Crisis en la frontera ecuato-colombiana

Los esfuerzos que ambos Gobiernos están realizando por erradicar el conflicto y resistir sus consecuencias se quedan demasiado cortos. El ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa ecuatoriano, Fernando Bustamante, ha pedido ayuda a Colombia y a la comunidad internacional, ya que su país se está viendo sobrepasado ante la necesidad de atender a tantos refugiados. El Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes de Ecuador (SJRM Ecuador), se hace eco de esta alarmante realidad, sobre la que nos cuenta lo siguiente:

"Ante los constantes atropellos de los que vienen siendo objeto desde hace varios meses los pobladores del corregimiento de Llorente y de las veredas aledañas en el municipio de Tumaco (ubicado en el departamento de Nariño, en la frontera ecuato-colombiana), producto de la aplicación indiscriminada de la política militarista de Seguridad Democrática del gobierno Uribe y del plan de erradicación forzada de cultivos de uso ilícito, miles de habitantes de la región han decidido levantar sus voces en contra de la barbarie, soportando todo tipo de señalamientos, persecuciones e intimidaciones, con el fin de visibilizar ante el país y ante el mundo la verdadera realidad de una región olvidada, azotada por violentos procesos de desplazamiento motivados por las fuerzas militares y paramilitares que operan en la zona, en complicidad con el Estado Colombiano.

Desde que se iniciaron los operativos y comenzó a incrementarse desmesuradamente la presencia militar en esta región del suroccidente colombiano, con la excusa de garantizar plenamente la aplicación del plan de erradicación de cultivos de uso ilícito en una región geográfica antes olvidada por el Estado, los pobladores del corregimiento de Llorente no han tenido tregua alguna en una guerra declarada desgarradamente en su contra. 

Las intimidaciones, desapariciones y asesinatos selectivos de pobladores de la región, sumados a las violentas aspersiones con glifosato realizadas en la zona, han provocado el desplazamiento masivo y con ello, una crisis humanitaria de enormes proporciones que ha tratado de ser encubierta tanto por el Gobierno colombiano como por los medios de comunicación, cómplices de la crueldad, tratando de ocultar los verdaderos intereses que se esconden tras una política asesina que busca el desarraigo y el exterminio de humildes campesinos, indígenas y afro descendientes asentados en esta estratégica región de nuestro país, con fines de apropiación de los recursos naturales y de la biodiversidad existentes en la zona del corredor biológico del Pacífico.

Estas acciones represivas, violatorias de los derechos humanos, vienen siendo adelantadas por miembros del batallón contraguerrilla Nº 113 del Ejército colombiano, al mando del Comandante Oscar Moreno, y se enmarcan en el cumplimiento de lo establecido dentro del Plan Colombia sobre la erradicación de cultivos de uso ilícito, sin tener en cuenta las graves consecuencias que deja para comunidades enteras, que son despojadas de sus tierras y de toda posibilidad de sustento y por tanto, obligadas a la miseria y al desplazamiento masivo ante la imposibilidad de sobrevivir en esta situación.

Actualmente, más de 1.000 habitantes de esta región del sur del país, en su mayoría mujeres y niños, se han desplazado hacia la frontera, mientras otros miles de ellos se han quedado en la zona ejerciendo resistencia ante las erradicaciones.

 

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Desplazamiento masivo y respuesta institucional del Gobierno de Ecuador