El pasado año, la campaña La LUZ de las NIÑAS ha seguido creciendo como un movimiento global contra las violencias que afectan a millones de niñas en el mundo. Junto a nuestras organizaciones aliadas, JRS y Fe y Alegría, desde Entreculturas hemos redoblado esfuerzos para visibilizar y enfrentar estas violencias en 11 países de África y América Latina. Una labor que se puede ver en el nuevo informe de actividades de la campaña La LUZ de las NIÑAS durante 2024.
En un año marcado por múltiples crisis humanitarias, las niñas han estado especialmente expuestas a la violencia sexual, la explotación, la mutilación genital femenina y los matrimonios infantiles y forzados. Ante esta realidad, desde La LUZ de las NIÑAS hemos trabajado para amplificar sus voces y llevar sus demandas a espacios de colaboración e incidencia política internacional.
Uno de los hitos más recientes ha sido el Foro Internacional online de La LUZ de las NIÑAS, donde niñas de distintos países compartieron sus experiencias y propuestas. Sus voces también han llegado hasta la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, reforzando nuestra labor de denuncia y sensibilización ante la comunidad internacional.
Además, las campañas audiovisuales han seguido siendo una herramienta clave para narrar sus historias y despertar conciencias: desde las niñas refugiadas en Kenia, expuestas a la violencia en su camino de huida, hasta las que resisten el conflicto armado en la República Democrática del Congo o enfrentan abusos y exclusión en países como Honduras o Guatemala.
Otro hito clave de 2024 fue contar con la reconocida bailaora Sara Baras como altavoz de la campaña: Sara se ha unido generosamente a nuestra causa, ayudando a visibilizar nuestro mensaje y a sumar apoyos para erradicar la violencia contra las niñas. Su compromiso ha sido un impulso fundamental para seguir avanzando.
La educación, la protección y el acompañamiento a las niñas siguen siendo el corazón de nuestra campaña. Este nuevo informe es testimonio de un año más de lucha, esperanza y resistencia. Un año en el que las niñas han seguido alzando su voz con valentía, recordándonos que aún queda mucho por hacer y que cada paso cuenta en la defensa de sus derechos.