Hoy, 6 de febrero, es el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Una fecha que está presente en nuestro trabajo diario, en el que luchamos contra esta forma de tortura que sufren millones de niñas en el mundo.
Salma* tiene 11 años y es refugiada somalí en Etiopía. Ella habría sido una de las 200 millones de niñas y mujeres que han sido víctimas de la mutilación genital femenina, corriendo el riesgo de perder la vida, si no hubiera escapado de su país huyendo de la mutilación y gracias a la valentía de su madre.
“Yo había oído hablar de la Mutilación Genital Femenina a mi vecina y buena amiga Fátima, que era mayor que yo. Una noche la encontré llorando en la puerta de su casa. Cuando me acerqué a ella, vi que le caía sangre del interior de sus piernas. Fue entonces cuando oí hablar de ello por primera vez.. Fátima me explicó que a muchas niñas se las mutila y me dijo que aún sentía dolor después de años”.
Unos meses después, la madre de Salma le explicó que su padre y la comunidad habían decidido que ella y su hermana se sometieran a una mutilación genital femenina. Este episodio, sumado a que la vida en Somalia cada vez se hacía más dura, llevó a su madre a tomar la decisión de que sus hijas huyeran a otro país, ya que no quería que pasaran por lo mismo que ella había pasado.
En la campaña La LUZ de las NIÑAS, junto al Servicio Jesuita a Refugiados en África del este, hemos trabajado con más de cien niñas en Etiopía, Kenia, Uganda y Sudán del Sur, a través de diferentes actividades, como focus groups y acompañamiento psicológico, para que puedan expresarse sobre la violencia que sufren y ayudarlas a sanar sus heridas.
“Mi sueño es ser maestra para estar siempre en la escuela y que así nadie pueda decirme si puedo ir o no. Creo que puedo hacer grandes cosas en la vida y llevar a mi familia a un lugar donde podamos estar a salvo de prácticas tradicionales dañinas como la mutilación genital femenina”.
*Esta historia ha sido creada con citas reales de diferentes niñas participantes en la creación del libro “I will tell you my story” en Etiopía, con el objetivo de mantener su anonimato. Actividad desarrollada en el marco de la campaña La LUZ de las NIÑAS junto al JRS.