2021 fue un año en el que aún no pudimos pasar página. La pandemia del coronavirus mantenía cerradas las escuelas en numerosos países del mundo y la crisis educativa se acentuaba para los colectivos más vulnerables.
2020 ha sido, sin duda, un año inédito. La COVID-19 llenó de incertidumbre el mundo entero y dejó en evidencia que nadie está fuera del alcance de la onda expansiva de una crisis. Ahora bien, también hubo muchos aprendizajes.
En el centro de nuestra intervención como Entreculturas está la idea de trabajar para extender la protección más allá de los muros, de promover cambios globales a través de la educación, cambios dirigidos a extender la empatía, a crear escuelas que -como dice nuestra memoria- sean refugio para la