Hace tan solo unos años, Josefina Tíu era una de las niñas referentes de la campaña La LUZ de las NIÑAS en Totonicapán, Guatemala. Conocimos su historia como niña indígena que luchaba contra las barreras impuestas por su entorno para poder estudiar. Hoy, Josefina se ha convertido en una mujer que, tras superar enormes desafíos, trabaja en este mismo proyecto que la vio crecer.
«Las mujeres indígenas también tenemos derecho a estudiar. La educación es importante para mejorar nuestro futuro, el de las mujeres y las niñas. Es imprescindible para obtener una mejor vida.»
Josefina logró terminar sus estudios superiores, siendo la primera en su familia en alcanzar este nivel educativo, a pesar de las presiones sociales para casarse y de sus graves problemas familiares. Su madre, Rosario, fue un apoyo fundamental en su vida, acompañándola en este camino de superación.
En Totonicapán, donde el índice de pobreza supera el 95%, las niñas indígenas enfrentan desafíos monumentales. Muchas veces, se ven obligadas a asumir roles que no corresponden a su edad, como el trabajo doméstico y el cuidado de familiares, lo que les impide asistir a la escuela y las expone a riesgos como el matrimonio infantil, precoz y forzoso, embarazos y violencia de género. A través de La LUZ de las NIÑAS, trabajamos en la región acompañando a las niñas indígenas y promoviendo su acceso educativo.
A pesar de estas dificultades, Josefina perseveró y, hoy, forma parte del equipo de Fe y Alegría Guatemala, nuestra organización socia en el país, dedicándose a ayudar a otras niñas a alcanzar sus metas, tal como ella lo hizo. Josefina se ha convertido en un modelo e inspiración para muchas niñas que viven en contextos de extrema pobreza y discriminación.
