Perú, la reconstrucción tras el terremoto
El terremoto que sacudió el Centro-Sur de Perú el pasado 15 de agosto ha provocado hasta el momento, según fuentes oficiales, más de 500 muertos y más de un millar de heridos. La cifra de damnificados es superior a los 85.000, debido principalmente al derrumbamiento de unas 17.000 viviendas, según las estimaciones. El desastre ha sido de tal magnitud que sobrepasa la capacidad de respuesta del país.
Las principales ciudades afectadas son Pisco, Ica, Chincha y Cañete; y, aunque en Lima también se sintió con mucha fuerza, los daños registrados han sido menores. La atención de servicios básicos tales como alimento, abrigo o refugio es insuficiente para cubrir las necesidades de las personas afectadas. Miles de familias continúan durmiendo a la intemperie por falta de refugio y hay que tener en cuenta que en Perú es época de invierno.
Aunque la ayuda a nivel nacional e internacional se ha movilizado de inmediato, existen aún muchas dificultades para su distribución. En particular, las malas condiciones en las que se encuentran las carreteras es causa de que la distribución de los alimentos y el agua siga siendo muy deficiente y no llegue equitativamente a todos los damnificados. Las poblaciones rurales alejadas de los centros urbanos son las más perjudicadas y algunos pueblos, a día de hoy, no han recibido todavía ninguna asistencia.
La seguridad ciudadana se ha convertido también en uno de los principales problemas. El número de saqueos y asaltos durante los primeros días de distribución de alimentos ha mantenido a la población en una situación de inseguridad. Ante estos acontecimientos, el Gobierno peruano ha respondido con el envío de 1.000 soldados y más de 2.000 policías en varias zonas afectadas.
¿Qué estamos haciendo y qué vamos a hacer desde ENTRECULTURAS?
La movilización de recursos desde ENTRECULTURAS, a través de Fe y Alegría y de la Oficina de Desarrollo de los jesuitas en Perú, ha sido inmediata. Al día siguiente del terremoto, un equipo de emergencia inició el trabajo de distribución de alimentos, medicinas, y material médico para los heridos y damnificados. Se han establecido seis puntos de acopio en Lima en instituciones de la Compañía de Jesús para la recogida y organización de ayuda humanitaria. Para finales de esta semana se espera contar con la mesa de coordinación de Chincha en funcionamiento, haber habilitado puntos de reparto de alimentos suficientes y disponer de una proyección de necesidades para la semana próxima. Esta primera fase de asistencia urgente concentrará los esfuerzos en la ciudad de Chincha y los barrios afectados de Lima donde se encuentran los colegios de Fe y Alegría.
Fe y Alegría mantiene un colegio de 1.200 alumnos en Pueblo Nuevo, un barrio marginal de la Ciudad de Chincha que, según informa Juan Cuquerella, Director Nacional de Fe y Alegría Perú, "casi ha desaparecido con el terremoto". Desgraciadamente 8 alumnos fallecieron estando ya en sus casas (pues el terremoto tuvo lugar 40 minutos después de la salida del colegio). También hay algunos profesores heridos pero no de gravedad.
El colegio de Fe y Alegría nº30 en Chincha, dirigido por la congregación de las Hnas. de San Pablo, presenta graves daños. La mayoría de los colegios de Fe y Alegría en Lima también han sufrido desperfectos, aunque no hay daños personales.
¡¡ Necesitamos tu ayuda urgente !!
BBVA: 0182 5906 87 0201511424 |
Propuesta de intervención
La propuesta consta de dos fases. Una primera de intervención de emergencia (actualmente en ejecución), que tiene como objetivo atender las necesidades básicas de la población afectada. Durante esta intervención inicial se realizará, además, un diagnóstico de daños y un censo de afectados que servirá para la formulación inmediata de una segunda fase de reconstrucción a medio plazo (1 año).
Las actuaciones contempladas en la 1º Fase de emergencia incluyen:
- Apoyo de emergencia a los damnificados: puesta en marcha de comedores, distribución de ropa de abrigo y artículos de primera necesidad.
- Desarrollo de un diagnóstico de daños y censo de afectados.
- Reconstrucción de las infraestructuras dañadas en los colegios de Fe y Alegría nº30 (Chincha), Pebal y SEA (Lima)
El presupuesto estimado para la primera fase de actuación es de 100.000 euros
La 2º fase de Reconstrucción y Rehabilitación incluirá:
- Reconstrucción de la infraestructura dañada de Fe y Alegría en todo el país.
- Reconstrucción de viviendas y otras infraestructuras en la zona de influencia del colegio Fe y Alegría nº30 (Chincha).
- Promoción del fortalecimiento comunitario para que los trabajos de reconstrucción se conviertan en oportunidad de superar las situaciones de vulnerabilidad previas a la catástrofe. Apoyando y evaluando la organización de los comedores - en coordinación con el colegio y las dos parroquias.
- Estableciendo contacto con los líderes de las comunidades, autoridades locales y organizaciones presentes en la emergencia.
- Identificando las necesidades.
El presupuesto estimado para la segunda fase de reconstrucción y rehabilitación es de 1.000.000 euros.
Testimonios
Antonio Bach SJ de Fe y Alegría, comparte con nosotros sus impresiones desde el mismo pueblo de Chincha, donde se trasladó al día siguiente del terremoto: "El panorama que nos hemos encontrado es verdaderamente desolador, trágico... muy triste. En el barrio donde está el colegio de Fe y Alegría, miles de familias enteras se han quedado sin casas, casi la mitad de las edificaciones se ha caido. Lo que hemos visto es mucho peor de lo que habíamos imaginado.
Moncho González Ecija SJ, de la Oficina de Desarrollo, nos cuenta que "la catastrofe, más allá de los problemas enormes en el reparto de la ayuda, está generando un movimiento de solidaridad dentro y fuera de Perú que constituye un motivo de esperanza en medio de tanta destrucción y muerte. Quizás nuestros esfuerzos, junto con el auxilio a las victimas, deban centrarse en lograr que esa corriente de hermandad y solidaridad no desaparezca en unos días, cuando el terremoto deje de ser noticia, sino que se convierta en una fuerza más profunda y duradera que nos lleve a estar más cerca y más comprometidos con todas las personas que sufren en nuestro mundo. Lograr esa dinámica de solidaridad verdadera sería la mejor respuesta a esta catastrofe."
Desde el Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), José Manuel Miranda, sacerdote navarro afincado en Perú desde hace casi 30 años, relata así su experiencia: "Justo cuando entraba en casa tuvo lugar el seísmo. Eran alrededor de las siete menos veinte de la tarde, que aquí ya es de noche. Se fue la luz. Fue muy fuerte. Salí a un patio. Todo se venía abajo. Todas las cosas se caían. Me agarré a unas plantas. Lo único que piensas es cuándo va a parar. Tienes miedo de que la tierra se abra. Es el miedo que uno tiene porque hasta los árboles se doblan y parece que se vienen abajo. Salí a la calle porque quería ayudar. Fui a ver a los vecinos para ver si alguien estaba herido y hubiera que llevarlo al hospital. Era de noche. Todo era oscuro. No se veía absolutamente nada. Había miles y miles de personas corriendo en las calles hacia sus casas. Gente por todas partes, buscando a sus familias, aterradas por las réplicas. Ha sido espantoso, cuando sucede algo así se tambalea la fe... es duro, pero se también se robustece."
La Delegación de Entreculturas-La Rioja ha querido sumarse a a asamblea que todos los peruanos de Logroño han convocado para el 1 de septiembre en la Iglesia Parroquial de los Jesuitas. El objetivo es potenciar la ayuda que, desde España, puedan ofrecer a su país.
Antonio Tejedor, Director de la ONGD SED (Solidaridad, Educación, Desarrollo), afirmar que "desde el equipo de SED estamos siguiendo con tristeza y preocupación las noticias sobre el terremoto de Perú, un país con el que tenemos una larga historia de colaboración. Han sido muchas las personas, colaboradoras asiduas de nuestra ONGD, que se han puesto en contacto con nosotros para ofrecer su colaboración económica para la ayuda de emergencia y reconstrucción, pero, dado que no hay presencia marista en la zona damnificada y con el objetivo de canalizar lo mejor posible esta ayuda, hemos decidido trabajar en red con la ONGD Entreculturas, con la que compartimos valores y formas de trabajo, así como a través de la ONG REDES (Red de entidades para el Dessarrollo Solidario). A ambas, muchas gracias por este trabajo conjunto".
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