Terremoto en Ecuador
Entrevista Gianfranco Dulanto, Director de la ODP-Perú
Sábado, 18:58 hora local, la tierra es de repente sacudida por un terremoto de 7.8 en la escala de Ritcher que causa alrededor de 668 muertes, más de un millón de personas afectadas directa e indirectamente y la pérdida de aproximadamente 35.000 viviendas y 700 escuelas. Ese 16 de abril de 2016, Ecuador se ve asolado por el peor terremoto de su historia, que aún se deja notar en muros ahora cambiados, familias y memoria.
La Compañía de Jesús, junto con el resto de instituciones jesuitas (Fe y Alegría Ecuador (FyA), el Servicio Jesuita a Refugiados Ecuador (JRS), IRFEYAL, la Fundación Río Manta, Viviendas Hogar de Cristo y el Centro del Muchacho Trabajador, se volcó desde el minuto uno en la evaluación de daños y en la búsqueda de respuestas frente la crisis. Dos años después del seísmo, recordamos no solo el desastre y sus consecuencias, sino también la labor de reconstrucción de estructuras y vidas.
Las ciudades de la zona costera del noroeste sufrieron los mayores daños. La localidad de Pedernales, en la provincia de Manabí, llegó a ser destruída en un 80%. Algunos de los proyectos apoyados por Entreculturas, que apoya desde hace décadas la labor de las obras jesuitas en Ecuador, también se ubicaban en ciudades afectadas como Portoviejo, Chone, Manta, Bahía de Caráquez (todas en la provincia de Manabí), Guayaquil (Guayas), Santo Domingo (en Santo Domigo de los Tsátilas) y Esmeraldas (en la frontera norte).
En un primer momento, entablamos conversaciones de urgencia con nuestros socios locales y la elaboración de un plan de emergencia inicial. También abrimos un canal de recaudación de fondos a fin de apoyar a la población más afectada por la catástrofe a través de ayuda humanitaria de primera necesidad: medicinas, víveres, agua, materiales de higiene y otros útiles.
Durante estos dos años, nos hemos centrado en la rehabilitación de las infraestructuras escolares derruidas o dañadas y la provisión de alojamientos de emergencia y posterior reconstrucción de viviendas. En total, hemos conseguido recuperar 21 escuelas y unidades educativas en las provincias de Manabí, Esmeraldas, Guayas, Pichincha y Los Ríos, beneficiando directamente a más de 11.800 personas, además de personal educativo, padres y madres y ampliar las plazas anteriores. La reparación también ha ido acompañada de un programa de salud psicosocial en cada centro, alcanzando a más de 24.700 personas. A través de valoraciones y apoyo emocional, el fortalecimiento de resiliencia de la comunidad educativa o el acompañamiento de familiares, buscamos paliar los daños psicológicos y secuelas ocasionadas por el terremoto, a la par que abrir nuevas y eficaces vías para sanar heridas internas.
Por otro lado, la búsqueda de una educación de calidad e inclusiva continúa. Por ello, apoyamos diferentes proyectos de carácter educativo de Fe y Alegría (FyA), presente desde 1964, y del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), que surge en el año 2000 desde antes del seísmo.
Con el primero, atendemos a niños y niñas con necesidades educativas especiales en centros de educación básica FyA de Quito, Guayaquil y Santo Domingo. Además, a través de los Centros de Capacitación Laboral en Guayaquil, Manta y Portoviejo, impulsamos la inserción laboral de jóvenes (adolescentes entre 15 y 18 años de edad) que se encuentran cursando el bachillerato en 19 centros educativos de Fe y Alegría Ecuador. Apoyamos también a Fe y Alegría Ecuador en proyectos de ampliación de cobertura y mejora de la oferta educativa de sus centros.
Por otro lado, gracias al trabajo junto con JRS, colaboramos en la integración social de refugiados y refugiadas en Esmeraldas y Pichincha y el acceso a una educación de calidad de niños, niñas y adolescentes en situación de movilidad humana en la ciudad de Esmeraldas, así como en proyectos en los que se trabaja las diferentes rutas de reivindicación y acceso a derechos de esta población desplazada.
El terremoto me pilló en casa, todo empezó a moverse, los cristales y el suelo crujían… salimos corriendo a la calle, fue muy fuerte. La gente estaba en la calle gritando, ademas duró como 2 minutos, que eso es muchísimo.
(Andrea Mora, SJR-Ecuador)
Fe y Alegría tiene 44 escuelas en la zona y 21 de ellas están dañadas, lo que supone que 7.425 alumnos y alumnas están afectados sin poder recibir educación.
(Víctor A. Molina, Fe y Alegría Ecuador)
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