‘Queremos que estas niñas y estas mujeres puedan vivir en un ambiente sano, sin violencia. Es lo único que pedimos. Y esas oportunidades muchas veces no se dan’, afirma Deny Julia, profesora de Fe y Alegría en Ilo, un puerto pesquero ubicado al sur de Perú, donde trabajamos a través de nuestro programa La LUZ de las NIÑAS.
Deny ha dedicado gran parte de su vida a la docencia y el liderazgo en su región. Durante más de 20 años, se ha caracterizado por formar a sus estudiantes bajo lo que ella denomina ‘lentes morados’: su principal objetivo es contribuir, desde la educación, a la deconstrucción de roles de género arraigados en la sociedad.
La desnaturalización de la violencia
En medio de una sonrisa, Deny resalta, con gran fuerza, la importancia de la educación como herramienta de transformación para ‘desnaturalizar, identificar y denunciar las violencias que sufren las niñas, sobre todo físicas, psicológicas, y también sexuales’.
Desde enero hasta junio de 2023, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú (MIMP) registró 14.500 casos de violencia sexual. De esta cifra, el 70,3% de las víctimas eran menores de edad, y el 92,5% eran de género femenino. Lima Metropolitana y Arequipa encabezan la lista de los departamentos con mayor número de estos casos.
Para Deny, además de la violencia sexual, existen otras problemáticas que viven las niñas y las mujeres en Perú, entre ellas el embarazo infantil y adolescente, la discriminación, el matrimonio infantil y la violencia de género. Sin embargo, son diversos los factores que contribuyen a la reproducción de este tipo de situaciones: la pobreza, la falta de acceso a la educación y la desigualdad, son algunos de ellos.
Lucha por la dignidad de las niñas
Deny lucha, cada día, para que desde su aula y, a través de la educación, se combatan las violencias contra las niñas y las mujeres. Para ella, su mayor referente de lucha, ‘frente a las inequidades que sufrimos las mujeres’, es su mamá. Ella le ‘enseñó a luchar’, contra esas violencias que, de a poco, vamos ‘naturalizando’.
No sólo desde la docencia se han dado estas luchas en pro de los derechos de las niñas en Perú. En septiembre de 2022, la congresista Flor Aidée Pablo Medina presentó un proyecto de ley para eliminar el matrimonio con menores de edad en el país, bajo la idea del ‘reconocimiento de la dignidad humana fundamental de la infancia, así como la necesidad de garantizar su protección y desarrollo’, proclamada en la Convención sobre los Derechos de los niños y de las niñas.
El matrimonio infantil, una forma de violencia hacia las niñas
En Perú, el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec) ha registrado 4.357 matrimonios infantiles entre 2013 y 2022. El 98,4% de estos se han dado entre niñas y adolescentes de 11 a 17 años con hombres adultos. En 2020 se alcanzó un pico de 845 uniones.
La prohibición del matrimonio infantil ha sido un tema de lucha y discusión durante años. Antes de 1999, la legislatura peruana establecía que la edad mínima para contraer matrimonio era de 14 años para mujeres y de 16 para hombres. Sin embargo, en ese mismo año, se determinó como edad mínima en el país, sin distinción de género, los 16 años.
No obstante, en 2018, se redujo la edad de consentimiento para casarse, nuevamente, a 14 años. ‘Una de las consecuencias de esta norma fue que proporcionó impunidad a adultos acusados de cometer violación sexual, ya que muchos optaban por casarse con menores para evitar enfrentar un juicio por abuso. Propiciando, como menciona Hugo González, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Perú (UNFPA), que al abrir esta puerta, lo que está permitiendo el código civil es que los violadores se conviertan en maridos y esposos’.
Es importante resaltar que, ‘en el 53er período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, la Asamblea General de las Naciones Unidas, reiteró que el matrimonio infantil, precoz y forzado constituye una violación de los derechos humanos, y es una práctica nociva que impide a las personas, sobre todo a las mujeres y las niñas, llevar una vida libre de toda discriminación y violencia’.
‘El 2 de noviembre de 2023, el Congreso de la República de Perú aprobó la ley que prohíbe el matrimonio de menores de edad, poniendo fin a una práctica nociva que ha afectado a miles de niñas en el país’, subraya UNFPA Perú. La aprobación de esta ley representa un gran avance para la protección de los derechos, la dignidad y el buen desarrollo de las niñas.
Educación transformadora con enfoque de género
Mediante la campaña La LUZ de las NIÑAS, que en Perú llevamos a cabo junto a Fe y Alegría, queremos dar voz a las niñas, apoyarlas a la hora de visibilizar la situación de violencia que sufren y fomentar su capacidad de expresión y liderazgo para que tengan un papel activo en su propio cambio.
‘Gracias a esta propuesta educativa, se ha ayudado a las niñas a afrontar estas situaciones de violencia, a través de ser escuchadas y acompañadas en estos procesos. Y, sobre todo, de empoderarlas. Impulsarlas a descubrir esas habilidades que muchas veces no han potenciado. Esta propuesta las ha ayudado a darse cuenta que son auténticas y únicas’, resalta con entusiasmo Deny.
La educación es una herramienta fundamental en la lucha contra las violencias y además, contribuye a que las niñas sean agentes de cambio. Debido a los avances legislativos e intervenciones con las niñas desde la educación, podemos ir constatando que se va logrando, paso a paso, la desnaturalización de las violencias y forjando el empoderamiento en las niñas, quienes ayudan a que esa luz que estaba apagada, en algunas de sus compañeras, ‘vuelva a brillar’.