Diario de Rozalén - Día 6

Comienzo este último día de diario desde las comodidades de esta casa mía, el calor del brasero de mi mesa camilla, donde tanto escribo, tanto siento... y suena de fondo un vinilo de Violeta Parra, porque así la música es como si respirara. 

Lo último que viví en Guatemala fue la historia más horrible, de las más macabras y de las más próximas en el tiempo. 

Hemos ido a llevar flores a las ‘Niñas de Guatemala’, las que fueron asesinadas en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción hace tan solo 2 años. Un 8 de Marzo, precisamente... 

A estos hogares llegan las niñas y adolescentes que por infortunios de la vida fueron maltratadas, violadas, prostituidas... Llegan niñas con diferentes capacidades, bebés de madres que no pudieron hacerse cargo de estas nuevas vidas. Pues bien: en estos lugares de protección a las menores comenzaron a darse abusos de diferente índole, sobre todo sexuales. 

Estas niñas decidieron quejarse y rebelarse como podían. Las encerraron en una sala. Pensaron con inocencia que quemando unos colchones las sacarían de allí al ver las llamas. Nadie abrió la puerta... Nadie... Murieron un total de 41 niñas, muchas de ellas agonizando días después. 

Esta historia ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un símbolo de la Lucha de las Mujeres. Han colocado esta placa y estas macetas en una de las plazas más importantes de Ciudad de Guatemala.
Yo no tenía ni idea... 

Y con este nudo en la garganta, en el estómago y en el alma nos llevaron al aeropuerto. Otra vez. Otra despedida. 

He llorado durante horas... Y yo no sé si es por todas las injusticias observadas, por este dolor inevitable, por la visión global que de repente adquiero del mundo... No sé si es por estas personas maravillosas de Entreculturas y Fe y Alegría que me han acompañado y me han regalado uno de los viajes más importantes de mi vida ofreciéndome absolutamente todo lo que tenían... No sé si es por la vuelta a mi realidad... Porque he sido consciente de que he pisado ‘el país más bello del mundo’ tal y como me advirtió mi padre... O porque nunca había conocido un pueblo con tanta pena a sus espaldas que mostrara tantísima Luz y Cariño. 

¿Cómo es posible que estos días haya perdido absolutamente la fe en la Humanidad y a la vez sienta tanta esperanza por el devenir de un mundo lleno de Amor y de Bondad...?