Rozalén viaja a Guatemala con La Luz de las Niñas
En 2019 la cantautora y activista social Rozalén y Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, pudieron conocer de primera mano nuestro programa La LUZ de las NIÑAS en Guatemala, conocer a Kim Chivalán y visitar centros educativos que son auténticos espacios seguros en entornos violentos. Ahora, un año después, emprenden de nuevo el viaje en un contexto muy diferente: esta vez viajarán a Chad, uno de los países más difíciles para ser niña.
Durante la semana del 18 al 23 de febrero tuvimos el placer de viajar a Guatemala con la cantautora Rozalén para mostrarle el trabajo que realiza Entreculturas y Fe y Alegría en el marco del Programa La Luz de las Niñas.
En su visita, Rozalén ha conocido parte de los centros educativos donde el proyecto se desarrolla. El viaje ha estado lleno de momentos especiales: la complicidad de Rozalén con la cantante guatemalteca Sara Curruchich, el año nuevo maya, el encuentro con Kim y su familia en Totonicapán, el concierto en directo en el Centro Luis de Lión de Antigua, el homenaje a las 41 niñas asesinadas hace dos años en el hogar seguro Virgen de la Asunción, en Ciudad de Guatemala o el encuentro con los voluntarios y voluntarias VOLPA en Santa Lucía de la Reforma y Santa María de Chiquimula.
Nada de esto habría sido posible sin la completa implicación de nuestros compañeros y compañeras de Fe y Alegría Guatemala a quienes agradecemos muchísimo su calurosa acogida llena de humanidad y todo el esfuerzo de organización.
Ha sido una semana intensa y llena de emociones, de risas y llantos, que la propia artista ha ido retransmitiendo a través de sus redes sociales con una enorme sencillez y sensibilidad.
Os invitamos a leer todo el diario de viaje y ver los vídeos en la página especial que hemos preparado para la ocasión.
Día 5. Homenaje a las niñas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción
En su último día Rozalén, Beatriz y nuestras compañeras María y Raquel han querido recordar a las niñas y adolescentes asesinadas hace dos años en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Un lugar que debía haberlas mantenido a salvo, de las calles y de la violencia con la que tantas veces se habían topado en todas sus formas y variantes. Un incendio acabó con la vida de 41 de las 56 niñas que se hallaban en el Hogar, vidas por las que nadie movió un dedo, porque no valen nada, murieron encerradas bajo la tutela de estado, víctimas antes y después del fuego.
Conmovidas por todas las experiencias vividas, nuestras compañeras María y Raquel se han despedido de Rozalén con estas palabras:
“Recibimos a Rozalén y hoy le hemos dicho adiós a María. Su nombre artístico ( su apellido) y su nombre de pila son lo mismo. No esconde nada. Ella es como canta. Una cantautora enorme porque escribe y siente bello y es lo que parece: una persona que se deja afectar por la realidad, reacciona y quiere por lo que le duele y por lo que ama. Gracias María. Entreculturas ha sido muy afortunada.
Hemos reído y llorado contigo y ha sido un privilegio ver a través de tus ojos. Previo al 8 de Marzo, el homenaje a las 41 niñas asesinadas hace ahora dos años en un hogar seguro de ciudad de Guatemala, nos ha recordado que no hay viaje de vuelta. La injusticia nos encontrará trabajando. Gracias María”.
Día 4. Concierto por La Luz de las Niñas en Antigua de Guatemala
“Se han alineado los planetas”, de esta forma ha anunciado Rozalén en sus redes sociales el concierto improvisado junto con Sara Curruchich, Ixmukane Choy, Alfonzo Rafael y la Marimba de Luis de León, en un festival acústico en Antigua de Guatemala.
En su diario de viaje, Rozalén escribe acerca de las migraciones y de los sueños no cumplidos:
«Son muchos también los guatemaltecos que quieren escapar de sus condiciones precarias con el sueño de una vida digna. El tren que cruza desde Chiapas al norte de México es conocido como ‘La Bestia’. Suben a ese tren pagando cantidades desorbitadas a los ‘coyotes’, los traficantes de vidas. Lo hacen poniendo en peligro sus vidas. Si se caen y no mueren, sufren mutilaciones de las extremidades. Las mujeres se toman la píldora a modo preventivo antes de subir por la alta probabilidad de ser violadas en cualquier momento del viaje. Quienes logran llegar se enfrentarán a una realidad durísima… Muy diferente a la soñada. Muchos se quedan en el camino. Quienes no lo logran, volverán a sus países con todas las secuelas del viaje y endeudados, muchas más dificultades que cuando partieron».
Día 3. Encuentro con Kim, la niña colibrí
Nuestra compañera María Lafuente nos cuenta sobre el tercer día de viaje con Rozalén:
«Hoy jueves hemos estado en Santa Lucía la Reforma, el segundo municipio más pobre de Guatemala, con un 90% de la población en situación de pobreza. Pertenece a la zona maya quiché, y la mitad de los niños y niñas de Santa Lucía no van a la escuela porque están ya trabajando.
En la Casa del Saber hemos tenido la oportunidad de escuchar a niñas, a algunas de sus madres, y a maestras que luchan cada día por brindarles las mejores oportunidades a sus estudiantes. Tuvimos la suerte de contar con la presencia de Kim, estudiante del IGER que nos sigue inspirando con su tesón de continuar estudiando, simbolizado en el colibrí. Siguiendo el simbolismo del colibrí y los sueños, las mujeres y niñas han participado con ilusión en el momento de «soltar» colibríes de colores en un cielo azul imaginado, en el que los derechos de las niñas, y por tanto sus sueños, se cumplan. Muchas de las niñas desean ser maestras, otras doctoras, y otras simplemente sueñan con poder jugar.
Entre las madres que las acompañaban, dos de ellas han expresado que su sueño es aprender a leer y a escribir. María Angélica Urrax nos contó que ella sigue soñando con aprender a leer y a escribir, ya que nunca tuvo la oportunidad por la pobreza.
Este espacio de compartir sueños ha terminado con el sueño en forma de colibrí que han dejado volar Rozalén y Beatriz: «nuestro sueño es que todos vuestros sueños se cumplan».
Después, hemos ido a visitar la casa de Kim, donde hemos podido hablar con su madre, Juana Zacarías, y sus hermanas. Juana nos ha contado que ella quiere que sus hijas estudien porque no quiere que pasen por las mismas dificultades que ella atraviesa, trabajando en el campo y cobrando la mitad de lo que le pagan a los hombres por el mismo trabajo.
Compartiendo una tarde en la casa de Kim con su madre y sus hermanas constatamos, de nuevo, la importancia de que La Luz de las Niñas continúe su trabajo, ya que algunas de las hermanas de Kim no están estudiando. Ellas quieren seguir los pasos de su hermana, que les sirve de referente, les muestra que se pueden superar los obstáculos y perseguir los sueños. Sin embargo, la situación de pobreza en la que viven supone una barrera muy grande para que todas las hermanas continúen en la escuela. Además, la madre de Kim teme por lo que le pueda pasar a sus hijas cuando van solas por los caminos de la comunidad, nos cuenta que hay hombres que les pueden hacer daño. Por eso, porque son muchos los obstáculos que las niñas encuentran en su día a día, y las amenazas y vulneraciones a sus derechos, La Luz de las Niñas seguirá abriendo oportunidades para las niñas de Guatemala».
Día 2. De Ciudad de Guatemala a Totonicapán, el corazón de la cultura maya
Durante la jornada del miércoles, Rozalén y Beatriz han vivido un momento especial y mágico: han compartido las ofrendas de las niñas y niños de Santa María de Chiquimula por el año nuevo maya. Acompañadas por el sonido de la marimba y las canciones de la escuela de Momostenango, de nuevo la música ha tomado el protagonismo, en este caso para mostrar el respeto a la madre tierra en el corazón de la cultura maya y por el derecho a la educación de las niñas indígenas.
En su diario de viaje Rozalén escribe:
“Las comadronas cobran el doble si el bebé que nace es varón. Qué significativo es eso… Partimos de la idea de que nacer mujer no tiene valor. Hoy nos levantamos a las 4 de la mañana. Hemos viajado a Totonicapán, zona rural maya.
Una niña de 8 años lleva a la escuela a su hermanita de 4, porque está a su cargo. Otras dos niñas de 7 años los miércoles y viernes no vienen al cole porque acompañan a sus mamás a vender en el mercado. Trabajan desde las 5 de la mañana y nos lo cuentan felices. Otra niña de 10 años lleva 6 sin ver a su papá que emigró a los EEUU para trabajar y enviarles dinero.
Y ¿sabéis lo maravilloso de las casualidades? Hoy ha sido día de celebración, el cambio de año maya, su nochevieja. A la tarde, en otro centro en Santa María Chiquimula nos han permitido el privilegio de vivirlo junto a ellos. Una ceremonia especial con una anciana sacerdotisa maya. Han ofrecido a la Madre Naturaleza, al corazón del cielo y al corazón de la tierra, azúcares, galletas, velas de colores y refrescos a modo de agradecimiento. Han querido compartir con nosotros algo tan íntimo y sagrado…».
Nuestras compañeras Raquel Martín y María Lafuente, que acompañan a Rozalén y Beatriz en este viaje, también nos han querido transmitir sus sensaciones. Raquel nos cuenta:
«Hoy el viaje nos ha vuelto a dejar un regalo, tuvimos el privilegio de vivir el cambio de año nuevo maya. El fuego, la luz, el viento, la noche y en el centro de estos cuatro puntos cardinales, el cielo y la madre tierra. Un altar Maya al que dejar ofrendas y que simboliza el respeto de estas comunidades a la armonía con la naturaleza. Un respeto que del mismo modo anhelan para sus vidas, las niñas y mujeres de Monastenango, Santa María de Chiquimula y Santa Lucía de la Reforma. De ello hablaron con nosotras, de ello quieren que le hablemos al mundo» .
Día 1. El limón, una de las zonas rojas de Ciudad de Guatemala
El martes comenzó el viaje de Rozalén en Guatemala con la visita al colegio Limón, situado en una de las zonas de mayor inseguridad de Ciudad de Guatemala. 6 niñas han muerto por violencia en lo que va de año, pero este centro lucha por la vida en este difícil contexto. Estos niños y niñas no reciben abrazos, pero aquí tenemos toda la ternura que darles. Rozalén y la cantante guatemalteca Sara Curruchich cantan para ellas y les muestran que ser mujer o niña indígena es un orgullo. Dos cantautoras unidas para la esperanza.
“Desconocía el modelo de vida de estos barrios… Están organizados por pandillas, por maras. Extorsionan, amenazan a las familias por dinero. Te entregan un teléfono desde el que recibirás una llamada de extorsión. Ahí comienza el terror. Desde que comenzó el año van 6 niñas asesinadas por arma en esta colonia, el mismo número de feminicidios que llevamos en toda España en este período.
Después de todo lo explicado era inevitable quedarme mirando a estos niños e imaginar el futuro que les depara, porque sólo cuando ponemos rostro a las historias es cuando nos duele. Algunas de esas niñas dejarán sus estudios, se casarán aún siendo menores, quedarán embarazadas y dedicarán su vida al hombre y al hogar en sumisión. Algunas cuidan de sus hermanos pequeños cuando salen del colegio, con 5, 6 años asumen la responsabilidad de cuidar a un bebé».
Por la tarde, participaron en el coloquio: «Impacto de la violencia de género en la educación de las niñas».
Rozalén en Guatemala
Rozalén está viajando esta semana junto a Entreculturas y Fe y Alegría Guatemala para apoyar el trabajo que desarrollamos en el marco del programa La Luz de las Niñas, una iniciativa que hasta la fecha ha atendido a 32.000 niñas a través de proyectos en 15 países, y que quiere visibilizar la desigualdad que sufren las niñas, protegerlas frente a la violencia, valorar su capacidad para elegir su futuro e incidir para transformar las causas de esta injusticia.
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En su visita, Rozalén está conociendo parte de los centros educativos donde el proyecto se desarrolla y, desde su conocimiento y experiencia como psicóloga y musicoterapeuta, está aportando al fortalecimiento de los espacios de acompañamiento psicosocial para las niñas. Durante el viaje, se darán espacios de encuentro con niñas, niños, maestras y mujeres de las comunidades, generando un intercambio de saberes y tradiciones, especialmente en Totonicapán, zona rural donde la población es indígena maya quiché. Se visitarán centros educativos de Ciudad de Guatemala, y en la zona rural en Momostenango y Santa Lucía la Reforma. La música es un elemento que puede unir a niñas de diferentes culturas, que puede apoyar en procesos educativos y que puede, también, jugar un rol muy relevante en procesos de acompañamiento psicológico. Todas estas cuestiones se abordarán en un viaje muy personal y cercano, compartiendo vivencias con La Luz de las Niñas.
El proyecto La Luz de las Niñas en Guatemala
En Guatemala, las niñas enfrentan múltiples barreras para ejercer sus derechos de forma plena, siendo discriminadas por muchos factores: por ser mujeres, por ser indígenas, por estar en situación de pobreza o vivir en el área rural, entre otros. El índice de escolarización de las niñas en Guatemala se encuentra significativamente por debajo del de los niños debido a que se encuentran limitaciones para estudiar, y a que muchas familias y comunidades consideran que lo que les corresponde es asumir trabajos domésticos y de cuidado de sus hermanos pequeños.
Asimismo, las diferentes formas de violencia también limitan su desarrollo integral y su continuidad educativa, y a medida que crecen también se exponen a su inclusión dentro del amplio porcentaje de embarazos prematuros, muy relacionados con las altas tasas de violencia sexual. Todavía existen comunidades donde se mantiene la costumbre de hacer un aporte económico a la familia del pretendiente (una forma de dote), lo que se convierte en una forma de trata de mujeres y niñas.
La Luz de las Niñas contribuye a la promoción de una nueva generación de niñas con mejores oportunidades para el ejercicio de sus derechos, en busca de una sociedad más justa, equitativa, pacífica y solidaria. Para ello, hemos habilitado espacios para la promoción lúdica y cultural de niñas y adolescentes, su acompañamiento psicosocial, y la capacitación de padres y madres en materia de protección a la niñez y donde se realizan talleres de expresión artística (danza, pintura, teatro, música), que favorecen el esparcimiento y la cohesión entre las niñas de las diferentes escuelas que participan en el programa.
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