Apoyo nutricional y actividades generadoras de ingresos para las mujeres vulnerables con VIH en Bujumbra, Burundi

Burundi está considerado como uno de los diez países más pobres del mundo. En la economía burundesa se han reflejado las crisis sociales provocadas por las guerras civiles, la corrupción, el pobre acceso a la educación y los efectos del VIH/SIDA.

La orfandad deja a los niños en una situación de aún mayor vulnerabilidad y el impacto psicológico y traumas entre la población afectada por el SIDA genera una actitud de apatía dificultando la mejora en las condiciones de vida. En este contexto el mayor riesgo existe en términos de desnutrición. Hay muy poco apoyo para la obtención de alimentos por parte de la población desprotegida y la toma de medicamento (retrovirales) para combatir la enfermedad se hace inaguantable. Existen escasos recursos que hayan sido puestos en marcha para disminuir la situación de vida que provoca en las familias infectadas con VIH: No hay centros de información sobre la epidemia y su transmisión, ni espacios de charla que des-estigmaticen a las personas seropositivas, normalmente rechazadas en su comunidad.

La delegación de Málaga interviene en esta realidad desalentadora intentando resolver el abandono de tratamiento médico aportando una alimentación efectiva para poder resistirlo. Además, éste proyecto pretende apoyar con actividades generadoras de ingresos con el objetivo de darles sostenibilidad y que puedan mantener por si mismas su alimentación en el medio y largo plazo. Se da apoyo a, la capital de Burundi algunas de ellas con hijos.

La esperanza de hacer un cambio no sólo toca a la puerta de la vida 192 mujeres de la región de Bujumbra (capital de Burundi). Se calcula que un total de 1248 personas pueden resultar beneficiadas en esta comunidad por los efectos colaterales del trabajo de Entreculturas y el Servicio Yezu Mwisa, socio local en el terreno.