El pasado mes de noviembre se debería haber celebrado la vigésimo sexta cumbre climática de la ONU, conocida como COP26, cuya celebración estaba prevista en Glasgow del 9 al 19 de noviembre de 2020. Sin embargo, debido a la pandemia de Covid-19, los organizadores decidieron posponer el evento que finalmente tendrá lugar del 1 al 12 de noviembre de 2021.
A pesar del aplazamiento no hay dudas de que será un hito decisivo para el futuro de nuestro planeta. Esta es una década importante para la lucha contra el cambio climático, y el mundo necesita más que nunca una respuesta enérgica, que permita alcanzar los objetivos de reducción de emisiones propuestos en el Acuerdo de París, sin olvidarse del progreso social y económico de los países pobres, que son a menudo los más vulnerables a los efectos de la crisis climática y quienes menos contribuyen al calentamiento global.
Aunque la Covid-19 supone un problema muy serio de alcance global, el cambio climático continúa y no disminuye. Necesitamos una transformación social y ecológica para afrontar las múltiples crisis de nuestro tiempo. No es suficiente con destinar billones de dólares y euros a la lucha contra el coronavirus, es necesario gastarlo de manera que -en vistas del cambio climático- mitiguemos el problema y nos adaptemos a él.
Por ese motivo, aprovechando la reunión del Consejo Europeo que está teniendo lugar entre ayer y hoy (25 y 26 de marzo), hemos enviado una Carta a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno Español, con copia a Teresa Ribera, Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y a Arancha González Laya, Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. En la carta enviada hacemos un llamamiento para no dejar en segundo plano la Acción por el Clima y, asimismo, reforzar la cooperación entre Europa y África en esta materia.
Este llamado viene de la Red Xavier, la red jesuita de misiones y desarrollo, y de la Conferencia Jesuita de África y Madagascar, que observan con preocupación cómo las urgencias creadas por la pandemia de COVID-19 están desplazando la atención de otras crisis no menos importantes, como la lucha contra el cambio climático. Como sostenemos en la misiva, la COP26 se puede retrasar, pero la respuesta a la crisis climática no.
Frente a este futuro incierto, hemos querido subrayar una serie de puntos a tener en cuenta:
- Aunque la Covid-19 supone un problema muy serio, el cambio climático continúa y no disminuye. Necesitamos una transformación social y ecológica para afrontar las múltiples crisis de nuestro tiempo. No es suficiente con destinar billones de dólares y euros a la lucha contra el coronavirus, es necesario gastarlo de manera que -en vistas del cambio climático- mitiguemos el problema y nos adaptemos a él.
- África sufre más (o quizá el que más) el Covid-19 ya que sus problemas de deuda y pobreza ya existentes se han exacerbado con la pandemia. Un escenario que tan solo hace que las consecuencias del cambio climático y otras plagas debido a la contaminación y el uso excesivo de recursos naturales sean más agresivas con el continente.
- Europa, como uno de los mayores contaminadores de la historia, debe cumplir con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París y en Río 1992. Directamente con la transferencia o inversión de dinero y tecnología, o indirectamente ayudando a África a mejorar en los Sistemas de Gestión de Riesgos (DRM, en inglés) y a luchar contra los Flujos Financieros Ilícitos.
- El tiempo se acaba y las Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDCs, en inglés), que encarnan los esfuerzos de cada país para reducir las emisiones nacionales y adaptarse a los efectos del cambio climático, deben establecerse no en relación a los datos de 1990, sino en función del presupuesto de CO2 global que queda antes de que se cruce el umbral de 1.5/2 grados.
- Es posible buscar sinergias entre los intereses de Europa y África. Por ejemplo, ayudar a África a superar la industria fósil es más eficaz para combatir el cambio climático que “hacer trampa” exportando industria sucia a países pobres, puliendo así las estadísticas europeas mientras desplazamos el problema de la contaminación a otro sitio.
- Por lo tanto, dados los problemas en el proceso de la COP patrocinado por las Naciones Unidas, los Jesuitas abogan por acelerar una cooperación mejorada entre la UE y África.
>> Puedes acceder aquí a la carta abierta enviada al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
>> También puedes descargarte el documento de apoyo que han preparado para exponer nuestros argumentos.
Datos de contacto:
Conferencia Jesuita de África y Madagascar
Oficina del Director de Justicia y Ecología de los Jesuitas
c/o Africama House
P.O. Box 1540
Nairobi
Kenia 00502
Jesuit Network for Mission and Development (Xavier Network)
c/o Jesuitenmission Deutschland
Königstraße 64
90402 Nürnberg
Alemania
Rev. Charles B. Chilufya SJ, MRes (Director)
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Rev. Dr. Jörg Alt SJ, MA, BD (Advocacy Officer)
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E-mail: alt@jesuitenmission.de
Fernando Saldivar SJ (Global Policy Officer)
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