Ante la pandemia global del Covid-19 estamos trabajando más que nunca para apoyar a las comunidades y personas que más lo necesitan. Uno de los grupos más vulnerables en este tipo de contextos son las mujeres y las niñas, y esta crisis está ya teniendo un fuerte impacto en sus vidas.
A nivel global, la violencia afecta a más de 243 millones de mujeres y niñas que han sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o persona cercana. La situación actual provocada por el COVID-19 está generando una “pandemia en la sombra”, como lo ha denominado la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, ya que el confinamiento está tendiendo un fuerte impacto en el aumento de la violencia contra mujeres y niñas (en algunos países se registra un aumento de más del 30%).
La exposición a la violencia que sufren las niñas se ve además agravada como consecuencia del cierre de las escuelas. En los contextos donde trabajamos a través del programa La Luz de las Niñas, la escuela representa un espacio de seguridad y protección para muchas niñas y jóvenes que viven en contexto de vulnerabilidad, refugio y/o desplazamiento forzado. Ante este tipo de crisis, el cierre de la escuela las aleja del único espacio de socialización, las exponen a mayor violencia, a sobrecarga de tareas doméstica o trabajo infantil.
Por eso, desde el programa La Luz de las Niñas, estamos actuando, junto con nuestros socios Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados, para responder a la situación de riesgo a la que están expuestas niñas y jóvenes:
- Educación en emergencia: ante el cierre generalizado de las escuelas, queremos garantizar una mínima cobertura educativa. Por eso en algunos países como Perú, Guatemala o Chad estamos trabajando para utilizar la educación por radio como alternativa.
- Prevención y sensibilización: se están diseñando campañas de sensibilización por radio o a través de mensajes en el móvil para concienciar a las familias y las comunidades sobre la prevención de la violencia y la importancia de la educación de las niñas.
- Apoyo psicosocial: actualmente, trabajamos para que la atención psicosocial no desaparezca durante la crisis y, poder así, seguir acompañando a las niñas.
- Empoderamiento y liderazgo: en momentos de crisis y en la futura recuperación, necesitamos escuchar las voces de niñas y jóvenes. Además de atender sus necesidades y garantizar sus derechos, debemos responder reforzando capacidades, liderazgo y participación de mujeres y niñas.
Con apoyos como el tuyo, seguimos comprometidos con las personas más vulnerables, seguimos luchando para que, la pandemia del covid-19, no agrave esta otra pandemia silenciosa, la de la discriminación y la violencia que sufren millones de niñas y mujeres en todo el mundo.