En un mundo donde las crisis humanitarias se han vuelto persistentes, la necesidad de un enfoque humanitario que abarque el triple nexo entre ayuda humanitaria, desarrollo y paz se hace cada vez más evidente. Este enfoque busca no solo responder a las emergencias inmediatas, sino también trabajar hacia soluciones sostenibles que aborden las causas subyacentes de las crisis y promuevan la resiliencia a largo plazo de las comunidades afectadas. La situación en Siria, un conflicto que se ha prolongado durante años, es un claro ejemplo de cómo las crisis se pueden enquistar, dejando a las personas refugiadas y desplazadas expuestas a una violencia estructural y a una vulneración sistemática de su derecho a una vida digna.
Ante esta realidad, desde Entreculturas, nos sentimos interpeladas a actuar para cambiar esta situación. En colaboración con la Agencia Española
de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y a través del convenio que aquí se presenta, hemos emprendido un camino ambicioso
para abordar la violencia estructural que sufren las personas refugiadas en Líbano, desde un enfoque holístico de múltiples niveles y centrado en
la población más vulnerable (mujeres e infancia). Este enfoque no solo reconoce la importancia de la educación como herramienta clave de protección para niños y niñas, sino que también pone un énfasis especial en el empoderamiento de las mujeres.