A finales de abril, el estado de Rio Grande do Sul, ubicado en el sur de Brasil y hogar de 11 millones de habitantes, se enfrentó a unas intensas lluvias que derivaron en las peores inundaciones en décadas. Las precipitaciones torrenciales triplicaron la media estacional en esta época del año, causando el desbordamiento de varios ríos y provocando una devastación sin precedentes. Hasta ahora, se reportan más de 175 personas fallecidas, 38 desaparecidos y más de 2,4 millones de personas afectadas por este fenómeno natural.
Impacto devastador de las inundaciones
Muchas familias han perdido sus hogares debido a la fuerza de las inundaciones. Las escuelas han quedado inutilizables, obligando a miles de estudiantes a interrumpir su educación. Además, el acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y atención médica se ha visto gravemente afectado, complicando la situación. Este panorama ha obligado a cerca de 600.000 personas a abandonar sus hogares en busca de un lugar seguro.
La magnitud de la catástrofe ha requerido una respuesta inmediata y coordinada para atender las necesidades básicas de la población afectada.
Proyecto de reconstrucción integral ante las inundaciones en Brasil
Desde Entreculturas estamos apoyando la labor del Servicio Jesuita para Migrantes y Refugiados (SJMR) y de Fe y Alegría, que están acompañando a las familias afectadas desde el primer momento, repartiendo bienes de primera necesidad y brindando apoyo escolar.
Estas acciones son parte de un proyecto de 18 meses de duración, en alianza con Inditex, para ofrecer apoyo material y psicosocial a las personas afectadas. El proyecto tiene como objetivo la distribución de bienes de primera necesidad para aproximadamente 8.000 personas, la rehabilitación y equipamiento de centros educativos y sociales beneficiando a 400 personas mensualmente, y la protección y apoyo psicológico para la población afectada. Todo esto con el objetivo de que las personas puedan recuperar sus vidas con dignidad y esperanza.
Testimonios
«Perdí mi casa, perdí mis cosas. Y así como lo perdí yo, lo perdimos todos… perdimos muchas cosas”, relata Jesús Bastida, un refugiado venezolano de 33 años que vive en Mauá, Brasil. Su historia refleja la angustia de millones de personas que enfrentaron una de las peores crisis de inundaciones en décadas en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil.
Con el apoyo de la comunidad, Jesús está reconstruyendo su hogar. Ha recibido alimentos y atención, esenciales para su recuperación.
Jonathan, profesor de educación física en una escuela de @fealegriabr, perdió su hogar debido a las inundaciones que afectaron gravemente al estado de Rio Grande do Sul, Brasil. Sin embargo, recibió ropa y atención, lo que lo hizo sentir acogido. Ahora, se encuentra trabajando en la escuela, limpiando y organizando todo para que los niños y niñas puedan regresar.
Lucas salió con su mochila y nosotros solo con dos mantas, con la esperanza de que eso no fuera todo lo que nos quedaba».
Las inundaciones de mediados de abril que afectaron gravemente al estado de Rio Grande do Sul, Brasil, dejaron inhabitable la casa de Elisiane y sus dos hijos de 6 y 9 años. Tuvieron que abandonar su hogar y ahora se hospedan en la parroquia, donde han recibido alimentos y atención.