Esta mañana en la Casa San Ignacio del barrio de Ventilla en Madrid hemos presentado el informe “Caminos al Norte: generando narrativas de solidaridad y acogida en torno a las migraciones forzosas», en una semana en la que se conmemora el 70 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos y se celebra la Conferencia Mundial sobre Migración en Marrakech. El Informe contrasta las percepciones de las personas migrantes y refugiadas en Etiopía con el análisis que las organizaciones no gubernamentales hacen de las políticas migratorias. Desde ahí, aboga por la capacidad de la ciudadanía para sustituir las narrativas del miedo por las de la solidaridad y la defensa de los derechos humanos.
La presentación ha estado dirigida por Irene Ortega, Coordinadora del Área de Ciudadanía de Entreculturas, quien ha abierto el acto explicando que “Caminos al norte” es el nombre que da Entreculturas a su línea de trabajo sobre migraciones forzosas en el ámbito de la construcción de ciudadanía global. Caminos que emprenden millones de personas para escapar de la falta de derechos, de condiciones de vida dignas. Personas que ven la migración como una elección ineludible, como una opción habitual en sus entornos ante la falta de alternativas. El Informe “Caminos al Norte: generando narrativas de solidaridad y derechos humanos” pone el foco en quienes se desplazan dentro del continente africano y desde éste hacia Europa. Son caminos hacia un Norte Global entendido como un entorno de dignidad, de prosperidad y de garantía de los derechos. Caminos al Norte son también los que necesitamos emprender hacia la empatía, la solidaridad y el encuentro. También hacia la comprensión de las causas y los causantes de las migraciones forzosas».
El informe cuenta dos miradas. De un lado nos hemos acercado al cuerno de África para tratar de entender las migraciones desde Etiopía, un país con constante tránsito y acogida de personas, pero fuera del foco mediático. James Kayanda, Coordinador de la investigación en Etiopía del Centro Social Hakimani en Nairobi, ha explicado que “se prevé que a finales de 2018, Etiopía acoja a 919.134 personas refugiadas, principalmente del Sudán meridional, Eritrea y Somalia. Etiopía es uno de los países de asilo de refugiados más grande del mundo y el segundo de África, lo que refleja la fragilidad y los conflictos persistentes en la región.
Entre los hallazgos del Informe, James Kayanda ha destacado que, tras las entrevistas realizadas a migrantes y refugiados, se puede concluir que “las personas que quieren migrar no van a dejar de hacerlo. No importa lo peligroso que sea el viaje”. El investigador también ha destacado la doble vulnerabilidad que sufren niños y mujeres. A la situación de vulneración por el hecho de ser refugiados se suma la condición de mujer e infancia. En este sentido, ha destacado que “no va a haber integración (en referencia a las sociedades de acogida) sin una mirada de género y sin una mirada hacia los jóvenes”.
El informe también hace hincapié en la importancia de las remesas, que en muchas ocasiones supera la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o la inversión extranjera, como un elemento que permite a las familias tener más recursos y salir adelante. “Las personas que migran en seguida comienzan a enviar dinero a sus familias. Los lazos estrechos se mantienen a pesar de estar lejos y las remesas son una ayuda fundamental para salir de la pobreza”, ha asegurado James.
De otro lado, con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense hemos recorrido un camino educativo de reflexión sobre migraciones forzosas globales que han promovido la adquisición de una visión crítica e informada de la realidad de las migraciones forzosas cuestionando mitos y prejuicios. Han activado en más de 200 alumnos y alumnas su responsabilidad y capacidad de acción social y política. Por ello, también se ha inaugurado la exposición «Miradas que Migran» que recoge algunas de las creaciones artísticas sobre la realidad de las migraciones forzosas diseñadas por las y los estudiantes. Esta exposición estará hasta el día 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes en Casa San Ignacio en Madrid.
Juanita Bagés Villaneda, Docente Teoría de la Imagen, Grado de Diseño Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense explicaba que “queremos que se salga de la exposición con una reflexión positiva. Que la gente salga con la idea de que todos somos semillas de cambio y que gracias a la labor de cada uno las cosas pueden cambiar. Nuestro objetivo como equipo docente ha sido dotar a los y las estudiantes de herramientas para ser críticos, para comunicarse con la sociedad, guiarlos en el proyecto y que se impliquen. Que nuestra mirada haya migrado ya es un logro: hay que celebrar el camino recorrido”.
Paula Quiñones, alumna del Grado en Diseño de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, participante en el proyecto Miradas que Migran ha contado que “el proyecto ha sido un proceso de diálogo y comunicación constante. Nos han mostrado una realidad de la que no éramos tan conscientes, para hacerla nuestra y trabajar en equipo para mostrarla. Ha sido un proceso que nos ha llenado mucho porque ha ido más allá del trabajo en el aula».
Irene Ortega cerraba el acto haciendo un llamado a que “las organizaciones sociales de la sociedad civil y la ciudadanía tenemos que contribuir de manera incuestionable a la traducción del pacto global de migración en unas políticas migratorias basadas en los derechos humanos que fomenten una cultura de solidaridad y acogida” así mismo ha explicado las recomendaciones del informe.
Tras conocer la experiencia del proyecto Miradas que Migran James Cayanda ha asegurado “cuando hablo de cambio de narrativa siempre pienso en medios de comunicación, pero en este espacio me he dado cuenta que el arte también sirve para cambiar narrativas”.
Recomendaciones para el Gobierno de España:
- Crear vías legales que sean seguras: las medidas efectivas para evitar que las redes de tráfico creen rutas ilegales y aumenten el número de migraciones irregulares, tienen que centrarse en crear oportunidades de migración legal y prevenir la explotación de migrantes por parte de las redes de mafias y tráfico.
- Acoger a las personas migrantes, las solicitantes de asilo y las refugiadas respetando plenamente su dignidad y sus derechos humanos, independientemente de su condición migratoria. Aunque cada Estado tenga derecho a administrar y a controlar sus fronteras, las personas migrantes y refugiadas deben ser acogidas de conformidad con las obligaciones específicas en virtud del derecho internacional, incluidas las leyes sobre el derecho internacional humanitario y aquellas internacionales sobre las personas refugiadas.
- Adecuar la normativa de asilo al marco europeo e internacional, y contar con un Reglamento de Asilo para desarrollar de manera específica el procedimiento, garantizando la seguridad jurídica de personas solicitantes.
- Recuperar la política pública de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) destinando el 0,4% de la Renta Nacional Bruta a la AOD, el 10% de AOD en Ayuda Humanitaria y el 8% de AOD en educación básica, especialmente en contextos de crisis prolongadas y refugio, así como como el 10% en Educación para el Desarrollo Sostenible y la Ciudadanía Global.
- Promover el espíritu integrador y de responsabilidad compartida del Pacto Global de Migraciones en el seno de las instituciones parlamentarias europeas, integrándose en la Red de Migración, así como participar en el próximo Foro Internacional de Revisión de Migraciones en 2022 para revisar y evaluar el progreso realizado a nivel local, nacional y regional.
La Unión Europea debe:
- Redefinir con urgencia el espíritu de sus políticas relacionadas con migraciones conforme a un enfoque de coherencia de políticas para el desarrollo sostenible y con el enfoque de derechos humanos. En este sentido deberían orientarse las políticas migratorias que doten de concreción al Pacto Global para la Migración.
- Garantizar, mediante mecanismos transparentes, la orientación de los proyectos y programas del EUTF a los fines genuinos de la Ayuda Oficial al Desarrollo, promoviendo y protegiendo los derechos humanos, monitoreando con responsabilidad que sus intervenciones en ningún caso favorezcan la securitización de las fronteras externas a Europa.
- Mejorar la transparencia y la evaluación de impacto del EUTF, promoviendo la rendición de cuentas tanto por parte la Unión Europea, como de los Estados socios del EUTF, hacia su propia ciudadanía.
La comunidad académica y educativa debe:
- Incorporar de manera sistemática la educación para la ciudadanía global en su actividad docente e investigadora, con un foco en la temática de migraciones forzosas. De esta forma tanto la academia como la escuela contribuirán activamente a la construcción de una cultura de la solidaridad internacional y de la acogida, comprometiéndose con la defensa de los derechos humanos y frenando discursos extremistas y xenófobos.
- Las comunidades educativas han de ser espacios en los que el alumnado se socialice como ciudadanía global comprometida, con capacidad para aportar en la construcción de una gobernanza global de las migraciones basada en la centralidad de la dignidad humana.
La ciudadanía española debe llevar a cabo procesos de contraste de información crítica y veraz que cuestionen prejuicios y estereotipos relacionados con las migraciones, raíces del llamado “discurso del odio”; y comprometerse con la reflexión y el debate sereno sobre nuestro papel y capacidad de acción ante esta realidad.