El impacto del terremoto en Nepal
Hace diez años, el 25 de abril de 2015, Nepal vivió uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Un devastador terremoto de magnitud 7.8 sacudió el país, dejando a su paso una estela de destrucción, pérdida de vidas y un desafío inmenso para la recuperación y la reconstrucción. Más de 9.000 personas perdieron la vida, y decenas de miles resultaron heridas. Además, miles de hogares, escuelas, y hospitales quedaron en ruinas.
Las regiones más afectadas fueron las zonas rurales y remotas, donde la vulnerabilidad de las comunidades se vio agravada por la falta de recursos y acceso limitado a servicios básicos.
La respuesta de la Compañía de Jesús
En este contexto, los jesuitas de Nepal respondieron de inmediato. En una primera fase de emergencia desde la estructura educativa que tienen en la zona acogieron a personas que lo habían perdido todo y comenzaron con el reparto de bienes de primera necesidad.
Tras una primera fase de emergencia, y con el apoyo que Entreculturas y Alboan como parte de la Red Xavier dieron desde el primer momento, se inició una fase de reconstrucción en el medio plazo que llevó a la fundación del Nepal Jesuit Social Institute (NJSI). Desde su fundación su acción se ha centrado en cuatro líneas de trabajo: educación, medios de vida, protección y acceso al agua y saneamiento, rehabilitando escuelas en aldeas remotas, implementado programas de capacitación para maestros y promoviendo el acceso digital para la educación a distancia.
Reflexiones 10 años después
En estos 10 años se han producido grandes logros, pero las brechas educativas y sociales persisten en las comunidades en las que el NJSI continúa su labor a través de programas de formación en habilidades, apoyo a mujeres emprendedoras y proyectos de mejora en infraestructura escolar.
En este tiempo su alianza con la Federación Internacional de Fe y Alegría ha fortalecido su trabajo y ha expandido el impacto de su misión.
Este aniversario es un momento para recordar la importancia de la solidaridad y el trabajo en red que ha permitido al NJSI ser agente activo de esperanza y desarrollo en las comunidades rurales más afectadas por el terremoto.
