asiste semanalmente a los talleres. Refugiado etíope y estudiante del JRS, nos cuenta que antes de asistir a las clases “no estaba feliz. Así que vine al JRS y me encontré a mí mismo. Comencé a cambiar y ahora soy muy feliz”. A través de las artes marciales y otras disciplinas, los niños, niñas y adolescentes refugiados encuentran un espacio seguro donde desarrollarse, relacionarse con otros adolescentes y aprender a convivir.
«Algunos de ellos se están convirtiendo en entrenadores. Me ayudan en las clases y aprenden que puedes ayudar a tu gente, a tu comunidad”, afirma Issac con orgullo.
En contextos de refugio, donde muchas de las personas, también los niños y niñas, han sufrido las consecuencias más duras de la violencia y la guerra, el apoyo psicológico y psicosocial son fundamentales. A través de estos programas, JRS contribuye a fortalecer la comunidad y a sentar las bases para la reconstrucción de la esperanza, la recuperación de la dignidad humana y el fortalecimiento de la cohesión social y la convivencia.