Durante los últimos siete años, la crisis de Siria ha causado el desplazamiento de más de 5,4 millones de sirios. El éxodo de refugiados a Líbano ha provocado actos de violencia (acoso verbal o físico, violencia sexual y violencia de género), discriminación y hostilidad general por parte de la comunidad de acogida, al tener que competir por los escasos recursos con los que se cuenta.  Entre los principales países de acogida (Turquía, Irak, Jordania y Egipto), Líbano acoge a más de 1 millón de refugiados

Muchas familias de refugiados dependen en gran medida del apoyo continuado de las agencias. La necesidad de apoyo psicosocial y acompañamiento para niños y adultos sigue siendo importante; muchos luchan con las constantes incertidumbres y dificultades del desplazamiento, el trauma de las experiencias pasadas, la separación de la familia, y la falta de esperanza por no ver una solución a su situación.

El objetivo principal de este proyecto es aumentar la capacidad de recuperación de las familias de refugiados a través de visitas domiciliarias, apoyo psicosocial, asistencia alimentaria y no alimentaria, y servicios de salud mental. Las visitas domiciliarias, suponen un acompañamiento a las familias con un trato directo y personal. A través de estas visitas, se aborda la situación de las familias, tanto desde el punto de vista emocional como a través de las necesidades prácticas y esenciales de las personas, es decir, alimentos, artículos no alimentarios, salud, vivienda, higiene, etc…