Elena realizó un máster en Lenguas Extranjeras Aplicadas y en Gestión de Proyectos Humanitarios y Culturales. Su preparación como VOLPA fue crucial para llegar a trabajar en Chad junto al Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en 2018. Desde abril de 2020, es la Directora de Programas en el país.
¿Cuáles son los proyectos más significativos que lleva a cabo JRS en Chad?
Tenemos dos líneas de trabajo, que a su vez están relacionadas, educación y protección de la infancia, en los campos del este de Chad y con la población refugiada de Yamena. Ahora mismo tenemos dos grandes proyectos que cubren de la educación primaria a secundaria, así como actividades de protección de la infancia.
¿Y cuál de ellos apoya Entreculturas?
Entreculturas apoya dos proyectos, uno es sobre higiene menstrual que pretende sensibilizar a la población y especialmente acompañar a las niñas sobre esta temática que es tabú e incluso una barrera para acceder a la educación. Y el otro, con La Luz de las Niñas, donde se han organizado actividades y eventos que dan visibilidad a las problemáticas que sufren las niñas y jóvenes refugiadas, como el embarazo adolescente, el matrimonio forzado o la mutilación genital.
¿Cómo ha sido el avance de la campaña La Luz de las Niñas en Chad?
En 2019 colaboramos con una artista chadiana que compuso una canción sobre el tema de la menstruación y el poder de las mujeres. En 2020, presentamos la exposición de la campaña, que da voz a varias jóvenes, entre ellas, Sima, joven refugiada en Chad. También tuvimos la visita de Rozalén y Beatriz Romero. La campaña también ha permitido utilizar recursos como fotografías, vídeos y testimonios para dar visibilidad en España de la realidad en Chad.
¿Cómo es la coyuntura actual en Chad en relación con el COVID-19?
A pesar de que el virus no se ha extendido demasiado, el Gobierno tomó medidas desde finales de marzo cerrando el aeropuerto, escuelas y comercios, además de establecer un toque de queda y limitar los desplazamientos dentro del país. Sin embargo, el Gobierno tiene muy poca capacidad para apoyar en esta situación, aunque cuenta con el apoyo de las ONGs.
¿Cómo ha afectado esta emergencia global a los alumnos y alumnas?
Al cerrarse las escuelas, los menores y las menores han sido los más afectados, porque no han podido seguir estudiando, especialmente en las zonas rurales y campos de personas refugiadas, donde no hay medios para hacer educación a distancia. Además, al no estar en la escuela, se han visto expuestos a la violencia intrafamiliar. Sin embargo, a pesar de la pandemia, desde JRS seguimos trabajando sin pausa y dando el mismo apoyo, lo cual ha permitido, sin duda, frenar el impacto de esta crisis.