A un paso del 2015, el Foro Arrupe examinó en su sesión del pasado mes de mayo el estado de cumplimiento en el que se encuentran los objetivos que la Cumbre del Milenio en el año 2000 en el marco de la Naciones Unidas se propuso alcanzar. Dichos objetivos fueron: lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH sida, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Logrados, se pensaba, se arrinconaría la pobreza. El ponente y examinador fue Gonzalo Sánchez-Terán, trabajador en el Servicio Jesuita para los Refugiados (SJR) y coordinador del Diploma Internacional de Ayuda Humanitaria de la Universidad de Fordham en Nueva York. En este documento, Ana Vázquez Ponzone, miembro del equipo de Estudios y Relaciones Institucionales de Entreculturas, hace un resumen de las reflexiones realizadas por el experto durante esta intervención.