“El objetivo es que tengan la sensación de compartir un espacio de acogida”, Esther Fraile - Psicóloga especialista en migraciones
Esther Fraile es Psicóloga experta en el ámbito psicosocial y comunitario en Marruecos. Desde 2020 ha trabajado en Nador (Marruecos), junto a la Delegación Diocesana de Migraciones (DDM) con el apoyo de la Unión Europea en un programa que busca asistir y proteger a la población migrante y refugiada en situación de vulnerabilidad en la costa norte de Marruecos, a través de un acompañamiento médico, psicosocial, administrativo-jurídico y espacios de acogida. Recientemente le hemos entrevistado y esto es lo que nos ha contado.
¿En qué consiste el trabajo de la intervención psicosocial?
El rol de la psicóloga es el acompañamiento al equipo, la integración de la mirada, la perspectiva psicosocial en todos los ámbitos de la intervención, no solo en las actividades que dirige el equipo psicosocial, sino también la parte médica, de acompañamiento a mujeres, en lo administrativo, en acogida y en espacios de protección. Luego hay una parte de acompañamiento psicológico y terapéutico a nivel individual, que da paso a un desarrollo comunitario y transversalización a través de actividades de prevención y promoción del bienestar y salud mental.
¿Cómo es el contexto en el que trabajáis y las dificultades qué presentáis?
La situación de Nador es un contexto de urgencia y se ha degradado en los últimos años, las personas viven con condiciones de vida realmente complicadas. La COVID-19 ha traído un impacto muy negativo, por ejemplo cambios de las rutas migratorias. Esto ha producido una degradación en el ámbito del bienestar de la salud física y mental de las personas, que tienen cada vez más dificultad para acceder a los servicios y recursos básicos.
Una vez que lo básico no está cubierto, ¿cómo podemos ofrecer una asistencia a un grado mayor que es ese bienestar psicológico? Por eso es fundamental el trabajo con la comunidad de base y las relaciones de apoyo mutuo y acompañamiento psicosocial.
¿Cuáles son las principales estrategias que usáis para llegar a la comunidad migrante?
La principal es el acompañamiento con la comunidad, actitud de empatía, mirar a la persona con dignidad y sobre todo desde una perspectiva de capacidades y de recursos. Se tiende a poner el foco en las vulnerabilidades de las personas de comunidades migrantes y olvidamos que tienen muchas capacidades, competencias y recursos disponibles. Ellos mismos pueden sobrellevar estas circunstancias sobrevenidas y continuar con su proyecto de vida, tanto individual como de su familia y de su comunidad.
Mucho del trabajo que se hace es en base a recuperar esas estrategias y capacidades de afrontamiento de la comunidad a través de actividades de diagnósticos participativos o implicación directa en el desarrollo e implementación y puesta en marcha de actividades. Nuestro enfoque no se centra solo en las vulnerabilidades, sino en los derechos de la persona, con el fin de que se sienta partícipe del desarrollo de su proyecto de vida.
¿Cuál es el mayor cambio que ha aportado este proyecto de la Unión Europea en la población migrante?
Yo creo que ha sido un cambio cualitativo. El equipo ha ido creciendo, se ha intentado mejorar la calidad de la intervención, adoptando una perspectiva común en las diferentes zonas donde se interviene en todo el norte de la costa marroquí. Esto es muy importante, sobre todo porque son personas que se encuentran en situación de movilidad (un día pueden estar en Nador, pero dentro de 5 días en Tánger), y el objetivo es que compartan esa misma sensación de tener un espacio de acogida: igual como me han atendido en Nador, pueda ser atendido en Tánger, sentir que soy tratado con dignidad, con respeto, de igual a igual en dos puntos de la geografía marroquí que son completamente diferentes.
¿Cuáles han sido tus mayores aprendizajes durante tus años de trabajo?
Es difícil saber cómo todo esto me ha cambiado o qué me ha aportado en la vida, pero principalmente ha sido defender el derecho a la movilidad humana, recordar que todas las personas, independientemente de las circunstancias en las que estén, tienen muchas capacidades de afrontar circunstancias muy difíciles.
También que la comunidad y el acompañamiento con la base, la ciudadanía, es fundamental para mejorar su calidad de vida y prevenir otro tipo de problemáticas futuras.
Por último, que el respeto a la dignidad humana tiene que ser la base de cualquier intervención y proyecto de trabajo con personas y comunidades.
Esta publicación ha sido producida con el apoyo financiero de la Unión Europea. Su contenido es responsabilidad exclusiva de la DDM y no refleja necesariamente los puntos de vista de la Unión Europea.