La pandemia de la COVID-19 afecta a todo el mundo, pero lo hace de formas diferenciadas, y profundiza las desigualdades estructurales dentro y entre países. Ha puesto en peligro toda la Agenda de Desarrollo Sostenible, afectando a alrededor de 1.500 millones de alumnos y alumnas en cientos de países donde las escuelas han cerrado y la enseñanza se ha interrumpido. La confluencia de la emergencia sanitaria y la crisis económica ha mostrado las desastrosas consecuencias de socavar la gobernanza democrática y debilitar los servicios públicos. Entreculturas recuerda que la educación es un derecho humano habilitante, y al mismo tiempo es parte de una estructura de protección social que incluye todos los ODS, concretamente el derecho a la salud, a la información, al trabajo y a la seguridad humana integral. La crisis ha suscitado muchos debates sobre solidaridad y las perspectivas de recuperación divergen peligrosamente dentro y entre países y regiones. En este contexto, el lema “No dejar a nadie atrás” de la Agenda cobra más urgencia que nunca.

Este año, el Foro Político de Alto Nivel (HLPF) de las Naciones Unidas será virtual, al igual que el año pasado, y tendrá lugar entre el 6 y el 15 de julio bajo el tema principal “Recuperación sostenible y resiliente de la pandemia de COVID-19”. El Foro debatirá en profundidad sobre algunos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): 1 sobre la erradicación de la pobreza, 2 sobre el hambre cero, 3 sobre salud y bienestar, 8 sobre trabajo decente y crecimiento económico, 10 sobre la reducción de las desigualdades, 12 sobre consumo y producción responsables 13 sobre acción climática, 16 sobre paz, justicia e instituciones sólidas y 17 sobre alianzas.

Además, el Foro pretende ser un escenario de rendición de cuentas ante los avances del cumplimiento de la Agenda 2030: países como Chad, Colombia, República Dominicana, Guatemala, Madagascar, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y España presentarán sus Informes Nacionales Voluntarios.

España presenta su Estrategia de Desarrollo Sostenible junto al Informe de Progreso, sobre el que hemos señalado, como parte de Futuro en Común, que es una plataforma de organizaciones de la sociedad civil española interesadas en dar seguimiento a la implementación de la Agenda, los aspectos más débiles, como metas que eleven ambición e indicadores, y otras sugerencias para apuntalar un buen sistema de revisión y seguimiento (Informes de progreso significativos que se debatan cada año en el Congreso, panel de mando completado e innovador, sistema CPDS, órganos de gobernanza con recursos y reglamentos que agilicen su funcionamiento, Presupuestos Generales del Estado al servicio de la Agenda 2030, etc.).

El Gobierno de España contará durante el Foro con un espacio de 20 minutos en los que participará la Ministra de Agenda 2030 así como el Consejo de Desarrollo Sostenible, en el que participamos activamente por medio de la Coordinadora.

Desde Entreculturas daremos seguimiento a este espacio, así como a los interesantes eventos paralelos que multitud de organizaciones y coaliciones de la sociedad civil están preparando. Entre ellos, destacamos los siguientes e invitamos a seguirlos:

• El 6 de julio seguiremos el evento “La importancia de la meta 4.7 de los ODS para un futuro sostenible y justo en la era post-COVID”, organizado por la coalición Bridge 47 que promueve la educación para la ciudadanía global.

• El 6 de julio seguiremos también el evento “Educación: allanando el camino de salida de la pandemia y configurando la nueva normalidad”, promovido por la Campaña Mundial por la Educación.

• El 6 de julio además, se celebrará el evento “Voluntariado y COVID-19: cómo el voluntariado puede contribuir a reconstruir mejor durante la pandemia para conseguir la Agenda 2030”, organizado por la Alianza de Grupos de Voluntariado.

• El 8 de julio seguiremos el evento “Las voces de las personas: destacados de la sociedad civil sobre los Exámenes Nacionales Voluntarios”, organizado por la Campaña Mundial por la Educación. 
• ​El 12 de julio, seguiremos el evento “Fe sin fronteras, el aporte de las congregaciones religiosas en la Agenda 2030”, organizado por REDES, coalición de organizaciones de Iglesia.


La educación es la llave que cierra las brechas de desigualdad que se han profundizado con la pandemia. La actuación eficaz y comprometida de los Gobiernos del mundo para asegurar una educación de calidad e inclusiva para todos, pero especialmente para los colectivos más vulnerables, como bien recuerda la meta 4.5, es fundamental para cumplir con el compromiso de no dejar a nadie atrás. Queda mucho por hacer y vamos a estar muy pendientes de esta cita internacional con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Por ello, Entreculturas pide a los gobiernos nacionales, y a los donantes:

• Abordar la educación en situaciones de crisis como la que estamos viviendo como un derecho humano fundamental, como un bien común global y también como necesidad básica en la medida en la que a través de ella se pueden mejorar la protección, la salud o la alimentación de las personas.

• Utilizar la educación y su fortalecimiento (no sólo en infraestructuras sino también en cuanto a perspectiva de derecho) en las fases de reconstrucción a partir de esta crisis, de manera que podamos convertir la pérdida y el trauma en catalizadores de transformaciones para un futuro mejor.

• Identificar a las poblaciones más vulnerables y la heterogeneidad de países y realidades, prestando especial atención tanto a las necesidades educativas de los países menos industrializados, como a las de poblaciones marginadas de los países de renta media como es el caso de varios de América Latina, en los que la educación puede tener un papel primordial para reducir la desigualdad, fortalecer las capacidades y sistemas de gobernanza, o transitar hacia modelos productivos más innovadores y sostenibles.

• Dedicar los recursos adecuados, financieros y técnicos, para garantizar el mantenimiento del derecho a una educación pública, gratuita y de calidad para todos durante la crisis de COVID-19.

• Aliviar la deuda para desbloquear fondos en los presupuestos de los países en desarrollo y garantizar que la provisión de financiación adicional no ponga a los países en mayor riesgo de sufrir dificultades de endeudamiento.

• Garantizar que las y los docentes sigan estando en el centro de la educación, mediante el desarrollo de materiales de aprendizaje a distancia, transmisiones, y que estén listos para enseñar cuando las escuelas y las universidades vuelvan a abrir, manteniendo sus salarios y su empleo durante toda la crisis.