A mediados de octubre, desde Entreculturas Galicia recibimos la visita de dos mujeres del Instituto Radiofónico de Fe y Alegría (IRFA) Bolivia, en el marco del proyecto de cooperación que desarrollamos junto a la ONG Taller de Solidaridad, que cuenta con financiación de la Xunta de Galicia. La iniciativa, que se lleva a cabo en la región del Chaco, en Santa Cruz de la Sierra, tiene el objetivo de fortalecer las oportunidades educativas y laborales de las mujeres guaraníes y promover su participación en el desarrollo comunitario.
Un proyecto de cooperación desde Galicia
Durante su estancia, Pamela Sánchez, coordinadora de la Unidad de Educación de IRFA, y María del Carmen, exalumna del programa de formación en repostería, gastronomía y apicultura, participaron en diversas actividades institucionales y educativas.
Además de mantener reuniones con la Xunta de Galicia y participar en el encuentro “30 anos da cooperación galega”, visitaron el Colegio Mayor San Agustín, donde conversaron con jóvenes universitarios sobre la situación de las mujeres indígenas en Bolivia. También compartieron una jornada con el equipo de la delegación de Entreculturas en Santiago, a quienes acercaron la realidad del pueblo guaraní y el trabajo que Fe y Alegría desarrolla en el país.

Intercambio de aprendizajes en A Coruña
Durante su paso por A Coruña, María del Carmen visitó un centro de Formación Profesional especializado en restauración y hostelería, donde conoció de cerca la formación impartida en este ámbito. Además, compartió una jornada con la joven emprendedora gallega Yamila Sidati, propietaria de la panadería Pan e Canela, con quien elaboró varios postres típicos gallegos.
Este intercambio permitió conectar dos realidades diferentes pero unidas por un mismo propósito: la educación y el empoderamiento de las mujeres como herramienta de transformación social.

Educación y derechos para las mujeres guaraníes
“Desarrollamos acciones en educación y comunicación con el pueblo guaraní, basadas en los derechos de la mujer —económicos, políticos y sociales—, dentro del trabajo de formación que llevamos desarrollando desde hace años con las poblaciones indígenas, campesinas y de sectores urbanos populares”, explica Pamela Sánchez, de IRFA Bolivia.
La comunidad guaraní, al igual que otras comunidades indígenas bolivianas, se enfrenta a una pobreza estructural que afecta especialmente a las mujeres. Según datos de la Encuesta de Prevalencia y Características de la Violencia contra las Mujeres (INE y ONU Mujeres, 2016), 7 de cada 10 mujeres en Bolivia han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, una realidad que se agrava en las zonas rurales e indígenas, donde la falta de recursos limita sus posibilidades de independencia económica.
En este contexto, cada vez más mujeres alzan su voz y reivindican su papel como lideresas en sus comunidades. “Me siento una mujer empoderada, pues mi vida se transformó. Incluso ahora apoyo a mi comunidad. Aconsejo a las jovencitas para que aprovechen las oportunidades de estudios; eso les ayudará a fortalecer su autoestima, que será el motor para alcanzar una autonomía económica y ejercer sus derechos al trabajo y la participación en el desarrollo de la comunidad”, destaca María del Carmen.
