Con motivo del Día Internacional del Voluntariado que se celebrará el próximo 5 de diciembre, desde Entreculturas, en colaboración con Alboan, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario, organizamos un evento online titulado “Apostar por el voluntariado internacional, fortalecer la cooperación” en el que participaron personas relacionadas con la Cooperación al Desarrollo y el voluntariado internacional.
Ana Vázquez, Coordinadora del programa VOLPA, fue la encargada de moderar el evento, dio paso a Ramón Almansa, Director Ejecutivo de Entreculturas, que recordó que el voluntariado internacional se lleva valorando ya desde 1998 en la Ley de Cooperación Internacional. “Desde Entreculturas creemos que la elaboración de la nueva Ley de Cooperación Internacional es un momento óptimo para redefinir, dignificar y potenciar el voluntariado internacional”.
Marta Pedrajas, Coordinadora del Área Fe y Desarrollo en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral Vaticano, hizo un diagnóstico de la realidad de nuestro mundo, “turbulento y herido por la pandemia” desde la visión de la carta encíclica Fratelli Tutti. Apuntó que ante esta situación “dolorosa y volátil, es necesario dar una respuesta”. Considera que el voluntariado es “una solución estructural para consolidar esta respuesta que se da a un mundo en crisis y que necesita un aporte solidario y nuevo”, concluyó su intervención con el deseo de “crear espacios de voluntariado que faciliten la cultura de encuentro”.
Ana Vázquez señaló que “el voluntariado internacional en España cuenta con una trayectoria de más de sesenta años, sin embargo, dentro del marco europeo de cooperación se encuentra desprotegido en comparación con países como Francia, Alemania e Italia, en cuyas políticas de cooperación está recogido el voluntariado internacional”. Ana dio paso a la mesa redonda que moderó Gemma López que fue voluntaria internacional en Nicaragua y actualmente trabaja en Entreculturas coordinando el Departamento de América Latina y Caribe.
Teresa González, Coordinadora del voluntariado en Intered y del grupo de Voluntariado de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, señaló los cambios del voluntariado en los últimos años. “La sociedad ha cambiado mucho, pero hay motivaciones de fondo que no han cambiado, están ahí. Como el deseo de lo comunitario”. También comentó que han emergido motivaciones nuevas “como el deseo de movilidad, la mirada y pertenencia a una ciudadanía global, la mejora de la competencia profesional…”. Teresa tiene el convencimiento de que el voluntariado es el “humus de la reforma del sistema de la ayuda, la máxima expresión de la sociedad civil organizada para empujar la transformación del mundo que queremos”. También apuntó que el voluntariado ha sido fuente de vocaciones en el sector, hay muchas personas que vienen de vivir experiencias de voluntariado y se profesionalizan en la cooperación.
Miren Mendiluce fue voluntaria VOLPA y ahora es encargada de Finanzas Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. Destacó que su época como VOLPA en Burundi fue un “trampolín para descubrir mi profesión”. “Lo que has vivido es una parte de quien eres, eso tiene impacto en todo lo que haces en tu vida. Estas experiencias marcan mucho”. También cree muy importante acompañar los procesos de retorno “muchas veces las personas durante su voluntariado cambian muy de base, se sienten fuera de lugar. Al volver es interesante acompañar y entender desde el agradecimiento lo vivido”.
Desde Brasil, Agnaldo Junior, director del Servicio Jesuita a Migrantes y Refugiados de Brasil, habló del papel que juegan las personas voluntarias y el impacto que tienen en las organizaciones de acogida. Hizo énfasis en la riqueza de la interculturalidad. “Creo en la fuerza que aporta el voluntariado internacional por lo que supone de intercambio de saberes, de compartir buenas prácticas de trabajo, prácticas novedosas…».
Gemma López citó a António Guterres, secretario de Naciones Unidas que definió el voluntariado como “un potente y transversal medio de implementación de los ODS, moviliza a las sociedades, mejora la gobernanza, promueve la paz, el desarrollo, facilita el cambio de mentalidad, genera conciencia…”.
Miriam Benterrak, jefa del departamento de ONGD de AECID, afirmó “desde la AECID tenemos el cometido de apoyar todos aquellos procesos que mejoren y aborden la cooperación, uno de ellos es el voluntariado internacional”. “Nuestra normativa recoge el voluntariado internacional de manera dispersa”, agregó.
Sonia Fernández, Coordinadora del Área de Personas y Equipos de Entreculturas, concluyó agradeciendo a las participantes y cerró el acto con una síntesis de los temas tratados. “El voluntariado internacional es Cooperación y muchos son los motivos que estamos exponiendo hoy aquí para apostar por él. Apostamos por el voluntariado porque creemos que es una escuela de ciudadanía y participación”. “Ponemos en la mesa el voluntariado internacional de larga duración porque entendemos que debe tener una regulación específica”. Sonia señaló las necesidades que actualmente tiene el voluntariado y la importancia de contar con un reglamento coherente. “Es fundamental financiar programas de voluntariado internacional que sean sostenible para las organizaciones”. “No pedimos algo excepcional, invitamos a ver prácticas de países vecinos que cuentan con un marco legal. Necesitamos un voluntariado dignificado, rico y fuerte”, agregó.