En este 2021 se cumplen 30 años del nacimiento del Programa de Voluntariado Pedro Arrupe (VOLPA). Para celebrar este aniversario tan especial para Alboan y Entreculturas queremos poner palabras y miradas a estas personas que nos narran sus caminos llenos de enseñanzas y lecciones de vida. El voluntariado es una pieza clave de nuestras organizaciones; una herramienta fundamental y poderosa para cambiar el mundo y luchar contra las injusticias y desigualdades.
En esta quinta entrega ponemos el foco en dos países africanos: Chad y Burundi. Nos acercamos a Chad gracias al testimonio de Brunhilde, VOLPA en Mongo de 2008 a 2009, que llevó a cabo su voluntariado en el primer proyecto de escuelas rurales que Entreculturas realizaba en África. Y recorremos Burundi a través de la experiencia de Miren Mendiluce, quien comparte con nosotras y nosotros un emotivo vídeo reflexionando sobre sus vivencias y recuerdos.
La experiencia de Brunhilde en Chad
Echando la vista atrás, Brunhilde recuerda su llegada a Chad como un reto. “El Chad no es un país que te dé la bienvenida al instante, aunque la gente sea sumamente acogedora… Hay que realizar una conquista interior primero, crecer, abrirse a las incomodidades, al clima, a las diferencias culturales, la inestabilidad política. Entonces sí que se puede conocer y amar este país con todas sus luces y sombras”. Esa toma de conciencia fue lo que considera su mayor aprendizaje. “Rendirme a lo que la vida es, a lo que soy yo en medio de la guerra, la deshidratación, la malaria, el cansancio o la incomprensión”.
Recuerda con cariño a las personas que trabajaron con ella. “Me ayudó mucho su fuerza moral y su humanidad”; especialmente recuerda a Alfredo, Juan Carlos y a Diamantina (su compañera VOLPA): “sin su entereza probablemente me hubiera derrumbado en los momentos difíciles”.
Chad está en la franja saheliana, es decir, entre el desierto y el África subsahariana. Aunque no es propiamente el Sahara, la sequedad del territorio -excepto en temporada de lluvias- y la progresiva desertificación, así como la precariedad de las condiciones de vida, hacen que la supervivencia sea más dura, y la esperanza aún más necesaria. Brunhilde lo captó así en un poema.
La experiencia de Miren en Burundi
A través de sus palabras e imágenes, Miren nos acerca a los recuerdos de su época VOLPA. “Burundi me lleva a la paz que transmitían sus paisajes y a la paz que los habitantes de Burundi tanto merecen y tanto ansían”.
[video:https://youtu.be/7Q5crBAfDVY]
30 años de voluntariado internacional VOLPA
En las pasadas entregas compartimos testimonios inspiradores de Guatemala, Nicaragua, Chile y Honduras. Desde su creación, en 1991, más de 1.000 voluntarios y voluntarias han formado parte de este programa. Son los llamados VOLPA, personas comprometidas e inquietas que se lanzan al encuentro de otras personas, culturas y pueblos a través de una experiencia que les transforma profundamente no solo durante el tiempo que permanecen en terreno (uno o dos años), sino de por vida.