Soy Carmen Soler Torres, delegada de Entreculturas en A Coruña. Soy farmacéutica de formación y profe de vocación. Me encanta el contacto con la naturaleza en familia, la gente y hacer puzzles.
Conocí Entreculturas gracias al entorno de mi colegio, que era jesuita. Llevo siendo voluntaria desde 2017 y delegada desde 2020. Empecé a participar en la delegación cuando decidí reorientar mi carrera profesional a la educación. La educación como eje central del cambio es lo que más me llamó la atención. La ecología integral es algo que me mueve, por eso actualmente estoy inmersa en la causa de Justicia Socioambiental y el proyecto en Amazonía.
Este año, desde la delegación hemos llevado a cabo actividades de sensibilización, movilización e incidencia dentro de la causa de movilidad humana con el proyecto de Nador, la campaña de Escuela-Refugio y Hospitalidad. También colaboramos con la campaña de emergencia en Siria y Turquía.
Creo que la educación es un pilar fundamental en la vida de una persona, además de un derecho humano. En personas migrantes y refugiadas cobra mayor sentido que la educación que reciba la persona sea de calidad, pues es un refugio importante (literal y metafórico). Nuestro deber como sociedad es garantizar la educación de calidad a todas las personas.
Educar a una ciudadanía consciente, participativa y comprometida es la base de la sensibilización. Es importante acercarnos a las realidades que nos resulten más lejanas y caer en la cuenta de que es un problema actual, real y de toda la sociedad.
Soy una persona consciente, conectada con los problemas del mundo y convencida de querer caminar activamente. Estoy en continuo periodo de mejora, soy reflexiva y crítica con los demás y, sobre todo, conmigo misma. Me he vuelto exigente en la consecución de un mundo más justo y solidario porque Entreculturas me ha hecho ver que ese mundo es posible.