Llega la esperada vuelta al cole y, con ella, toda la ilusión, los nuevos retos, los reencuentros y las oportunidades para aprender y crecer.
En la escuela deberíamos tener nuestro sitio, nuestro lugar para poder ser tal y como somos, para avanzar desde las diferentes capacidades e independientemente de nuestra situación o género.
Pero aún hay más de 244 millones de niños, niñas y adolescentes que se ven forzados a vivir al margen de la escuela. Y son las niñas, las que encuentran más barreras para acceder a la educación. Están sufriendo en mayor medida las consecuencias que aún está teniendo el cierre de escuelas provocado por la Covid-19, los conflictos que generan desplazamiento forzado o las situaciones de exclusión, pobreza y discapacidad que impiden que puedan ejercer su derecho a la educación y las expone a una violencia extrema.
Nos acordamos particularmente de las niñas con necesidades especiales que se enfrentan al doble estigma de la discriminación de género y la discapacidad, acentuada en situaciones de pobreza y desigualdad social. Las niñas y jóvenes con discapacidad tienen hasta 10 veces más probabilidades de sufrir violencia de género que aquellas sin discapacidad.
A través de nuestro programa La LUZ de las NIÑAS, seguimos reivindicando una educación de calidad, inclusiva y acogedora de la diversidad para todas las personas.
Con tu apoyo seguimos trabajando para que cada NIÑA pueda ocupar su sitio en el lugar donde todo es posible: la escuela.