Programas de Entreculturas

PROTECCIÓN PARA LA POBLACIÓN REFUGIADA EN LÍBANO (AECID)

En 2019 pusimos en marcha el convenio “Protección para la población refugiada en Líbano”, financiado por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID) e implementado junto con nuestra contraparte en el terreno el Servicio Jesuita para Refugiados (JRS).

El convenio tiene como principal objetivo garantizar el acceso a un sistema de protección integral para la población refugiada siria en Líbano residente en los distritos del Valle del Bekaa, en la frontera con Siria. La intervención se centra en la población refugiada más vulnerable como son niños, niñas y mujeres y se estima que atenderá a más de 7.800 personas en cuatro años.

A través de los colegios y centros sociales gestionados por el JRS, el sistema de protección planteado contempla la consolidación, desde el ámbito educativo, de espacios seguros para las personas refugiadas desde donde se garantiza el fortalecimiento de su capacidad de resiliencia, su recuperación y la mejora de su bienestar físico, mental, emocional y social. Por otra parte, el convenio pretende fortalecer el sistema de derivaciones y trabajo en red para que la población pueda acceder a otros servicios de protección como el de asistencia legal, educación y salud, entre otros.

Adicionalmente, este convenio cuenta con un componente de Educación para el Desarrollo que contribuirá a promover el debate en la agenda pública española sobre la importancia de la educación en la vida de los niños y las niñas en situación de movilidad forzosa.


EDUCACIÓN TÉCNICA PRODUCTIVA EN BOLIVIA (AECID)

En el año 2019 arrancó el convenio financiado por AECID “Educación técnica productiva (ETP) con enfoque territorial para la empleabilidad, el emprendimiento y la inserción laboral”, implementado en Bolivia junto a nuestros socios locales Fe y Alegría y Fundación IRFA.  

Su principal objetivo es mejorar la empleabilidad y las capacidades emprendedoras de jóvenes y personas adultas en 4 departamentos de Bolivia (La Paz, Chuquisaca, Potosí y Santa Cruz) mediante la implementación articulada de las diversas modalidades de Educación Técnica Productiva (ETP) en el marco de un enfoque territorial, para tratar de alcanzar una inserción socio laboral de mayor pertinencia y calidad. La intervención se estima que atenderá, a lo largo de los cuatro años de duración del convenio, a más de 18.000 jóvenes y personas adultas (59% mujeres), prestando especial atención a población indígena y con discapacidad.

Se pretende mejorar los modelos de gestión y planes curriculares que son implementados en los centros de ETP, para que sean inclusivos, con enfoque de género e interculturalidad, cuidado del medio ambiente, pertinentes a las vocaciones y potencialidades de los territorios y orientados a la empleabilidad y el emprendimiento. Además de realizar las adecuaciones necesarias en equipamiento e infraestructura para que las aulas-taller donde se realizan las sesiones prácticas de las diferentes especialidades formativas funcionen como talleres de ETP de calidad, inclusiva y orientada a la empleabilidad y emprendimiento.

Durante el primer año, y dada la importancia de que la oferta educativa esté alineada con la demanda productiva local, se han comenzado a construir ofertas de ETP acordes a la demanda económica y productiva territorial, en base a la información obtenida de los estudios realizados en cada territorio que abarca el convenio.


EDUCACIÓN TRANSFORMADORA (AECID)

2019 fue el año de cierre del convenio en todos los países participantes excepto en Haití, donde la crisis socio política impidió el desarrollo de la actividad tal y como estaba previsto.

En R. Dominicana se aprobó la Política de Género institucional, se inició de manera oficial el nuevo modelo de acompañamiento pedagógico (más cercano al profesorado y equipos directivos), y se completó la formación de Escuelas de Perdón y Reconciliación para instaurar esta propuesta pedagógica en todos los centros de Fe y Alegría. El año 2019 vino marcado, además, por el lanzamiento de la campaña “Maltrato cero, Cuidado infinito” en la que cada centro se erigió como portavoz de la denuncia social contra la violencia de género.

En Perú se culminó el “Diplomado de Entorno Educativo de Calidad en Educación Inicial”, implementado entre Fe y Alegría y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, en el que participaron docentes de educación inicial de escuelas de la red de Fe y Alegría y escuelas directamente gestionadas por el Ministerio de Educación. También se consolidaron los procesos de formación y acompañamiento para la transversalización del enfoque de equidad de género en la gestión pedagógica e institucional de los centros educativos participantes.

En Bolivia se priorizó en 2019 la medición de los alcances logrados y la sistematización de las experiencias más innovadoras en promoción de una cultura de paz, transversalización del enfoque de equidad de género y participación estudiantil a través de las Brigadas de Comunicación. 

Este último año de convenio en El Salvador permitió la consolidación del trabajo con jóvenes de los centros participantes, así como la institucionalización del Programa de Salud Sexual Reproductiva, los procesos de acompañamiento a menores embarazadas y la sistematización de la experiencia para la medición de logros.

En Nicaragua se dio continuidad a los procesos de fortalecimiento de capacidades en el personal de las escuelas, enfocados a la atención de las discriminaciones de género, la mejora del clima socioafectivo y los itinerarios de atención ante las manifestaciones de violencia. Paralelamente, se llevó a cabo el trabajo con jóvenes enfocado a la formación en ciudadanía y democracia y  la puesta en marcha de actividades culturales en clave de cultura de paz.

En las seis escuelas participantes en Cartagena de Indias, Colombia, se realizó un trabajo de medición de los cambios como resultado del convenio, que evidencia una disminución de los índices de violencia en las escuelas. Para continuar en esta línea, se ha conseguido incluir en los programas educativos los materiales construidos a lo largo de estos años para apoyar la función docente, el trabajo con familias y con jóvenes. 

El componente regional concluyó en 2019, dejando en funcionamiento una red de docentes, a nivel nacional e internacional, que están construyendo estrategias para atender problemáticas relacionadas con la violencia y la desigualdad. Con los materiales elaborados por esta comunidad de aprendizaje se ha cerrado la colección de “Educación transformadora en clave de igualdad y paz”.


APOYO A LA EDUCACIÓN EN VENEZUELA (ECHO)

En 2019 dio comienzo el proyecto “Garantizar el aprendizaje de calidad y la protección infantil en Venezuela”, financiado por la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (ECHO) e implementado junto a nuestra contraparte en el terreno Fe y Alegría.

El proyecto tiene como principal objetivo fortalecer un sistema de protección integral, capaz de consolidar a los centros educativos de Fe y Alegría como espacios de seguridad y protección que favorezcan el acceso a la educación para niños y jóvenes de sectores vulnerables. Las personas beneficiarias del proyecto son 10.452 niños, niñas, adolescentes y miembros de la comunidad escolar de 10 escuelas de Fe y Alegría en los estados de Miranda y Anzoátegui.

Se pretende contribuir a este objetivo a través de dos líneas de intervención: (1) la asistencia alimentaria, garantizando el acceso del alumnado a un plato de comida diario que cumpla con los estándares nutricionales mínimos saludables y (2) el fortalecimiento de las capacidades técnicas del personal socioeducativo de Fe y Alegría, creando un equipo interdisciplinario especializado en educación en contextos de emergencia capaz de dar una respuesta integral de protección a las necesidades diagnosticadas en sus centros educativos. 

Este proyecto comenzó en septiembre de 2019 y en los últimos meses del año se implementaron actividades dirigidas a garantizar las condiciones adecuadas para la preparación y entrega de alimentos en las escuelas. Algunas de estas actividades fueron: las compras de equipos y utensilios de cocina, rehabilitación de sistemas de agua y saneamiento, acondicionamiento de los espacios de cocina y comedor y capacitación de los equipos locales, entre otras.


INNOVACIÓN EDUCATIVA EN COLOMBIA (AECID)

Con el apoyo de la AECID hemos implantado la Propuesta Pedagógica Innovadora de Fe y Alegría en 7 colegios situados en las afueras de Bogotá y en Buenaventura (Valle del Cauca). El objetivo es romper con el modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje para potenciar los talentos e intereses del alumnado. Para ello se ha promovido el trabajo por proyectos interdisciplinares y se ha ofrecido formación en habilidades sociolaborales y habilidades para la convivencia, la reconciliación y la paz. Asimismo, se ha formado al personal docente para que esté mejor preparado para asumir las demandas educativas del siglo XXI. 

Para todos estos procesos se ha contemplado el uso de las TICs, dando prioridad, eso sí, a los colectivos más vulnerables de la región a fin de reducir la brecha digital y la exclusión social.
El proyecto ha logrado llegar a 10.539 estudiantes y a 375 miembros del equipo docente y directivo.


INNOVACIÓN SOCIAL WORK 4 PROGRESS (Fundación La Caixa)

Con este programa, financiado por la Fundación La Caixa e iniciado en 2018, buscamos promover el empleo de calidad y mejorar los ingresos económicos de jóvenes y mujeres indígenas en las regiones de Quispicanchi (Cuzco) y Condorcanqui (Amazonas), en Perú; en especial, contemplando la innovación en los productos, servicios y procesos agrícolas y artesanos. 

Las organizaciones que participan, además de Entreculturas, son: Fe y Alegría Perú, Asociación Jesús-Obrero-CCAIJO, Servicio Agropecuario para la Investigación y Promoción Económica (SAIPE), Fundación AVSI y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). 

Durante el 2019 se continuó con la implementación de 17 prototipos (5 en Condorcanqui, en la amazonía norte de Perú, y 12 en Quispicanchi, en la región de Cusco). Entre ellos los hay de tipo productivo, que trabajan, por ejemplo, en las cadenas de artesanía, gallinas, sal, plátano, flores; otros que promueven la mejora o la creación de nuevos servicios en Turismo, para la inserción laboral de jóvenes, para la promoción y mejora de emprendimientos locales o la promoción de una propuesta de educación secundaria rural adaptada a los retos y potencialidades del territorio. Hay también prototipos tecnológicos para, por ejemplo, el abastecimiento de agua purificada en comunidades de la Amazonía o el cultivo en hidroponía en comunidades andinas. La idea es que, en una siguiente etapa, se amplíen aquellas iniciativas que resulten más exitosas.


HABILIDADES PARA EL EMPLEO (Accenture)

En 2019 dio comienzo el programa “Digital Inclusion Program”, en colaboración con Accenture, como continuación a la labor realizada años anteriores en la línea de formación para el empleo de jóvenes que se encuentran en situación de desventaja laboral. Este nuevo programa tiene como objetivo formar a 14.000 personas para que desarrollen las habilidades y competencias necesarias para su inserción en el mercado laboral, con un fuerte componente digital. Se espera, además, que 5.000 de estos jóvenes consigan un empleo o pongan en marcha un emprendimiento propio. 

El programa cuenta con una aportación de 1 millón de dólares por parte de Accenture y se lleva a cabo en 16 países. En los 15 países de América Latina estamos trabajando junto a Fe y Alegría (en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela) y el Bachillerato Pedro Arrupe (en México). En España, continuamos trabajando con Radio ECCA e incorporamos nuevas alianzas con EDUCSI (la red de colegios jesuitas en España), así como con organizaciones del Sector Social.

De manera paralela, en 2019 finalizamos el proyecto “Insights and Learnings” con Accenture, que tuvo una duración de 6 meses y nos permitió adquirir conocimientos y promover aprendizajes fundamentales para mejorar los programas de formación para el trabajo que estamos impulsando.  


LA LUZ DE LAS NIÑAS 

El programa “La Luz de las Niñas” continuó incorporando proyectos en nuevos países, siempre con el foco puesto en mejorar las condiciones de vida de las niñas, visibilizando sus problemas y denunciando la violencia que las amenaza en todo el mundo.

En el año 2019 trabajamos en Chad, Camerún, Sudán del Sur, Kenia, República Centroafricana, R.D. Congo, Guatemala, El Salvador, Perú, Bolivia, Haití, Honduras y Nicaragua, apoyando 16 proyectos en 3 líneas de trabajo: atención a víctimas de violencia, acceso a la educación y prevención de violencia de género.

A lo largo del año, el programa atendió y acompañó a más de 16.000 niñas: fomentamos su acceso y permanencia escolar, prevenimos, detectamos, atendimos y denunciamos la violencia contra ellas y les ofrecimos rehabilitación psicosocial.


EDUCACIÓN DIGITAL (FUNDACIÓN PROFUTURO)

Junto a la Fundación ProFuturo y a través del Servicio Jesuita a Refugiados, hemos seguido pilotando durante 2019 un modelo de intervención que garantice a niños y niñas refugiados el acceso a una educación de calidad que refuerce su desarrollo integral, su bienestar psicosocial y su resiliencia, fomentando el uso de la tecnología en el aula.

Para ello, la intervención se consolidó en Líbano a lo largo de 2019, con la participación de cerca de 300 refugiados sirios en el centro educativo Frans Van der Lugt de Beirut. De la misma manera que arrancaron las actividades en Malaui, con la participación de más de 1.600 alumnas y alumnos y cerca de 40 docentes de primaria de la escuela Umodzi Katubza, en el campo de refugiados de Dzaleka.

En paralelo, durante este año se ha trabajado en el diseño de un sistema de seguimiento y evaluación permanente que permita aprender, a través de estos pilotajes, para validar el modelo definitivo que responda a las necesidades de la comunidad educativa en contextos de emergencia y movilidad humana.


EDUCAR PERSONAS, GENERAR OPORTUNIDADES II (INDITEX)

2019 ha sido el tercer y último año del programa trienal “Educar Personas, Generar Oportunidades II” (EPGO II) que ha beneficiado a 165.654 personas a través de 23 proyectos en 11 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Sudáfrica y Líbano. En este último año, 2019, se han atendido a 70.755 personas.
Este programa se ha centrado en las líneas de educación, empleo y ayuda humanitaria. La línea de educación se ha orientado a la escolarización de personas en desventaja social mediante el apoyo a niños, jóvenes y adolescentes, así como la formación de profesores en capacidades educativas. 

Por otro lado, la línea de empleo se ha enfocado en la formación técnico-profesional de jóvenes en riesgo de exclusión con el objetivo de generar un futuro de oportunidades profesionales. También se ha trabajado con organizaciones campesinas e indígenas mejorando sus procesos productivos. Por último, la línea de ayuda humanitaria se ha dirigido a personas en situación de necesidad de protección internacional, combinando la ayuda de emergencia más primordial con actividades destinadas a producir cambios estructurales en la vida de las personas beneficiarias.

Con el objetivo de continuar impulsando todo el trabajo, 2020 comienza con un nuevo convenio de colaboración trienal entre Entreculturas e Inditex, bajo el mismo nombre “Educar Personas, Generar Oportunidades” (EPGO III) y que mantiene las tres líneas previas: educación, empleo y ayuda humanitaria. A través de él llevaremos a cabo 25 proyectos sociales hasta 2022 buscando multiplicar las oportunidades de más de 200.000 personas que viven en contextos de pobreza, exclusión y emergencia humanitaria. 


EN LAS FRONTERAS DE COLOMBIA (INDITEX)

El programa “En las Fronteras de Colombia” (que se encuentra en una cuarta fase para el periodo 2018-2021), lo llevamos a cabo junto al Servicio Jesuita a Refugiados en los países de Colombia, Ecuador y Venezuela. En 2019 benefició a 6.061 personas.

A nivel regional podemos destacar el esfuerzo de los equipos por culminar los procesos relacionados con la generación de medios de vida, la entrega de ayuda humanitaria y los procesos de acompañamiento psicosocial. Por otro lado, los espacios de incidencia y comunicación se han incrementado durante todo el año, acompañados de acciones de reconciliación y prevención de la violencia en centros educativos y comunidades de acogida. Y, en general, se han propiciado espacios para el fortalecimiento institucional, tanto a nivel nacional como regional.