Nos cuenta Iklas Saleh Ali, refugiada sudanesa en el campo de Iridimi al Este de Chad. Precisamente porque ella fue obligada a casarse con tan solo 15 años y tuvo que abandonar sus estudios, conoce las dificultades que viven las niñas en Chad. Hoy Iklas, con 4 niños y 2 niñas a su cargo, continúa con gran determinación sus estudios en la escuela secundaria. “La educación es muy importante para el futuro de mis hijos”.