Me llamo Anna e hice el voluntariado VOLPA en Kampala, Uganda. Conocí VOLPA porque realicé mis estudios con los jesuitas. Además formé parte del Casal Loiola, un casal que está relacionado con los jesuitas, en el cual la comunidad de jóvenes es bastante grande, y VOLPA era una experiencia muy conocida allí.
Al principio nunca me planteé hacer el voluntariado VOLPA, no entraba dentro de la vida rutinaria que tenía. Estudié doble carrera en Derecho y Relaciones Laborales, al salir encontré un trabajo muy estable con un sueldo muy atractivo, estaba viviendo con mi novio, era profesional de voleibol… Pero sentía que Dios me pedía que hiciera algo más. Así que finalmente decidí apuntarme a VOLPA.
Fui destinada al Departamento de Recursos Humanos de JRS en Uganda, Kampala. Uganda es un país súper acogedor con las personas refugiadas, aunque les cuesta mucho encontrar un trabajo porque no tienen formación o por dificultades culturales o lingüísticas.
En JRS trabajamos en cuatro líneas de acción: proveer de medicamentos, comida y todas las necesidades básicas a los nuevos refugiados; un departamento de educación al que vienen los refugiados con niños y niñas pequeños a los que no pueden escolarizar; becas de educación a los niños que vienen de familias vulnerables; y diversos cursos gratuitos, como informática, bellas artes, diseño o peluquería.
Lo que hacemos aquí es muy bonito ya que no solo les impartimos cursos gratuitos para que tengan más oportunidades, sino que también les damos una nueva comunidad donde ya no se sienten solos. Van a clase, tienen una rutina, forman parte de una comunidad con otras personas refugiadas y se pueden ayudar entre ellos.
