Vivimos en un mundo en el que 258 millones de personas enfrentan una situación de seguridad alimentaria aguda, y 244 millones de niños y niñas de entre 6 y 18 años no van a la escuela. Estas cifras revelan la crisis mundial en materia de alimentación y educación, la cual se ha visto agravada por la pandemia de COVID-19.
Esta crisis se agrava aún más en lugares como Venezuela, donde la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a una educación de calidad han alcanzado niveles alarmantes. Antes de la pandemia, 3,7 millones de los 7,1 millones de niños, niñas y adolescentes en edad escolar ya no asistían a la escuela, y esta cifra ha aumentado debido a la COVID-19. La pandemia ha intensificado el riesgo de que un número creciente de menores no regrese jamás a la escuela.
La respuesta de Entreculturas en colaboración con Fe y Alegría y ECHO
En respuesta a este desafío humanitario, desde Fe y Alegría y Entreculturas, gracias al apoyo de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO), hemos llevado a cabo el proyecto EDUCACIÓN Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LA EMERGENCIA. El proyecto inició en septiembre de 2019 y se extendió a lo largo de 24 meses, con el propósito de brindar apoyo a las comunidades más vulnerables en Venezuela. A través de una respuesta integral, abordamos tanto la seguridad alimentaria como el acceso a la educación, promoviendo la permanencia en las escuelas y creando oportunidades para un futuro mejor.
Durante este proceso, hemos acompañado a un total de 10,573 personas, que incluyen 9,784 estudiantes y 789 docentes y personal administrativo, de 11 escuelas en los estados de Miranda y Anzoátegui, Venezuela. Nuestros esfuerzos han tenido un impacto significativo al reducir la deserción escolar, aumentar la matrícula y fomentar una alimentación más saludable y equilibrada. Estas acciones han contribuido a mejorar la nutrición de los niños y niñas, asegurando su permanencia en la escuela y apoyando su desarrollo educativo.
Evaluación del proyecto
Hoy presentamos el cuaderno de evaluación del proyecto, en el que exponemos las acciones llevadas a cabo en el proyecto para paliar los efectos de la emergencia en Venezuela, así como los aprendizajes obtenidos de la evaluación externa que hemos realizado, de manera que podamos seguir mejorando y contribuyendo a la promoción de la justicia.
Lee el Cuaderno de Evaluación completo aquí.
La estrecha relación entre la inseguridad alimentaria y la educación
La inseguridad alimentaria y la educación están estrechamente relacionadas: cada día, millones de niños y niñas van a la escuela con el estómago vacío. La carencia de una alimentación completa tiene graves consecuencias en los niños y niñas y en su rendimiento escolar. Cuando la inseguridad alimentaria está presente se observa que al alumnado le falta energía para llevar a cabo el normal desempeño de las actividades escolares, la convivencia se dificulta y la participación e interés por el aprendizaje decrecen, llegando incluso al absentismo.
A su vez, la educación en una situación de crisis genera espacios que hacen posible la protección física, psicosocial y cognitiva que puede salvar y mantener vidas. Las escuelas ofrecen entornos seguros que nos proporcionan la capacidad para identificar necesidades y proveer apoyo a las personas afectadas por las crisis en distintos ámbitos tales como la seguridad alimentaria y el apoyo psicosocial. Gracias a la educación se atenúa el impacto psicosocial del conflicto y los desastres, dando un sentido de normalidad, estabilidad, estructura y esperanza durante épocas de crisis. Además, la escuela proporciona herramientas esenciales para la reconstrucción social favoreciendo la resiliencia del alumnado.